Actualmente discutimos en el Congreso el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Universidades Estales, sin embargo, contradictoriamente y pese a las promesas del actual gobierno la construcción de la universidad para Chiloé, nuevamente ha sufrido un retraso, debido a una serie de observaciones por parte de Ministerio Desarrollo Social en cuanto a la demanda real y la proyectada, además de la oferta de carreras para poder medir la capacidad total de la casa de estudios.

Esta serie de retrasos que ha tenido el proyecto, además del recorte presupuestario por el cual atraviesa hoy el Gobierno, pone en riesgo la posibilidad que la edificación de este no pueda materializarse durante la administración actual.

No quiero pensar que existe abandono por parte de las autoridades de este proyecto emblemático para Chiloé, considerando su relevancia social como factor clave para disminuir los niveles de desigualdad, no solo por lo relevante que son las universidades regionales para el desarrollo territorial donde se encuentran inmersas, sino por la alternativa real de movilidad de social para jóvenes que no pueden salir de la Isla por razones económicas a desarrollar estudios superiores, agregando además que muchos de ellos podrán acceder a la gratuidad. Por estas y otras razones la universidad para Chiloé no puede seguir esperando, considerando el enorme aporte que podría realizar una casa de estudios a la investigación científica y propuestas de desarrollo territorial para la provincia, que toma aún más valor tras la crisis productiva y económica de los últimos meses.

Espero que este nuevo traspié que ha sufrido el proyecto no sea una excusa para frenar esta inversión que Chiloé necesita aquí y ahora.

Ancud

Castro

Quellón

Dalcahue

Chonchi