Eduardo Burgos Sepúlveda
Cinco teléfonos celulares fueron incautados al interior del Centro de Detención Preventiva de Castro en un allanamiento de rigor realizado tomando en consideración las festividades de fin de año.
El jefe del recinto penal explicó que los aparatos de telecomunicación solamente habrían sido usados por los reclusos para comunicarse con sus familias, descartando la comisión de delitos a través de ellos, como estafas telefónicas, y destacó que no se encontraron drogas ni armas blancas.
Además, el alcaide de la unidad, capitán Carlos Olavarría, comentó que "hay dos internos responsables de dos incautaciones y los otros fueron solo hallazgos", precisando que los primeros fueron sancionados con suspensión de visitas por 30 días.
"Dentro de algunos testimonios, se sabe que estos teléfonos ya habían sido ingresados hace tiempo atrás y a medida que los internos se van yendo, los dueños los van dejando dentro, así que no sabemos la data de cuándo ingresaron", explicó el uniformado.
Tradición
Reveló además el gendarme que "ahondando en este submundo, para ellos es mala suerte llevarse cosas de la cárcel, que es como dar pie a que vuelvan, por eso generalmente cuando se van dejan todo acá dentro y no se llevan ni los televisores".
Olavarría recalcó que, más allá de esto, la población penal (115 internos, de los cuales 85 tienen reclusión total) tiene un "buen comportamiento", por lo cual se ha dispuesto varias medidas para fin de año, las que incluyen ampliación del horario de visita y juegos inflables para los hijos de los reclusos el 25 de diciembre e incluso cenas.
"Pidieron cosas como un asado de cordero para compartirlo entre ellos y por el comportamiento que tienen yo lo autoricé, porque esto igual baja la ansiedad en esta fecha", remató el oficial.