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De Ancud y Quemchi son los casos del tifus asiático

Médico chilota que trabajó en estudio de más de 200 personas habló de las localidades de donde provenían los pacientes atendidos en el Hospital San Carlos. Un ingeniero sevillano residente en el noroeste de la Isla presentó la enfermedad en España.
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Eduardo Burgos Sepúlveda

Del norte de la Isla Grande son todos los casos confirmados del peligroso tifus de los matorrales o las malezas, que por primera vez fue detectado fuera del llamado "triángulo tsutsugamushi", entre Asia y Oceanía, a más de 12 kilómetros de las costas de Chile.

Así lo confirmó la médico Katia Velásquez, una de los seis profesionales que realizaron el estudio "Confirmación de la presencia de Orientia spp en Chiloé, Chile", financiado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), en el que se investigaron a 232 personas.

La isleña afirmó que "los estudios clínicos son así, que a veces tienen que tomar una gran cantidad de población", advirtiendo que "nosotros pesquisamos los primeros casos de Orientia tsutsugamushi en Chile y todos ellos se pesquisaron desde el Hospital de Ancud y se afectaron o enfermaron en la parte norte de la Isla".

Detallando este antecedente, Velásquez indicó que se trata de distintos puntos de esta comuna chilota, entre ellas Guabún, Linao, Kilómetro 25, Palomar, y también un caso en Quemchi. Ello, además de otro paciente que no fue pesquisado en Chile y que corresponde a un ciudadano español residente temporalmente en Duhatao, en el oeste de Ancud, el cual fue diagnosticado en su país de origen.

La fuente precisó que el primer caso se dio en el 2006 en el sector de Guabún, correspondiendo a un biólogo que estuvo realizando trabajos en una zona boscosa. "Él tenía muchas picaduras de sanguijuela, un cuadro de fiebre, con exantemas, lesiones cutáneas y se fue a Santiago y allá en el Hospital de la Universidad Católica le hicieron todos los estudios y entre ellos investigaron Rickettsia (género de bacterias al que originalmente se incluía la Orientia tsutsugamushi), lo cual habitualmente no se investiga porque no hay en Chile", consignó.

Fue a raíz de ese cuadro que la médico Katia Abarca gestó un proyecto financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) que permitió hacer el estudio y las confirmaciones en un laboratorio de Laos, en Asia, y ratificar seis casos que dieron resultado seropositivo a la presencia del patógeno causante del tifus de los matorrales.

"Nosotros mandamos muestras de estos pacientes que tenían clínica compatible y esos resultaron positivos. Además, yo tengo entendido que se hicieron estudios en otros hospitales y en otras partes, pero donde resultaron positivos fue acá", recalcó Velásquez.

¿endémica?

"Lo interesante es que esta es una bacteria que se pesquisa acá por primera vez en Chile y en Chiloé, pero que probablemente está acá desde tiempos inmemoriales", comentó la ancuditana, reconociendo que no se sabe si la bacteria es endémica del Archipiélago, es decir propia de la zona, y no había la técnica para detectarla, o bien, que llegó a la provincia con el primer caso ratificado.

En este sentido, la facultativa apuntó a que ha habido algunos factores a considerar en el último tiempo, como el cambio climático y las temperaturas más elevadas, porque esta es una enfermedad estacional, que de hecho se ha detectado solamente en las épocas estivales, salvo un paciente pesquisado en abril de este año en Puerto Montt y que provenía de Chiloé.

Ante estas dudas y la falta de una vacuna para esta patología que cada año mata a unas 140 mil personas en el mundo, la facultativa hizo un llamado a la población a prevenir situaciones que podrían decantar en un contagio. "Las personas que van a ir al bosque o que van a manipular hojas o que van a estar en contacto con leña recién cortada se tienen que proteger", recomendando que la piel no toque directamente estos vegetales, usando para ello ropas largas.

Acerca del vector, Velásquez recalcó que no hay conocimiento que indique que este sea algún tipo de roedor particular, siendo enfática en mencionar que es un pequeño arácnido "provoca la infección a través de una mordedura o una picadura y en el sitio de la picadura o mordedura aparece una lesión como una quemadura de cigarrillo, que es lo más característico, y después aparece la fiebre, el dolor de cabeza, los dolores musculares como si fuera una gripe muy fuerte, también pueden aparecer molestias visuales y lesiones que después se diseminan y pueden afectar a todo el cuerpo".

Detalló del transmisor de la enfermedad que es "un ácaro pequeñito que está en los matorrales, pero no se sabe tampoco en cuáles y este es el que transmite la bacteria, que es la Rickettsia, que en este caso es una Orientia tsutsugamushi".

español

Respecto al ciudadano español que fue afectado por esta enfermedad y que no está dentro del estudio realizado por los facultativos chilenos, se trata de un ingeniero sevillano que publicó en marzo del 2015 en su blog que "la rickettsia me infectó en Chiloé, justo antes de volver a España. Mis médicos intentaron darle nombre, sin éxito. Las pruebas inmunológicas contra las rickettsias más habituales en América y Europa dieron resultados negativos".

Agregó el europeo que "bicheando por internet, mi médico encontró un paper sobre una infección producida por una rickettsia que, aunque muy extendida en Asia Extremoriental y Oceanía, nunca se había detectado en otras partes del mundo, incluyendo Sudamérica. Su nombre era Orientia tsutsugamushi y causaba la llamada 'fiebre de los matorrales' en muchos países asiáticos, dándose allí hasta un millón de casos de infección anuales".

También compartió el académico avecindado en Ancud que "lo interesante es que en el paper en cuestión, escrito por un equipo conjunto de médicos chilenos y norteamericanos, la infección se había producido en Chiloé y la víctima había sido un ecólogo que había estado desarrollando trabajos de campo en los bosques de la Isla Grande".

"Lo interesante es que esta es una bacteria que se pesquisa acá por primera vez en Chile y en Chiloé, pero que probablemente está acá desde tiempos inmemoriales".

Katia Velásquez,, médico ancuditana."

"Las personas que van a ir al bosque o que van a manipular hojas o que van a estar en contacto con leña recién cortada se tienen que proteger".

Katia Velásquez., médico ancuditana."

2006 se detectó el primer caso de tifus de los matorrales en provincia de Chiloé.

12 mil kilómetros de las costas de Chile y más se da este mal en Asia y Oceanía.