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Menor afirma que acuchilló a turista para "salvar" a amigo

Declaración del imputado por el asesinato de mochilero en Chonchi marcó el inicio del juicio oral en su contra. Asegura que no atacó directamente a la víctima y dio puñaladas "a la nada". Acusadores rebaten esta tesis y piden máxima pena.
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Pedro Bárcena González

Buscando reflejar sus muy diferentes posturas, los intervinientes en el juicio contra un adolescente por el asesinato de un mochilero en Chonchi, comenzaron ayer a exponer sus argumentos. Por un lado, los acusadores recalcan que el imputado atacó por la espalda y con alevosía a la víctima; mientras que la defensa insiste en que la agresión se produjo en medio de una riña, que el menor repelió golpes previos y que el procedimiento policial tuvo serias irregularidades.

En el Tribunal Oral en lo Penal de Castro se realiza la audiencia contra el imputado de iniciales N.R.H.B. (17), sindicado como el autor del homicidio calificado de Fabián Olguín Barriga (23), ocurrido la madrugada del 22 de febrero del año pasado en un predio emplazado entre las calles Gabriela Mistral y Pedro Aguirre Cerda de la ciudad chonchina.

El isleño arriesga una sanción de 10 años de internación en régimen cerrado con programa de reinserción social por la agresión contra el universitario, quien falleció producto de un shock hipovolémico y hemorragia masiva, generadas por las tres estocadas que recibió.

El isleño reconoce las cuchilladas, eso sí, enfatizó que nunca fueron "directas" y que se gatillaron en medio de una pelea, para "rescatar" a un amigo de una golpiza.

La declaración del joven que permanece bajo arresto domiciliario total marcó la primera jornada del juicio, que además contempla la participación de más de una quincena de testigos y una decena de peritos.

El acusado relató que los hechos se produjeron después del festival pirotécnico realizado en la costanera de Chonchi, como evento de cierre del verano. Indicó que en el lugar donde acampaban unos turistas "empezó una pelea entre mochileros y mis compañeros", explicando que para "salvar" a un amigo se "aseguró" con un cuchillo: "Saqué a mi compañero que le estaban pegando entre todos y doy como dos puñaladas a la nada, porque no se veía nada".

Asimismo, el adolescente resaltó que Carabineros lo detuvo en el centro de salud local, donde condujo a su amigo herido. "Me obligaron a decir cómo fue todo y me llevaron al lugar donde boté el cuchillo", señaló sobre el accionar policial, aseverando que recibió golpes de los funcionarios.

Bajo este contexto se arma la teoría de la defensa expuesta por el abogado Luis Mora, quien detalla que su representado tomó el arma blanca "de forma disuasiva", dentro del marco de una riña en que habrían participado unos 8 mochileros e igual cantidad de menores de edad, "dentro de un lugar carente de iluminación", apuntó.

El profesional también manifestó que existieron falencias en el procedimiento, aclarando que se incautó el arma sin instrucción fiscal, que su defendido "fue hostigado por la policía" antes que llegara el persecutor y que la constatación de lesiones del menor fue poco acuciosa y subjetiva.

A su vez, el jurista dejó entrever al menos tres atenuantes que se configurarían en este caso: irreprochable conducta anterior, colaboración sustancial en la indagatoria y la inimputabilidad disminuida, aduciendo que "desde el 2013 existen antecedentes que dan cuenta que padece de un retraso mental", expresó.

Acusatorios

Estos elementos distan completamente a los argumentos vertidos tanto por la fiscal Karen Rosas, como el querellante Milton Cuevas. Ambos coinciden en que todo se trató de un homicidio con alevosía, una agresión directa, sin posibilidad de defensa por parte de la víctima, sumando que el acusado es imputable y que tiene antecedentes penales. Incluso, un mes antes de este caso fue detenido por agredir a un joven también con un cuchillo.

De acuerdo a lo expuesto por la representante del Ministerio Público la "nobleza" del estudiante de la Universidad Tecnológica Metropolitana lo motivó a involucrarse en la paliza que estaba recibiendo una mujer en el lugar donde acampaba. Un acción que terminó siendo fatal.

"Su solidaridad lo hace intervenir en defensa de una joven que era agredida con palos y tablas", reiteró la persecutora, sumando que en ese instante se acercó el imputado de manera "artera y agazapada" para propinarle tres estocadas por la espalda causándole la muerte en minutos. Agregó que "no pudo ver a su agresor", que tampoco "tuvo la posibilidad de defensa", siendo todo un "acto de alevosía" al actuar sobreseguro.

Sueños

Por su parte, el representante del padre de la víctima apuntó al lado más emocional en sus alegatos, enfatizando que Fabián "tenía sueños" que fueron "cortados de golpe" por el acusado. Es más, sostuvo que el menor habría señalado que le molestaba la presencia de afuerinos y que incitó a pelear contra ellos. Hasta se habría jactado de su ataque.

Por ello, Cuevas solicitó al igual que la fiscal la máxima pena posible dentro del marco de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente -10 años de internación en régimen cerrado-, dentro de un juicio que continúa hoy con la exposición de peritos y otros testigos ante la sala presidida por la magistrado Loreto Yáñez.

"Acuchilló (el acusado) tres veces por la espalda a Fabián y cortó sus sueños de golpe".

Milton Cuevas,, abogado querellante."

Discusión

La fiscal Karen Rosas buscó desechar de plano las atenuantes solicitadas por la defensa del menor. En cuanto a la inimputabilidad disminuida indicó que nunca sostuvo este punto el adolescente en la causa previa que tuvo por la agresión con cuchillo a un joven. "No dijo que estaba en tratamiento sicológico", expresó la abogada, apuntando también a su nivel educacional -llegó hasta primero medio, insistiendo el defensor que repitió varios cursos, permanecía en grupos diferenciales y que iba al sicólogo de forma periódica- como a su arraigo social.

Además, la profesional aseguró que el imputado entregó tres versiones distintas, con lo cual se descartaría la colaboración. Incluso, como añadió Milton Cuevas, dentro de estos testimonios "se reflejan contradicciones". Por ejemplo, enfatizó, "da cuenta que le quitó el cuchillo a la víctima" y luego indica que sacó el arma de una mochila.

"(El menor) Tomó el cuchillo de forma disuasiva para evitar que agredieran a un amigo".

Luis Mora,, abogado que representa al acusado en esta causa."

Confianza

Tranquila se encuentra la familia del joven asesinado en Chonchi. Su padre, ad portas a prestar su declaración en el juicio, recalcó que las pruebas que se reunieron serían contundentes para acreditar la existencia del delito agravado y la participación del adolescente. Tal como expresó Manuel Olguín, solo resta "aguardar porque esta fase judicial demuestre el trabajo realizado. Existe confianza en que se comprueben los hechos, más al saber que algunos jóvenes que conocían al imputado declararon en su contra". El punto de inflexión para el poblador santiaguino sería la severidad en la eventual condena, ya que el acusado reconoció su participación en el ilícito. "Esperamos que se otorgue el máximo rigor. Por eso, en la condena estamos en veremos, saber cuánto le van a dar", apuntó el también testigo en esta causa, resaltando que las atenuantes invocadas por la defensa serían "rebatibles".

10 años de internación en régimen cerrado con programa de reinserción social pide la Fiscalía.