Damnificados por el sismo relatan sus dramáticas experiencias tras la destrucción de sus hogares
Con la tristeza reflejada en sus rostros, tres de los damnificados de Quellón producto del sismo del domingo acudieron al municipio local a fin de obtener algo de ayuda.
Natalia Mella, una de las afectadas, indicó que "salí a pie pelado de mi casa. Ahora ya no se puede vivir ahí, está inhabitable. Cedieron los pilotes, se quebraron las vigas y ya no podemos entrar".
La que era su casa estaba ubicada en lo que se denomina Barrio Industrial Costero, una continuación de la costanera de Quellón. El deslizamiento de material desde el risco fue el que destruyó su vivienda, la que compartía con su pareja.
"El barranco se derrumbó y pasó a llevar nuestra casa completita. Los bomberos están ahora sacando nuestras cositas, lo que se pueda salvar y esperando que alguien nos pueda ayudar", concluyó la pobladora.
El inmueble de al lado es el de su hija, Nataly Mella, quien se encuentra embarazada y vive con su pequeña hija de ocho años. "Mi casa se destruyó completamente, no quedó nada, cayeron encima de la casa todas las piedras. Gracias a Dios estábamos todos juntos, en la casa de mi mamá, sino hubiera sido peor. Salimos en pijama y arrancamos altiro".
Subsidio
La joven resaltó que les están otorgando un subsidio de arriendo, pero eso se sabe que será por uno o dos meses, entonces no es nada seguro. "Nosotros queremos soluciones, que nos ayuden", acusó.
Por su parte, Héctor Llauca, vecino de ambas mujeres, quien vive solo, también sufrió el embate de la naturaleza. "La casa se aplastó con el deslizamiento de tierra, con las piedras. Yo perdí todo, la casa quedó destruida, no se salva nada".
El isleño señaló que se había levantado recién a la hora del sismo: "Hacia como media hora y si me pillaba durmiendo me habría aplastado porque aplastó el dormitorio. Ahí salí con un amigo con el que estaba conversando".