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Comisión de científicos insiste en causas naturales en marea roja

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Laura Farías, oceanógrafa de la Universidad de Concepción y miembro de la comisión que designó el Ejecutivo por la marea roja, señaló que si bien las investigaciones continúan, ya hay algunas conclusiones. El fenómeno se originó por un verano anómalo, donde se dieron todos los ingredientes para el crecimiento de la microalga.

"En simples palabras fue un verano con una alta radiación solar, 30 o 40 por ciento superior al promedio para el área de la Región de Los Lagos. También hubo una sequía extrema y eso significa un flujo mucho menor de agua de río, que llega a los estuarios y cambia la estructura del agua y cómo se mezcla esta y también el régimen de vientos", comentó.

Los pescadores y la gente de mar en general, culparon al vertimiento de salmones de originar este fenómeno o potenciarlo, como afirmó ayer Greenpeace.

La científica sostuvo que "es una pregunta bastante difícil de resolver, es más a posteriori cuando no están los estudios inmediatos de causa y efecto, que son necesarios para los estudios ecológicos, pero mi intuición y lo que yo creo es que pudo haber sucedido sin el vertimiento de salmones".

Miles de toneladas de salmones fueron lanzados en altamar, el punto es que esto también generó un daño ambiente, pero sin relación presuntamente con la marea roja.

"No tiene ninguna significancia o una causa y efecto que eso tenga alguna responsabilidad, pero si el vertimiento de pescados muertos, que finalmente son proteínas con alta carga de nitrógeno, si causan daño ambiental", puntualizó Farías, haciendo hincapié además en que este fenómeno de marea roja podría repetirse, por lo tanto es necesario tomar las precauciones del caso.

Acusan al gobierno de crisis socioambiental

Greenpeace dio a conocer estudio científico que relaciona decisión de verter salmones muertos con la floración de algas nocivas.
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Eduardo Burgos Sepúlveda

La mañana de ayer en el Teatro Municipal de Ancud la organización ambientalista Greenpeace dio a conocer el informe del estudio independiente que realizó en las costas de Chiloé, a raíz de la crisis medioambiental y social vivida a partir de la marea roja, culpando directamente al Gobierno del desastre vivido en las costas chilotas.

Dentro de las conclusiones que sacaron los científicos voluntarios de la institución con sede también en Chile, se habrían encontrado evidencias que indicarían que el vertido de toneladas de salmón en descomposición tendría directa relación con la floración de algas nocivas.

Fue así que la geógrafa Estefanía González, coordinadora de campañas de Greenpeace Chile, fue enfática en señalar que "el Gobierno decidió sacrificar esta zona en función de los intereses de la salmonicultura y de los empresarios que no están haciendo las cosas bien".

El estudio se realizó entre los meses de mayo y agosto, y a través de un comunicado oficial de Greenpeace, se indicó que "si bien la evidencia permite afirmar que la zona ya estaba afectada por bloom de algas, la autorización por parte del gobierno de verter casi 5 mil toneladas de salmones actuó como un 'fertilizante' potenciador de la marea roja, aumentando su magnitud, intensidad y alcance, lo que desencadenó en la crisis social y ambiental que vimos en Chiloé. Una medida del gobierno tomada apresuradamente, desconociendo la regulación nacional y violando los compromisos internacionales sobre la materia", agregó.

Relación

Por su parte, el biólogo Ernesto Molina, que participó en el estudio, advirtió que "no hay fundamentos oceanográficos para afirmar que no hay relación entre el vertimiento y la marea roja que se observó. El vertimiento actuó como fertilizante y las corrientes determinaron el patrón de desplazamiento del amonio proveniente de éste en esa zona".

Explicando esta conclusión, el experto señaló que "no tenemos características del vertimiento mismo, pero sabemos que es salmón descompuesto, con una serie de otras sustancias químicas y sabemos que es altamente rico en nitrógeno, en diferentes formas de nitrógeno, entre otras amonio, que es un nutriente de alta disponibilidad para el fitoplancton, entonces a esto nos referimos con fertilización. O sea, si usted tira sobre una floración algal o la abona con amonio, por cierto se está afectando las condiciones de crecimiento de esa floración algal", precisó.

Recordó Molina que esa mayor concentración de estos nutrientes es una de las conclusiones del comité de científicos convocados por el Gobierno para el estudio de la marea roja. "Usted no puede, por lo menos tajantemente, decir que esto no afecta a la floración algal, sino que al revés, yo puedo afirmar que si usted arroja amonio en una floración preexistente está estimulando el crecimiento del fitoplancton de esa floración algal", concluyó.

Autorización

"Sabemos que el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, permitió a través de las instituciones que de él dependen, que las empresas salmoneras arrojaran el pescado podrido al océano sin realizar un estudio de impacto ambiental que acreditara que el vertimiento no tendría efectos tóxicos en el océano. El gobierno traicionó a Chiloé, lo sacrificó en pro de la industria salmonera", advirtió Estefanía González, coordinadora de Greenpeace Chile.