Las diferencias en materiales y forma de edificación habrían sido vitales en la resistencia de las construcciones chilotas tras el fuerte terremoto del domingo, salvando en su mayoría casi sin daños.

Así lo expuso el arquitecto Christian García, quien comentó que "uno de los materiales que mejor funcionan frente a los sismos es la madera, por su característica de ser flexible y el sistema constructivo también permite esa flexibilidad que acompaña al sismo y no le opone resistencia y las dimensiones de la madera son más generosas que lo que se usa en otros lugares".

Entre esas construcciones de madera, el profesional destacó los palafitos, indicando que "como las lumillas tienen las diagonales, esto genera rigidez, triangulando las estructuras, en este caso traspasando las cargas del sismo, que generalmente son horizontales, trasladándolas rápidamente al suelo".

Vecina

Paula Alvarado vive hace más de 50 años en uno de los palafitos de Pedro Montt segundo sector en Castro y constató con su experiencia lo detallado por el experto. "Los palos de la construcción desde abajo de la playa son de luma y toda la infraestructura de madera", comentó.

Añadió la vecina que la casa ya existía en el terremoto de 1960, pero era más pequeña y resistió. "Antes esto era seco y había siembras", recordó.

Refiriéndose al movimiento del domingo, la castreña recalcó que "fue muy fuerte, como un remolino y lo que más tuvimos fue susto porque hay niños en nuestra casa, pero incluso con lo grande del terremoto la mayoría de las cosas que estaban en repisas y muebles se mantuvieron en su lugar y no cayeron, excepto algunas, que incluso ni se quebraron. Daños no tuvimos, en comparación con el sector alto, donde a familiares se les quebraron todas las cosas y se les abrieron los muebles y cayeron las cosas del refrigerador, lo que acá no ocurrió".