Eduardo Burgos Sepúlveda
Una pena de 12 años de presidio mayor en su grado medio pide la Fiscalía de Quinchao como pena contra un hombre acusado de haber atacado de muerte a su madre, propinándole lesiones con arma blanca que por poco le costaron la vida.
Los hechos por los cuales se le acusa a J.A.M.M. (22) de parricidio en grado de frustrado corresponden a los ocurridos el 5 de noviembre del 2015 en el sector de Putique, camino al vertedero.
Ese día, aproximadamente a las 2 de la madrugada, en el domicilio que el acusado compartía con su progenitora -de acuerdo a lo que dicta la acusación de Fiscalía-, el joven "hirió gravemente con arma blanca a su madre, la víctima doña Flor Hidemia Millaquién Chiguay, causándole lesiones de tipo homicida".
Estas últimas consistieron en tres heridas torácicas por arma blanca, cerca de línea media, paraesternales, con diagnóstico de hemoneumotórax secundario a herida cortopunzante en tórax anterior y superior, fractura costal segunda izquierda, con equimosis, erosiones de la cara y heridas superficiales de tórax cortopunzantes, las que fueron calificadas médicamente como de carácter grave.
Según el Ministerio Público, la víctima no habría fallecido "solamente a causa de la intervención médica que fue objeto en los momentos posteriores a la agresión", por lo que constituiría el delito de parricidio en grado de frustrado.
El hecho quedó al descubierto luego que el propio acusado comunicara del delito a la guardia de la Subcomisaría de Carabineros de Achao, confesando haber atacado a su madre con dos armas blancas, con las cuales le propinó diversas heridas, lo que fue corroborado el personal de servicio al llegar al domicilio, en el sector rural.
Formalización
La propia víctima corroboró que su hijo había sido quien le habría herido de gravedad, por lo cual la Fiscalía de Quinchao lo formalizó por su responsabilidad en los hechos de sangre, quedando el imputado en prisión preventiva durante el tiempo de investigación, el que en primera instancia fue decretado en 120 días.
En el contexto del crimen, existió la presencia de consumo de alcohol, lo cual "no es un eximente de responsabilidad penal", advirtió el fiscal de la causa, Cristian Mena.
Añadió el abogado que no existen circunstancias agravantes en este caso y que como atenuante concurre la irreprochable conducta anterior del imputado.
Como penas accesorias, el organismo persecutor pedirá la inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena. Eso, además de la determinación de la huella genética del acusado y su incorporación al registro de condenados.
Pedirá también la Fiscalía la prohibición de acercarse a la víctima por un lapso de dos años y tratamiento psicológico por el mismo lapso de tiempo.
Alcohol
El fiscal de la causa, Cristian Mena, recalcó del supuesto estado de ebriedad del acusado en el momento del ataque a su madre, el que supuestamente se originó tras una discusión, que "más allá que pueda ser cierto, no altera la responsabilidad penal del imputado y, de hecho, el estado de alcoholismo o etílico no es un eximente de responsabilidad penal".
Sumó que durante el juicio se discutirá con la defensa del victimario si las lesiones fueron para dar muerte.