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Entregan las llaves de villa curacana

Ocho años debieron pasar para que finalmente 88 familias cumplieran el sueño de la casa propia.
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Tras una larga lucha desde la conformación del comité habitacional respectivo, en el 2008, 88 familias de Curaco de Vélez recibieron las llaves de las viviendas de la llamada villa Bicentenario, conjunto que vio postergada en el último tiempo su entrega ante los problemas de la planta de tratamiento de aguas servidas del poblado.

Los vecinos habían recibido subsidios del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) en 2012, los que permitieron el inicio de las obras al año siguiente de la mano de una inversión cercana a los 1.400 millones de pesos.

El largo proceso no estuvo exento de dificultades, como una inicial constructora puertomontina al borde de la quiebra, y exigencias sanitarias que llevaron a extender el plazo de ejecución de faenas, que a la postre terminó con el tradicional corte de cinta a horas que terminara el 2016.

El comité habitacional que fue patrocinado por la Oficina de Vivienda de la Municipalidad de Curaco de Vélez llegó a estar integrado por 120 personas, algunas de ellas desplazadas de Chaitén por la erupción del volcán homónimo, las que se retiraron tras recibir otros beneficios estatales.

Además, a mediados del 2015 y con el 70% de avance del proyecto, el contratista carecía de recursos para las obras extraordinarias, como muros y panderetas, lo que llevó a los hoy pobladores a pedir un subsidio adicional.

Para el presidente de tal agrupación, Luis Leviñanco, las dificultades fueron superadas "gracias a muchas puertas que se nos abrieron para dejar atrás un montón de historia con buenos y malos momentos. Rescato, eso sí, lo bueno, porque las casas están construidas de buena manera, están bonitas y la gente está muy feliz".

Transferidos

Villa Bicentenario se construyó en 3,65 hectáreas adquiridas con recursos traspasados al municipio desde la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) en la prolongación de la calle Padres Jesuitas. Contempla dos tipologías de casas de entre 38 a 42 metros cuadrados construidos en sitios de 180 metros cuadrados.

Además, el proyecto levantado por la constructora de Arturo Oyarzún Torres consideró 1.253 metros cuadrados de equipamientos comunitarios que incluyen juegos infantiles, áreas verdes y una sede social.

El director regional del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu), Hardy Grandjean, señaló que "todos los proyectos habitacionales son distintos, suponen algunos obstáculos, pero en definitiva se concretan y eso es lo que queremos resaltar, que el objetivo por el cual trabajamos se cumple y consiste en entregar bienestar a las familias".

A esto, el seremi del Minvu, Eduardo Carmona, añadió que esta iniciativa en isla Quinchao y en la comuna más pequeña de Chiloé "permite distribuir la inversión pública en todas las comunas de la región y demuestra que las cosas se pueden hacer bien al ver la alegría y la felicidad de estas familias".