Incendios se ensañan con isleños
Vecinos fallecieron producto de la acción de las llamas que además dejaron pérdidas materiales millonarias y hasta patrimoniales.
Los incendios cada temporada dejan una huella imborrable por su poder destructor. Pérdidas humanas y materiales que marcaron a la comunidad.
El 3 marzo se produjo una de las tragedias más impactantes. En el pasaje Neptuno de la ciudad de Quellón, el fuego destruyó cuatro viviendas dejando 16 personas damnificadas. Pero el balance más nefasto fue el fallecimiento de una pareja.
El conocido comunicador social Enrique Brandago Silva (28) y Paulina Ruiz Díaz (23) perdieron la vida en este siniestro.
Un resultado similar se produjo el 20 de septiembre, donde falleció en el sector Huillinco de la comuna de Chonchi el bombero insigne Víctor Arismendi Márquez (70), después que las llamas arrasaron con su vivienda.
Apenas cuatro días después, los siniestros volvieron a enlutar a la población quellonina. Esta vez el foco se centró en el populoso barrio Chilhué, donde murió María Panichini España (66) y una decena de personas perdió todo debido a la acción del fuego que calcinó tres inmuebles de material ligero.
Dimarsa
Sin resultados fatales, pero dejando pérdidas cuantiosas, la mañana del 28 de abril pasado, un incendio arrasó con las instalaciones de la multitienda Dimarsa y la farmacia Cruz Verde, a menos de 20 metros de la iglesia patrimonial San Francisco, en pleno centro de Castro.
Más de 400 voluntarios bomberiles trabajaron en el lugar. Por más de ocho horas combatieron arduamente las llamas y la tóxica humareda visible de toda la ciudad.
Fabián Gallardo, comandante de la institución castreña, recalcó que este incendio "fue uno de los más grandes de los últimos 20 años" en el centro de la provincia. Y las consecuencias así lo demuestran.
Los daños fueron avaluados en cerca de 2 mil millones de pesos.
En tanto, a las 16.30 horas del miércoles 3 de agosto las llamas se extendieron por cinco inmuebles emplazados en calle Errázuriz, tres de ellos con alto valor patrimonial en Curaco de Vélez. El fuerte viento incidió en la propagación del fuego, lo mismo que el material altamente combustible de las construcciones.
Hasta el sitio del suceso llegaron más de 200 voluntarios de Bomberos pertenecientes a cinco comunas de la provincia, quienes debieron lidiar con la falta de agua y la intensidad del fuego.
"Nos vimos en la imposibilidad de entrar a las casas por la fuerza de las llamas que se nos venían encima y nos sobrepasaron", indicó el comandante bomberil local, Pablo Miranda.
Por más 7 horas trabajaron los efectivos de emergencia para controlar la emergencia. Al día siguiente, el panorama era desolador. El nivel de destrucción fue total.
Se espera entregar una solución a los 25 damnificados. La Dibam planteó opciones para levantar similares edificaciones de estilo chilote neogótico. En tanto, el Serviu entregará subsidios a las familias que puedan cumplir el anhelo de reconstruir sus hogares.