"La contención y acogida de los niños es una tarea de todos"
El sicólogo y orador perteneciente a la institución coorganizadora del seminario "No Enmudecer", conversó con La Estrella de Chiloé sobre cómo reaccionar tras oír la confesión de un menor que ha sufrido una vivencia de abuso.
Lamentablemente, la isla de Chiloé, forma parte de una preocupante estadística.
Según datos del Ministerio Público, la provincia figura como la segunda a nivel nacional en el índice de denuncias de abusos sexuales infantiles. Sin duda, no son cifras que nos enorgullecen, por lo que, además de prevenir, es necesario mantener los ojos abiertos para saber cómo reaccionar cuando un niño o adolescente cuenta, por primera vez, sobre el flagelo del que ha sido víctima.
Marcelo Abarca es sicólogo, subjefe del Departamento Técnico de Fundación Ciudad del Niño, y ha dedicado toda su vida profesional a trabajar en el área de la niñez, especialmente en temas de maltrato grave y abuso sexual infantil.
Afirma que el momento en que el niño revela que ha sufrido maltrato o algún tipo de agresión sexual es crucial, pues es importante que el niño o adolescente se encuentre en un espacio adecuado y con una persona que le inspire confianza.
"Cualquier persona podría tener la capacidad para contener y tranquilizar a un niño. La idea es ubicarlo en un lugar donde se sienta cómodo y confortable, y preocuparse si está alimentado y si en ese momento han sido satisfechas sus necesidades básicas. Debe sentirse protegido", señala el profesional.
Si bien pueden parecer recomendaciones obvias y propias del sentido común, Abarca explica que en muchos casos, los niños realizan esta develación a personas de su confianza, pero que no siempre saben reaccionar ante tal noticia.
"Lo principal en cualquier proceso es proteger, porque proteger es reparar. Y eso lo vemos cotidianamente cuando recibimos a los niños que han sido derivados a nuestros programas. Llegan no sólo con miedo, sino también agotados, porque nadie los contiene en el proceso previo, además de haber tenido que revivir una y otra vez el abuso a través de sus relatos", afirma la fuente.
Contar
El experto señala que no es necesario presionar al niño para que cuente todo lo sucedido en forma lineal, ni mucho menos con detalles.
"Recordemos que una agresión sexual crónica no va a ser develada al momento de haber ocurrido el hecho. Lleva tiempo, porque normalmente está relacionado con otros factores que la retardan, como por ejemplo amenazas por parte del agresor hacia el mismo niño o su familia", detalla.
Suma que "además, muchas veces se trata de abusos sexuales que llevan años produciéndose, por lo que será imposible que el infante recuerde cada episodio de forma detallada".
Contención
La contención no solo es importante al momento de la develación por parte del niño que ha sufrido violencia. Según el sicólogo de Fundación Ciudad del Niño, es importante que la víctima se relacione en círculos cercanos donde pueda ser escuchado y contenido, en lugar de juzgado o etiquetado.
"Tras la develación debe asegurarse que el niño esté inmerso en ambientes contenedores, y que no solo se remita al espacio de la terapia con un profesional. El colegio es un caso típico, pues es recomendable que el pequeño no sea estigmatizado por sus compañeros o profesores. Lo mismo pasa con la familia: la idea es que exista sinergia entre todos los contextos donde se desenvuelve la víctima", puntualiza el experto.
Compromiso
El rol del terapeuta y de los diversos profesionales que tratan con niños dañados tras un abuso sexual, es fundamental para una adecuada resignificación del episodio.
Si es que la función del sicólogo no se realiza adecuadamente, puede dañar seriamente al niño, quien sufrirá aún más, gracias a la denominada "victimización secundaria". "Uno como profesional debe acomodarse a las necesidades del niño y conocer su desarrollo evolutivo, su realidad, sus emociones", señala Abarca.
Según el especialista no existen recetas mágicas para tratar a una víctima de tan dolorosa experiencia, ya que cada caso es diferente.
"Tras la develación debe asegurarse que el niño esté inmerso en ambientes contenedores, y que no sólo se remita al espacio de la terapia de un profesional"."