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Aventureros atraviesan Chiloé en su conquista continental

Salieron desde Medellín, Colombia, y después de 15 meses de una espectacular travesía este matrimonio cafetero arribó a la Isla Grande. Ambos se maravillaron con los parajes insulares y con la solidaridad de los chilotes.
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Luis Contreras V.

Mario y Johana, originarios de Colombia tienen algo en común: una fuerte pasión por viajar por el mundo en una moto. Ambos, primero como amigos y más tarde como matrimonio, decidieron emprender una aventura que los llevaría a recorrer diferentes países sudamericanos. Una locura para sus familiares, pero toda una hazaña para este técnico en electrónica y la técnico en turismo, quienes un 3 de agosto de 2015 dejaron todo en la ciudad de Medellín para conquistar literalmente toda Sudamérica.

El reto responde a un sueño que desde niño tenía en la retina Mario Salinas, quien a sus 36 años de edad y de la mano de su compañera Johana Torres están viviendo la empresa más importante e inolvidable de sus existencias que los tuvo por Chiloé.

La tarea no ha sido fácil desde que en una moto de tan solo 100 centímetros cúbicos salieron hace 15 meses para explorar la tierra sudamericana, descubrir nuevas culturas y hacer amistades sobre todo entre quienes son motoqueros de pasión.

A lo largo de este trayecto, un imperdible para estos dos colombianos ha sido conocer los distintos parajes naturales y estilos arquitectónicos que brinda cada ciudad por donde han pasado.

Con 22 mil kilómetros recorridos y haber cruzado por cuatro países, el destino para esta alegre pareja de la tierra del vallenato no podía ser otra que ingresar a Chile haciéndolo por el desierto de Atacama en el norte de nuestro territorio. El acceso se concretó durante el mes de julio.

"Esta idea nace desde que era niño, siempre he querido viajar y salir del entorno en que me desenvolvía, primero me compré una bicicleta para entrenar pero me pareció que era demasiado duro, se necesita un buen estado físico e incluso quería mochilear", recuerda el piloto.

Colombia, Ecuador, Bolivia y Chile han sido los países que estos motociclistas han cubierto durante estos largos 15 meses de aventuras donde el cansancio y las largas horas de viaje entre distintas ciudades no han mermado el profundo deseo de explorar cada rincón de este lado del orbe.

En tanto, la joven profesional explica que su moto cuyo modelo es del año 2007 ha sido la base del éxito de esta hazaña que los tuvo por algunos días recorriendo los 200 kilómetros de distancia que tiene el territorio chilote entre Chacao y Quellón.

Periplo insular

Johana Torres cuenta que a lo largo de su periplo "lo más difícil que nos ha tocado desde el inicio del viaje fue dar el primer paso, tomar la decisión de irnos, teníamos muchos miedos, en una familia que cuando le expresamos nuestros deseos siempre iban a haber pensamientos negativos, miedo a que nos pase algo, ¡están locos, cómo van a hacer eso!". Una forma de derribar mitos y barreras que hasta el momento dicha experiencia les ha dejado un balance favorable.

La aventurera de tan solo 26 años explica que el primer tramo comprendió una distancia recorrida de 500 kilómetros en el norte de Colombia, agregando que luego de esta ardua y extenuante travesía redujeron a 300 kilómetros por día en cada uno de los países por donde han cruzado.

Se calcula una permanencia de cuatro meses en cada territorio que recorren, tiempo suficiente para estrechar lazos con sus pares latinos y generar algunos ingresos para financiar el dilatado viaje continental. La generación de recursos propios más el aporte solidario que han percibido en cada estadía han contribuido para el éxito de este infinito viaje por los confines del continente americano.

Estadía

Tema aparte merece la estadía de esta pareja de motoqueros en diferentes regiones de Chile donde han consolidado una fuerte comunicación con clubes de motos, cuyos socios les han abierto las puertas en su travesía.

Un balance favorable, según cuenta la mujer. "La gente ha sido muy hospitalaria, ha sido una cadena desde que entramos a Chile, los clubes de motos nos han ayudado haciendo una verdadera cadena solidaria, y las veces que hemos acampado ha sido una decisión de nosotros", enfatiza.

"Cada rincón de la isla es muy hermoso y desde que entramos por el canal de Chacao se ve lo mágico que es la Isla", menciona Mario Salinas. Los dos no ocultan el impacto que ha tenido el cambio de clima, siendo totalmente opuesto entre las condiciones ambientales chilotas y colombianas.

Sin embargo, el tour de estos cafeteros amantes de la aventura no termina en Chiloé, sino que su itinerario tiene contemplado en el horizonte conquistar el extremo sur de Chile incorporando las afamadas Torres del Paine y Punta Arenas antes de iniciar este largo retorno cruzando hacia el lado argentino.

Desde el país del otro lado de la cordillera se iniciará una segunda etapa que incluye recorrer precisamente Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Venezuela. Una apuesta que esperan concretar en los próximos 18 meses con la esperanza de encontrar la misma recepción como la obtenida en esta primera fase de recorrido.

"La idea es volver en nuestra moto, esperamos volver en un año y medio más a Colombia aproximadamente", señala el piloto.

Respaldo

Una especial atención proporcionó en Castro el club de motociclistas Los Piratas de la Isla Grande, y que fue valorado por estos jóvenes al momento de facilitar las condiciones para continuar con este recorrido.

Aclara Salinas que "ellos nos han apoyado, nos han tendido la mano durante los días que estuvimos, nos ofrecieron la posibilidad de conocer el trabajo que se realiza en el campo".

Afirma la fuente que una vez concluido este proyecto de aventura por el continente esperan obtener como principal experiencia "la relación con las personas, todas esas personas en Sudamérica tienen esa esencia mágica de entregar, de dar por los demás, cuando llegas a esos lugares encuentras a la persona humana, que te atiende".

Siempre junto a su motocicleta todo terreno Mario y Johana abandonaron el territorio chilote cargados de recuerdos e imágenes imborrables de su fugaz paso por la cultura insular y que se suman a otras vivencias, tanto chilenas como de las naciones vecinas.

Un proyecto que por estos días ya debe tener a estos "locos" de la aventura explorando el extremo más austral de América y que esperan sellar con éxito cuando arriben a su natal Medellín durante los primeros meses del 2018.

"Esta idea nace desde que era niño, siempre he querido viajar".

Mario Salinas,, aventurero colombiano."

"La gente ha sido muy hospitalaria, ha sido una cadena desde que entramos a Chile, los clubes de motos nos han ayudado".

Johana Torres,

motoquera"

22 mil kilómetros han recorrido estos aventureros en su travesía continental.

4 meses llevan en el país estos colombianos que luego viajarán a Argentina.