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Tras 11 años terminó el convenio de cooperación Chiloé-Finistère

11 fueron los profesionales o cooperantes que llegaron desde Francia a trabajar en la zona durante el tiempo que se extendió el vínculo entre ambos territorios.
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Carolina Larenas Faúndez

Cambios en la dirección política del Consejo Departamental de Finistère, así como recortes presupuestarios en esa provincia francesa y el bajo interés de la contraparte local marcaron el fin de más de 13 años de relación entre ambos territorios, aunque fueron 11 de manera formal.

Lucie Legoff, una de las últimas cooperantes galas en la zona, cerró la oficina que ocupaba la cooperación en calle Freire en Castro el 15 de septiembre pasado, lo que selló el fin de un acuerdo que comenzó como una forma de ayudar a alumnos de escasos recursos y que trascendió a otros ámbitos como la formación profesional y el desarrollo sustentable de los territorios.

11 fueron los profesionales o cooperantes que llegaron desde Francia a trabajar en la zona durante el tiempo que se extendió este vínculo, quienes trabajaron en duplas y por el lapso de dos años en la provincia.

Potenciar las similitudes de los dos territorios fue uno de los objetivos de este acuerdo, que si bien llegó a su fin de manera formal podría continuar gracias a las conexiones generadas sobre todo entre las organizaciones de la sociedad civil.

"En un inicio el trabajo era más centrado en el tema de la agricultura, después fue evolucionando y también estuvo el turismo, los humedales, la cultura, así es que de a poco a partir de las necesidades hemos ido adaptando el proyecto", afirmó la cooperante.

Organizaciones sociales e instituciones locales fueron las que en el 2003 comenzaron con el nexo con la contraparte francesa, para dar paso en el 2005 a un acuerdo más formal que se firmó entre el Consejo de Finistère y la Asociación de Municipalidades de Chiloé, en el que con el correr de los años también se involucraría la Gobernación Provincial e incluso el Gobierno Regional.

En este sentido, la joven sostuvo que "esto fue un proceso, un convenio de cooperación así descentralizado es una opción, es optativo, lo que ellos tienen con Chiloé no es ninguna obligación y no tenía la vocación de ser permanente en el tiempo, la idea fue ser un apoyo".

Junto con ello, la francesa expuso que "Finistère pasó en 2015 por un proceso particular de elecciones provinciales donde fueron renovados todos los políticos, cambió igual la presidenta del Consejo Departamental de Finistère, entonces son personas nuevas que tenían menos cercanía con el programa de cooperación y además de este tema político hubo también un tema de restricción presupuestaria".

Por un año y medio permaneció Lucie Legoff como cooperante y tras este período y con cierta tristeza por el fin de un proyecto de estas características, valoró la experiencia acumulada en este tiempo, las relaciones de amistad que pudo establecer y también que exista la voluntad de continuar con este tipo de trabajo.

"Se quiere armar una agrupación acá en Chiloé con gente que está todavía interesada con la cooperación internacional entre Chiloé y Finistère y quizás también con otros territorios y eso es lo interesante, que no se vayan perdiendo todos estos años de intercambio", sostuvo.

Del mismo modo, mencionó que "allá la gente en Finistère también está viendo la posibilidad de agruparse para seguir intercambiando con Chiloé".

Si bien existió interés local por este trabajo, el aspecto político fue un punto cuestionado, sobre todo porque los cambios en los liderazgos de los municipios y la gobernación no permitió darle la continuidad que necesitaba este tipo de experiencia, ya que también era clave contar con un parte técnica local.

Waldo Vera fue una de las personas que estuvo desde que se generó la idea de la cooperación e incluso mucho antes, cuando el organismo del que forma parte contaba con la colaboración de agrónomos franceses.

"Nosotros como Agraria Los Lagos teníamos una suerte de cooperación anterior, desde la Reforma Agraria se podría decir con Francia y teníamos cooperación internacional, a través de organismos no gubernamentales y esa fue una de las razones por las que en este caso el Consejo General de Finistère se interesara en Chiloé como para tener un programa de cooperación", enfatizó la fuente.

Asimismo, el agrónomo señaló que si bien en el origen del acuerdo hubo algunos problemas de instalación, esto se subsanó, ya que la principal carencia se centró en que nunca se creó una contraparte fuerte en la zona.

Dificultad

"Las autoridades nuestras duran cuatro años y cada cuatro años había que explicarles todo de nuevo y comenzar nuevamente con el programa y no solo comunales o provinciales, sino que a nivel de región y eso dificulta mucho", relató el profesional.

La lejanía del lugar de origen, los vínculos de amistad y el afecto de la gente con la que se han relacionado acá en Chiloé ha generado que algunos de los cooperantes hayan decidido permanecer en Chiloé.

Este es caso de Jean Phillipe Willaume, quien estuvo trabajando en la cooperación entre el 2008 y el 2010. Tras regresar a la zona y realizar una serie de trabajos, incluso lavar perros en una veterinaria, ahora se desempeña como profesional del municipio de Dalcahue.

"Entré como encargado de desarrollo de los territorios del borde costero y educación profesional y para mí fue una súper buena experiencia que me cambió la vida completamente", argumentó el joven, sumando que "llegar a Chiloé fue difícil al principio, acostumbrarse al clima sobre todo, pero después uno va generando una red de contactos muy importante porque estuvimos trabajando con 10 comunas con actores privados y públicos".

Además, puntualizó que "tratamos de generar dinámicas de desarrollo sustentable, pero en realidad la cooperación nunca encontró una contraparte técnica acá".

Juan Alberto Pérez, quien cuando se firmó el primer convenio de cooperación presidía la Asociación Provincial de Municipalidades, coincidió en la crítica a la forma en que localmente se abordó el programa por parte de las organizaciones que lo integraban como los municipios, la gobernación y el Gobierno Regional.

"Me da la sensación que en cada uno de estos actores el interés fue solo inicial y después se fue diluyendo y entonces los franceses también fueron proponiendo cambios, los que hasta el día de hoy se conocen como el término de la cooperación francesa", resumió el alcalde de Dalcahue.

"En un inicio el trabajo era más centrado en la agricultura".

Lucie Legoff,, cooperante de la Finistère."

"En realidad, la cooperación nunca encontró una contraparte técnica acá".

Jean Phillippe Willaume,

actual funcionario del municipio dalcahuino y ex cooperante."