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Analizan si recalentamiento de ducto causó el incendio curacano

El municipio local y la Iglesia Católica canalizarán una campaña recolectora para las familias. damnificadas.
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Luis Contreras Villarroel

Alrededor de las 11 horas de ayer arribó un equipo del Laboratorio de Carabineros (Labocar) de Puerto Montt para asumir los peritajes en la zona que fue arrasada por el voraz incendio en Curaco de Vélez, en la isla Quinchao.

La unidad especializada llegó por instrucción de la Fiscalía de Castro en su propósito de determinar cuáles fueron las causas que originaron el fuego que arrasó con cinco antiguas construcciones de madera nativa en la calle Errázuriz.

En forma previa y tras el control del siniestro, el área se mantuvo bajo la custodia de personal de carabineros para comprobar un posible rebrote del fuego que demandó el trabajo de unos 200 voluntarios bomberiles de cinco comunas la tarde y noche anterior.

Desde el Ministerio Público, a través del fiscal Enrique Canales, se informó el resultado de las primeras pesquisas realizadas por el equipo de Carabineros.

"De manera preliminar se entregó como posible causa el recalentamiento de un sistema de descarga de humo (ducto)", dijo el abogado.

Canales expresó que deben examinarse las muestras obtenidas en el sitio del suceso, agregando que "todo sería coincidente con los antecedentes que entregó la víctima original y la propagación tuvo que ver con las condiciones climáticas, sobre todo el fuerte viento reinante".

En tanto, en la municipalidad curacana ya se han organizado en coordinación con la Parroquia San Judas Tadeo para canalizar la ayuda directa para beneficio de nueve personas en forma oficial.

Mauricio Sotomayor, administrador municipal, explicó que "vamos a entregar un bono para cosas personales y, después de eso, vamos a empezar la campaña de recolección con número de cuenta de ahorro para recolectar los dineros y enseres".

La misma fuente consignó que los dueños de los inmuebles siniestrados se encuentran albergados en casas de familiares que residen en la misma comuna.

Uno de los afectados por el siniestro corresponde al poblador Sergio Vásquez, quien no ocultó su tristeza por este desastre que se produjo cuando se encontraba en Puerto Montt siendo testigo del nacimiento de un nieto.

"No me encontraba acá, fueron cosas buenas y malas, ayer (miércoles) por primera vez recibía a mi nieto a la hora que se me estaba quemando la casa, ironías de esta vida: alegría por un lado y llorando por el otro", señaló el poblador.

"Es triste ver el rostro de Curaco de Vélez, el rostro de Curaco no va a ser el mismo de aquí en adelante , el rostro que mostraba el patrimonio, la antigüedad, lo hermoso que era este pueblo, perdimos mucho en Chiloé", reflexionó Vásquez.

Bomberos

Un balance ampliamente negativo debido a la magnitud del desastre entregó el comandante del cuerpo bomberil local, Pablo Miranda. "Nos vimos enfrentados a no poder entrar porque las llamas ya se nos venían encima y en realidad nos sobrepasó, tenemos tres carros de bomba", consignó.

El oficial reconoció que debido a la actual población urbana se hace necesario potenciar el recurso del material mayor de la institución de voluntariado.

"Se podría potenciar, mejorar de repente máquinas de años, este año entró una máquina nueva, ahora tenemos una de alrededor de 20 años; entonces, son gestiones muy lentas como para conseguir recursos", apuntó Miranda.

Esta emergencia se suma a otro gran siniestro en el poblado, ocurrido en 1971, cuando el fuego redujo a escombros la iglesia de entonces (Monumento Nacional) y su casa parroquial, ambas construidas en maderas nativas de la zona, tal como las casas desaparecidas este miércoles.