"El fenómeno delictivo implica una actualización permanente"
Al mando provincial de la PDI arriba un líder con conocimiento acabado del territorio y que estuvo tres años como jefe de la Bicrim de Castro. Reconoce que Chiloé no cuenta "con un abanico amplio de recursos".
Como en pocas ocasiones ocurre, por lo menos dentro del marco de la Reforma Procesal Penal instaurada en la zona a fines del 2003, al mando provincial de una de las policías llega un líder con conocimiento acabado del territorio. No porque sea chilote, sino por su experiencia operativa en la Isla, el nombramiento de Néstor Eduardo Arias Gamboa (49) como titular de la Prefectura de la Policía de Investigaciones de Chiloé está visado. Su expertiz es un respaldo, pero también un desafío.
Así lo comprende este funcionario que está por cumplir tres décadas en la institución. Toda una vida parece, marcada desde su infancia en su natal San Fernando y sus aspiraciones por el servicio de la comunidad y el combate del crimen. Dos consignas que ha forjado al máximo y que espera seguir plasmando en el Archipiélago.
El oficial reconoce que los tres años que estuvo al mando de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Castro constituyen un plus a explotar, pero también eleva la vara funcional. "Ya conozco el fenómeno delictivo global en la provincia y la forma de trabajar acá. Es un conocimiento previo positivo, ya que también hay cercanía con los detectives, los equipos que se encuentran en la Isla", apunta.
Un punto fundamental, en el cual muchos de los anteriores jefes policiales han caído, es la asimilación geográfica y cultural de la jurisdicción. Su geografía es distinta, la atomicidad se desconoce y la idiosincrasia la mayoría de las veces se pasa por alto. Una triada que Arias tiene entre ceja y ceja.
"Es cierto que debe existir un relativo diagnóstico al momento de asumir. Mi ventaja es que ya pasé por esa fase, por los desplazamientos, por las reuniones con juntas de vecinos, con la interacción social fundamental para desarrollar la gestión policial. Ahora esperamos perfeccionar esos lazos", enfatiza el subprefecto, quien espera por su nuevo grado perfeccionando las líneas de trabajo en sus huestes.
-¿Esta experiencia le ha permitido individualizar la problemática delictiva en la jurisdicción?
-Una de las tareas es la focalización de los delitos. Claramente ayuda haber trabajado con anterioridad en terreno, conocer el territorio, la geografía local.
-¿Se han puntualizado estos escenarios antisociales para investigar?
-Sí, se está trabajando arduamente en perfeccionar y potenciar la investigación de los delitos sexuales, de robos y drogas, dentro de los recursos humanos, logísticos y materiales que manejamos, siempre en coordinación con el Ministerio Público.
-¿Cómo ha influido la implementación de una Brisexme?
-La Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores es un acierto. Pese a ser un grupo pequeño, es altamente especializado y en constante perfeccionamiento, lo que redunda en la obtención de evidencia para luego llegar a juicio.
-En los robos, ¿cómo superan el problema que la mayoría de los casos cuenta con imputado desconocido?
-Para esto debemos fortalecer la labor científica y técnica al abordar estas causas...
-Pero en Chiloé no existen estos medios.
-Es cierto, no contamos con un abanico amplio de recursos, pero nos podemos apoyar en el Lacrim (Laboratorio de Criminalística). Además, los detectives se están capacitando y existen redes de interacción. La comunidad también juega un rol fundamental denunciando, aportando a las diligencias.
-En cuanto a los tráficos la situación es similar. El estándar probatorio es más alto para acreditar los delitos, ¿cómo busca cumplir con estas exigencias, considerando que en muchos juicios se detectan infracciones de garantías al momento de recoger la prueba?
-Somos autocríticos con nuestro trabajo y reconocemos cuando a veces surgen estos problemas. Pero el desafío es mejorar las técnicas para investigar, moverse más, crear más lazos y perfeccionarse. Yo soy de la máxima que todos suman y nadie resta, por lo cual entre todas hay que realizar la mejor labor para estos casos.
-¿Los grupos de Microtráfico Cero son un ejemplo de esta innovación?
-Estos grupos han aportado mucho en Ancud y Castro, todo en el marco de disminuir la inseguridad en los barrios, donde se registran estos ilícitos. La gente está denunciando más, lo que se suma al trabajo especializado de estas unidades para obtener investigaciones más solventes que pueden llegar a disipar estos puntos de venta de droga.
En general, en todo tipo de indagatoria tenemos claro que el fenómeno delictivo implica una actualización permanente de nuestros funcionarios, lo estamos realizando.
-A estos impulsos de gestión y trabajo, ¿se suma crecimiento material de la PDI?
-En Castro llegarán tres funcionarios y un nuevo jefe de la Bicrim, quienes tienen experiencia operativa. Además, estamos buscando el mejoramiento del cuartel de Ancud, ya que no solo está la Bicrim local, sino ahora también la Brisexme. Uno de los anhelos es concretar un Lacrim básico y dentro de las propuestas que estamos analizando se encuentra una BIRO (Brigada Investigadora de Robos).
-¿Qué pasa con el proyecto de una Bicrim para Quellón?
-Esto sería a más largo plazo, pero también se encuentra dentro de los lineamientos que estamos trabajando que deben ir de la mano de los ejes a nivel central que son forjar una investigación profesional de los delitos, fortalecer el capital humano, desarrollar la infraestructura, equipamiento y tecnología, como también apostar por la probidad, la ética y los derechos humanos.
"La Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores es un acierto. Pese a ser un grupo pequeño, es altamente especializado"."