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Bomberos profesionalizan su misión de servir a la comunidad

Casi no hay semanas en que los voluntarios de Castro no participen de cursos o capacitaciones tendientes a mejorar su operatividad. Una verdadera consigna que los prepara para su labor, especialmente para salvar vidas.
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Pedro Bárcena González

Las llamas cubrían por completo el segundo nivel de la humilde vivienda. No existía información clara. Unos decían que la casa estaba deshabitada, otros que era el hogar de un matrimonio. Y lo peor se confirmó. El incendio mató a Norma Obando (80) y nadie sabía de su esposo. La desesperación era máxima y crecía con la intensidad del fuego. Un nefasto augurio se apoderaba de todos pero no de dos bomberos, quienes salieron de entre las llamaradas y el humo tóxico con el anciano entre sus brazos.

Guillermo Oyarzún Soto (84) salvó de una inminente muerte del siniestro que arrasó el inmueble de calle O'Higgins de Castro, la madrugada del 15 de mayo del 2014. Un resultado que no solo se explica por la atrevida acción de los voluntarios, sino también por la preparación de estos héroes. Esa es la clave: perfeccionamiento bomberil.

Uno de los protagonistas de esta historia, el hoy secretario general del Cuerpo de Bomberos, Felipe Almonacid, recuerda que gracias a los conocimientos que manejaba logró junto a Nilsson Serey rescatar a la víctima.

"Al decir que había gente adentro armamos un equipo y junto a mi compañero llegamos al segundo piso donde ubicamos bajo una cama a la persona, que ya estaba con pérdida de consciencia. Utilizando las técnicas de búsqueda y salvataje tuvimos éxito, sabíamos que se debía hacer una extracción rápida", aclara el joven, explicando que "más de seis minutos de inhalación de humo significa la muerte".

A pesar que poco se podía ver por el manto tóxico que cubría la casa que se desplomaba, los efectivos de la Tercera compañía maximizaron su pericia para dar con el paradero del abuelo y sacarlo del infierno que vivía. "Usamos escalas, derribamos unas puertas y aprovechamos todos nuestros conocimientos para este rescate", apunta el bombero, expresando toda una consigna a seguir.

Impulso

Este ejemplo sirve como motor de esta institución. Es el impulso y uno de los objetivos principales del plan operativo. La capacitación es la mejor herramienta para abordar las emergencias.

Y bien lo sabe el primer comandante del voluntariado castreño, Fabián Gallardo, quien también vivió una experiencia extrema que le ratificó que sus aliados deben ser los funcionarios preparados.

En un ya distante año 1998, quien en ese tiempo las oficiaba como capitán de la Cuarta unidad, ingresó a una construcción ardiendo en la población Juan Soler. Solo impulsado por su instinto llegó a un dormitorio y rescató a dos niños, de 4 y 6 años.

"Había mucha confusión, pero entré igual, desconecté el balón de gas, me arrastré y en la pieza no solo encuentro a un menor, sino dos. No se veía nada, tropezaba con todo, chocaba con las paredes y me costaba avanzar con los dos chicos colgados a mi cuello, pero logramos salir", rememora el oficial.

Gallardo enfatizó que "en ese tiempo no tenía los cursos especializados, cometí errores por falta de conocimiento, lo que demuestra que teniendo mayores competencias, se pueden evitar muchos riesgos y conseguir resultados más positivos. Esa es la lección y lo que buscamos plasmar en todos los voluntarios en este tiempo".

Abanico

Bajo esta lógica, el prisma de talleres, seminarios, cursos, jornadas, capacitaciones en general abunda en el horizonte de Bomberos de Castro. Cada semana se analizan los conocimientos prácticos y teóricos adquiridos y se espera por nuevas actividades para perfeccionar al contingente. Y para muestra, un botón.

Hace pocos días 26 voluntarios de la Primera, Segunda y Tercera compañías -junto a un gendarme- participaron de un curso de rescate en incendios, dictado por instructores de la Academia Nacional de Bomberos (ANB) con presencia en Chiloé. En el cuartel de la Primera del sector Gamboa se desarrollaron las maniobras a full. Incluso, como reconoce el propio Gallardo, "fue tan intenso que algunos terminamos algo lesionados".

Y esa es la tónica. Se pretende en cada curso reconstituir la realidad de una emergencia para que nadie resulte sorprendido al momento de abordar las alertas.

"Como en cada jornada, el balance es muy positivo. Se trabaja en equipo y afianzan los lazos para enfrentar estas realidades. En este caso, estuvimos casi todo el día con los equipos de respiración autónoma puestos y simulamos los rescates en tiempo real", afirma el comandante.

Este sábado y domingo fue el turno del curso de entrada forzada y sistema de comando de incidentes, realizado también en la "casa" de la Primera y en el cuartel general. A este se agregan muchos otros, como el de control de fuego en vehículos y manejo de escalas, esperando para las próximas semanas el taller de cuerdas, nudos e izamiento de material, como igualmente el de primera respuesta a incidentes con materiales peligrosos (Primad). Y en enero esperan realizar una capacitación en rescate vehicular.

"La idea es completar la malla curricular para que seamos bomberos operativos, que lo exige la ley marco de Bomberos. De aquí a mayo esperamos que todos estén al mismo nivel. Esa es la primera fase para luego llegar a profesionalizar nuestra labor como el gran objetivo que perseguimos y que busca este marco legal", manifiesta el comandante.

Con todos los antecedentes expuestos, las cientos de horas de trabajos prácticos y las verdaderas giras a otras ciudades del país, como el reciente curso nacional de combate de incendios forestales realizados en la unidas bomberil de la Base Naval de Talcahuano, en el que participaron 16 voluntarios de la Sexta de Castro, el contingente local se siente más que preparado.

El titular de la comandancia es claro en señalar que "estamos en buen pie" al comparar la operatividad con sus colegas del resto del país. Pero no se conforman y cada día buscan nuevas instancias de entrenamiento, incluso traspasando nuestras fronteras, como lo realizaron Francisco Delgado y Javier Pineda, quienes se especializaron en emergencias químicas industriales y gestión de incendios en áreas industriales, respectivamente, en la Texas Fire Training School de Estados Unidos.

Los bomberos castreños están en esa parada. Ávidos de expertiz apuntan a recoger lo máximo de sus monitores. Y los mismos referentes de estas enseñanzas así lo admiten.

Coordinador

Confirmando esta situación, Óscar Torres, coordinador provincial de instructores de la ANB, recalca que "el interés de Chiloé es bastante alto, además de los cursos básicos que tiene la malla curricular para ser bombero operativo, se están realizando iniciativas más profesionales".

El directivo achaíno manifiesta que "estamos conformes que los voluntarios están con ganas de aprender para servir mejor a la comunidad". Y no solo se trata de conocimientos básicos.

Como especifica la fuente las especialidades buscan ser cubiertas, lo que se grafica en la comuna del Gamboa, la única que tiene una unidad dedicada al combate de incendios forestales en la provincia, que se suma a otras enfocadas en rescate vehicular, materiales peligrosos o siniestros estructurales.

"Cada día se están especializando más. La información que entregamos está siendo replicada. Cada vez se sienten bomberos más profesionales, salen a nivel central y hasta al extranjero para perfeccionarse", concluye el experto demostrando que la capacitación es objetivo central de los efectivos de esta institución.

"Estamos conformes que los voluntarios están con ganas de aprender para servir mejor a la comunidad".

Óscar Torres,, instructor de la Academia Nacional de Bomberos."