En lo que marcó un vuelco a su confesión preliminar, la defensa del buzo imputado por el feroz asesinato de un dentista, al interior de su hogar en Dalcahue, solicitó el cambio de cautelar aduciendo falta de participación del hombre de mar en el crimen.

El sujeto de iniciales J.L.B.H. (53) fue encausado hace poco más de un mes por el delito de homicidio calificado contra Efraín Alvear Jaramillo (38), el profesional colombiano ultimado a comienzos de mayo en su casa ubicada en el pasaje El Bosque.

La declaración del buzo fue clave para formalizar la indagatoria, ya que indicó en su momento haber estado en el lugar, sufrir un altercado con la víctima y golpearlo con un hacha de mano que después habría arrojado al mar.

Sin embargo, como enfatizó el abogado Filippo Corvalán, estos antecedentes "se dieron en ausencia de un defensor, siendo una versión discutida, puesto que se produjo bajo presiones, en un lugar donde cinco policías del OS-9 rodeaban al imputado".

Por ello, el profesional recalcó que solo existe prueba indiciaria. "Solo se dice que lo vieron compartiendo con la víctima, en una casa donde pasaba mucha gente y había consumo de droga", aclaró Corvalán, agregando que su representado ahora optó por guardar silencio.

Precautoria

El defensor invocó el cambio de la prisión preventiva, pero la medida se mantuvo. Así lo expresó el fiscal Enrique Canales, sumando que "no variaron las circunstancias del instante en que se dictó la cautelar. Faltan diligencias, como la reconstitución de escena -se realiza esta tarde en Dalcahue-, el comparativo de ADN, por lo cual existe necesidad de cautela".

Además, el persecutor enfatizó que el buzo constituye un peligro para la seguridad de la sociedad.

Su extrañeza y dudas por el móvil del atraco que sufrió su oficina en el sector alto de la capital provincial, manifestó el concejal Juan Eduardo Vera.

El candidato a alcalde por la UDI en Castro detalló que él o los ladrones ingresaron rompiendo un vidrio de la entrada principal, en calle Galvarino Riveros. "Se llevaron un notebook de mi oficina y otro computador que estaba en la sala grande, perteneciente a mi asesor... nada más", acusó.

Asimismo, se preguntó por qué no robaron otras especies de valor. "Tenía una tablet sellada ahí mismo, impresoras, un teléfono celular", agregó. Ahí surgieron las sospechas de Vera: "Parece que estaban interesados en sustraer datos. Duele, porque tenía mi base de datos histórica en mi computador. Por ello, creo que no fue un acto delictual cualquiera".

La denuncia fue interpuesta en Carabineros y efectivos de la Brigada de Investigación Criminal se constituyeron en el lugar para recoger la evidencia del caso.