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[sicología y salud]

Sepa cómo ser cascarrabias puede afectar su salud física y mental

Las personas que se muestran persistentemente enojadas suelen tener una percepción pesimista de la vida y pueden llegar a experimentar desbordes emocionales y hasta problemas cardíacos.
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Camila Espinoza López

"Elmer Gruñón", personaje de Warner Brothers, no podía evitar frustrarse cuando no lograba capturar al conejo Bugs, quien, con sus trucos, siempre lograba "sacarlo de quicio" y escapar. La bella adolescente Kathy Ka-Boom, de la serie "Animaniacs", también experimentaba problemas para controlar sus emociones y, cuando algo la molestaba, cambiaba de color y podía llegar a destruir por completo su casa.

El enojo es una emoción que recurrentemente es recreada en la pantalla y que, en la vida cotidiana, puede afectar la salud y generar una actitud pesimista y hasta problemas cardíacos.

"El estar enojado es un estado emocional que varía en intensidad. Desde estar un poco molesto a tener una ira intensa. Cuando estoy enojado, ocurren cambios tanto a nivel sicológico como biológico", dice Dominique Karahanian, sicóloga y académica de la Universidad Mayor.

La especialista comenta que, cuando se experimenta esta emoción, se produce una alteración en la frecuencia cardíaca, en la presión, se libera adrenalina y, a nivel mental, se genera "la sensación de pesimismo, de que va a salir todo mal".

corazón en problemas

Un estudio publicado por la revista científica "Circulation" concluyó que hacer actividad física intensa cuando se está estresado u enojado podría aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardiaco.

"En realidad se sabe que las cosas que gatillan un infarto, muchas de ellas, tienen que ver con tensión o con ejercicios que son los factores que aumentan los niveles de adrenalina y eso produce efecto en las arterias, que se contraen más o se rompen algunas placas cuando el corazón está demandando más oxígeno", indica Jorge Jalil , profesor de medicina del Departamento de Enfermedades Cardiovasculares de la Universidad Católica.

El cardiólogo comenta que las emociones fuertes pueden influir en la salud cardíaca, especialmente en aquellos casos de personas que cuentan con otros factores de riesgo, como fumar, tener diabetes, colesterol alto, presión arterial no controlada y ser sedentarios.

"Uno muchas veces como cardiólogo ve pacientes que han empezado con dolor después de una rabia", indica.

"Pero cómo decirle a las personas que no estén estresadas, que no tengan pena, si experimentan un duelo. La salud mental es algo que tenemos que ver y detectar en aquellas personas, como los adultos mayores que viven solos, porque estos gatillantes pueden incidir sobre la salud y el bienestar general", recalca, por su parte, el cardiólogo Ernesto Chaigneau, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

Cómo manejarla

Mercy Iriarte, sicóloga de Clínica Vespucio, entrega algunas claves para sobrellevar la rabia.

"Guardarse todo lo que se siente no es bueno. Si hay algo que te molesta o no te gusta, háblalo. La persona se desborda emocionalmente porque ha dejado acumular cosas. Es una bomba de tiempo", manifiesta.

La especialista aconseja que, cuando un familiar se enfrenta a una persona alterada, la clave es abordarla de forma calmada: "Hay que mostrarse cercana y agradable. Así, le bajas el perfil".

Mientras, Rodrigo Cauas, sicólogo deportivo de la Universidad Andrés Bello, agrega que una de las consecuencias de estar molesto es la inmovilidad:

"Los cambios no se pueden realizar con un estado emocional negativo o desde el enojo", recalca.

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No sobrecargarse laboralmente

La sicóloga Mercy Iriarte señala que ver a una persona frecuentemente enojada es síntoma de estrés y de acumulación de tensión. Por eso aconseja evitar tomar más tareas de las necesarias en el trabajo. Ser prudente.


Buscar una vía de escape con alguna actividad

La especialista de Clínica Vespucio dice que es necesario destinar tiempo a relajarse y distraerse, después del trabajo, y encontrar actividades "como la natación o hacer trekking", para no acumular presión.


Darse espacio para compartir en familia

"La familia debe ser un lugar de tranquilad. No hay que desquitarse en la casa. Por eso hay que aprender a separar los tiempos. Eso le cuesta al ser humano", señala la especialista sobre la convivencia en el hogar.

"Uno muchas veces como cardiólogo ve pacientes que han empezado con dolor después de experimentar una rabia".

Jorge Jalil, cardiólogo y profesor de la Universidad Católica"


No ser perfeccionista

"No hay que ser tan perfeccionista ni tan cuadrado. Cuando nos exigimos mucho eso viene desde la infancia, cuando los padres nos decían: tienes que sacarte la mejor nota y llegar a la mejor universidad", indica Iriarte sobre la tensión que genera el ser perfeccionista.