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Club de los Mentirosos nomina a los jueces

La agrupación "Clumenchi", que surgió durante la década de los 70, en octubre volverá a entregar los galardones a "la mentira más notable del año". Aunque los políticos y los videntes no se escapan, esta vez los magistrados están en la mira por dejar en libertad a "los delincuentes pese a las evidencias". Hasta la caída del puente Chacao ganó el 2006.
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Cinthia Matus O.

Según San Agustín, obispo de la Iglesia Católica, existen 8 tipos de mentiras: las que se dicen en enseñanzas religiosas; las que hacen daño y no ayudan a nadie; las que hacen daño, pero sí ayudan a alguien; las que surgen sólo por el placer de mentir; las que son dichas para complacer a los demás en un discurso; las que no hacen daño y ayudan a alguien; las que no hacen daño y pueden salvar la vida de alguien, las que no hacen daño y por último, las que protegen la dignidad de una persona para que no se sienta mal (popularmente llamada 'mentirita blanca').

Como sea, las mentiras son embustes aquí y más allá de la Quebrá' del Ají (ubicada en el sector El Boco, en Quillota), pero en el "Club de los Mentirosos de Chile" (Clumenchi), sólo se aceptan los engaños exitosos, es decir, a los mentirosos que por su alto nivel de charlatanería, pueden mentir sin que nunca los pillen.

Así lo reitera Aristófanes Alemparte, nombre ficticio del presidente de esta agrupación que nació durante la década de los 70. "Los mentirosos que son descubiertos son un fracaso, por eso en Clumenchi sólo destacamos a los que mienten sin que sean pillados", señala.

En este sentido, el presidente reconoce que a la hermandad no se puede postular. "Hace unos años atrás hubo un político que quiso integrarse prometiendo fondos para un montón de cosas y al ver que quería servirse de la agrupación, por supuesto lo rechazamos. Aquí los socios son elegidos porque no se postula, nosotros los descubrimos", advierte.

Para lograr estos hallazgos, Aristófanes, junto a Plutarco, Demóstenes, Hipócrates, Platón de Valparaíso, Hipatya deValdivia, Tipereth de Santiago, Pericles de Concepción y otros miembros que utilizan seudónimos griegos, se filtran en reuniones sociales.

"Al Clumenchi no se postula, nosotros te descubrimos porque somos la reencarnación de los personajes de la antigua Grecia. En las reuniones sociales puede haber un Clumenchi sin que nadie lo sepa. Por ejemplo, en reuniones de la asociación cristiana de jóvenes, universitarias o sectores profesionales, se van conociendo personas, se interioriza en sus opiniones y por eso se puede decir que incluso hay periodistas. No puedo decir quienes son porque se mantiene el secreto", reveló.

Su origen

El origen del Club de los Mentirosos de Chile, "Clumenchi", tuvo lugar en la División de Jóvenes Adultos, en la YMCA de Santiago. De acuerdo a Aristófanes, fueron las chicas que los bautizaron de ese modo, porque "nos cubríamos las espaldas ante ellas". Con el paso de los años, los estudiantes siendo ya profesionales en distintas áreas, comenzaron a reunirse, convirtiendo las juntas en foros y discusiones de diversos tópicos de actualidad. "Algunos enviaban cartas a los periódicos las cuales eran acogidas y publicadas lo que estimulaba nuestras reuniones", sostiene el presidente.

Posteriormente surgió la iniciativa de darle forma al grupo, que eventualmente se reunía para hablar de mentiras, embauques y cuchufletas. "Como se hacían con tanto desparpajo, decidimos premiar a los 'Mentirosos más exitosos' y a la 'Mentira más notable del año'. Así que a partir del 2004, se entregó el primer galardón que le correspondió al vidente y numerólogo Alejandro Ayun, quien hasta nuestros días afirma ver los espíritus de nuestros ancestros caminando entre los vivos. Luego a Omar Gárate, que tiene convencidos a muchos que sus pulseras provienen de la cuarta dimensión. También han sido premiados Rolando Jiménez del Movilh y un obispo que no cree en Cristo, ni en el matrimonio y que apoya el aborto y la droga. Esto fue bien acogido por otras congregaciones", recuerda Aristófanes.

Por lo anterior, los galardonados comenzaron a recibir diplomas, los cuales fueron recibidos con humor como también con molestia. "La 'Mentira del año' más destacada fue la trágica 'No hay tsunami' en 2010 y otra que fue entregada al museo de la Memoria por 'La Reconciliación Nacional' que, a la fecha, no es más que una ilusión. El diploma de 'No hay tsunami' fue especial porque estuvo durante tres años exhibido en una marisquería de La Serena y la gente lo iba a ver", indica el presidente de Clumenchi.

Los jueces

Los galardones son entregados durante el mes de octubre y aunque los miembros ya tienen más o menos decidida cuál será la mentira premiada, como también al mentiroso más exitoso del 2016, tienen prohibido adelantar cualquier detalle. Sin embargo, aseguran que hoy, aparte de los políticos, los jueces están siendo vistos como los mentirosos más empedernidos.

"Los jueces de garantía también obtuvieron un reconocimiento de nuestra parte el 2007 por los extraños poderes de engañarse a sí mismos. Uno puede ser mentiroso, pero engañarse a sí mismo ya es el colmo. Ahora lo último que se está haciendo es enviarle diplomas a los jueces que están dejando libres a cuanto delincuente hay, a pesar de las evidencias", asevera el fundador del grupo.

Respecto al éxito de la hermandad, que asegura no ser una secta, aunque lo parece en cierto sentido por su hermetismo, los integrantes manifiestan que es porque en Chile, actualmente, "la mentira se ha constituido en una herramienta sin la cual no se podría vivir". Aristófanes indica que no se debe confundir al mentiroso con el cínico "como aquel delincuente que dice confundir el ascensor con el clóset de un departamento", ya que éstos "son aborrecibles".

Perfil

Para identificarse, cada uno de los socios mantiene un gallo en la foto de perfil de Facebook. De otra manera, ninguno puede decir que es parte de Clumenchi. "Nuestro símbolo es el gallo Stéfano, pues entre las especies, es el mentiroso más hábil en la naturaleza. Nuestra organización de crítica social es hermética por lo que hemos rechazado invitaciones a la televisión... porque ¿quién más puede convivir con tantas esposas en armonía teniéndolas felices a todas?", pregunta Aristófanes Alemparte.

Ahora bien, los Clumenchi asienten que seguirán existiendo porque en Chile "nos gusta escuchar cuentos". Es por eso que cada día van sumando más miembros.

"En total somos 92 en todo el país, 30 activos que de vez en cuando nos vamos reuniendo, como en la fiesta de la cerveza de Malloco o en casas de socios. Por esto ya se nos acabaron los nombres de Grecia, pero como tenemos un miembro argentino que se convirtió en musulmán, él se encarga de ver las estrellas e investigar de dónde provienen los integrantes. Así que de ahí salen otros nombres", explica Aristófanes.

Si usted desea sugerir o simplemente contactarse con Clumenchi, el presidente recomienda que les envíe un mensaje por Facebook. "Ahí estará nuestro 'escribiente' Plutarco contestando los mensajes que deseen enviarnos. O también al mail clumenchi@hotmail.com", precisó.