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Ballenas siguen deslumbrando a metros de la Caleta Puñihuil

Los mamíferos han potenciado los atractivos de una zona famosa por sus pingüinos.
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Luis Contreras Villarroel

Cautivados han quedado los cientos de visitantes que han arribado durante las últimas semanas hasta Puñihuil, en la comuna de Ancud, luego de avistar a una pareja de ballenas en las proximidades de la costa donde se ubica la caleta, punto de zarpes cotidianos para ver a los pingüinos que arriban a los islotes que forman el Monumento Natural del lugar.

Este espectáculo ha permitido la observación de dos ejemplares del tipo jorobadas a corta distancia del bordemar e incluso cerca de las embarcaciones, como ya nuestro medio constató este mes, interesando aún más a los turistas porque el fenómeno sigue ocurriendo.

Cristian Larrère, fotógrafo y audiovisualista, explicó que estos gigantes de los océanos han sido vistos claramente en esta zona del nororeste de la Isla Grande, ofreciendo un panorama inolvidable para los visitantes e incluso los lugareños y quienes trabajan en la Caleta Puñihuil.

"Ballenas en esta época es muy habitual ver en la zona pero más hacia adentro en el mar, hace tiempo que no estaban tan cerca y por tantos días, lo que obviamente ha despertado el interés de muchos turistas que se han acercado a Puñihuil y ha sido un tremendo empujón para la temporada de los pingüinos", señaló.

El gráfico resaltó que esta localidad chilota resulta un imperdible para nacionales y extranjeros. "El destino está consolidado, entonces en esta oportunidad ha sido un valor agregado a lo que ya era atractivo; en Puñihuil se han hecho iniciativas, la gente viene ya no solo a ver pingüinos (de Magallanes y de Humboldt), sino que a hacer senderismo, a disfrutar de la gastronomía, andar a caballo".

Mención aparte merece este fenómeno y su repercusión de la economía local, beneficiando en este caso a dueños de restoranes, de los servicios marítimos y de las agencias de turismo.

Héctor Galindo, comerciante gastronómico y turoperador marino, catalogó que "han cambiado todas las cosas porque estamos haciendo (paseos a los) pingüinos y ballenas, eso nos ha dado una satisfacción".

Sumó que con motivo del término del año se ha constatado una importante presencia de delegaciones que participan en sus giras de estudios, escogiendo a la comuna de Ancud como destino turístico.

Especie

La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) es una especie de cetáceo que puede llegar a medir en estado adulto unos 12 metros de longitud y pesar hasta 30 toneladas.

Para el presidente del Centro Ballena Azul (CBA), Rodrigo Hucke-Gaete, la presencia de los dos especímenes en la bahía de Puñihil responde a un fenómeno normal, asegurando que proceden desde zonas tropicales.

"En esta época están precisamente en plena migración hacia las aguas antárticas o Magallanes, donde se alimentan durante el verano", mencionó el académico de la Universidad Austral de Chile.

En cuanto a su convivencia, ya sea para alimentarse o reproducirse, el experto informó que "se pueden encontrar grupos juveniles o madres con crías que es lo habitual que viajen al sur en su primer tramo".

Acotó el doctor en Ciencias de la UACh que igual no resulta extraño que las ballenas se acerquen a la costa para buscar comida antes de continuar hacia mares australes, coincidiendo esta vez con un área de constante presencia humana como es Puñihuil.

2 ejemplares han cautivado a los visitantes en las últimas semanas.

Resta destinación de equipos para las dos brigadas de la Conaf

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28 personas conforman las dos brigadas forestales con que contará la Corporación Nacional Forestal para la nueva temporada de altas temperaturas.

Hernán Rivera, jefe de la oficina provincial de la Conaf, expuso que solo resta la destinación de los equipos para su puesta en funciones. "Falta completar el equipamiento y, en este caso, la movilización", dijo.

En Butalcura se cuenta con 18 personas y 10 en Chanquín, en el acceso sur al Parque Nacional Chiloé.


Cecpan pide respeto por distancias mínimas para la observación de fauna

Un llamado a respetar las distancias mínimas legales en el avistamiento de animales hizo el Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural (Cecpan). El organismo sugiere presenciar la ballena azul con 300 metros de mínima, otras ballenas a 100 metros y delfines y pingüinos a más de 50 metros. Este parámetro pretende evitar que estas especies resulten heridas o se puedan estresar y afectar sus conductas de alimentación, nidificación, descanso o reproducción.