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Joven llega al banquillo por salvaje crimen en Quellón

La víctima fue ultimada en la vía pública recibiendo más de once cuchilladas en el tórax. Según la Fiscalía, el móvil del homicidio sería la sustracción de alcohol. Acusado enfrenta juicio oral arriesgando la privación de su libertad.
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Pedro Bárcena González

Como una agresión "salvaje" fue calificada la mortal embestida contra un obrero de Quellón, quien se desangró en la vía pública tras sufrir más de una decena de cuchilladas en el cuerpo. Un ataque vinculado a un adolescente, quien enfrenta a la justicia y niega los hechos por los cuales arriesga la privación de su libertad.

Desde que fue hallado el cuerpo de Abdón Lenin Colivoro Colivoro (47), inerte, sentado al ingreso del hospedaje Berny en el pasaje Adán Bustamante, junto a un charco de sangre, comenzó una extensa indagatoria que derivó en el juicio que desde ayer se realiza en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro.

Las pesquisas debieron superar una serie de barreras desde aquella fría y lluviosa mañana del 16 de agosto del 2014. Primero fue la constatación de las lesiones atribuibles a terceras personas que obligó la presencia de peritos de la Brigada de Homicidios (BH) de Puerto Montt, luego la ausencia de testigos, la falta de información y sospechosos. Solo a 14 meses del crimen se encausó la indagatoria de manera formal.

Ley

Desde ese instante, el isleño de iniciales F.A.Z.H. (20) enfrenta cargos por homicidio simple, delito que se le sindica como autor cuando tenía apenas 17 años. Por ello, es juzgado bajo la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente que atenúa notablemente las penas, por lo cual se invocó una sentencia de 4 años de internación en régimen cerrado con programa de reinserción social. Una sanción en que influye el concurso de la aminorante objetiva de la irreprochable conducta anterior.

La fiscal Karen Rosas indicó que en este asesinato "no existió provocación alguna" y que la víctima fue agredida "salvaje e innecesariamente" con un arma blanca "en más de once oportunidades", falleciendo por anemia aguda.

La abogada especificó que los peritos policiales establecieron que la víctima "sufrió lesiones vitales", incluso en la espalda.

En sus alegatos de apertura, la persecutora, quien tomó esta causa solo en la fase procesal definitoria, enfatizó por los esfuerzos de familiares comenzaron a surgir antecedentes que orientaron las pesquisas policiales. Se logró dar con el paradero de testigos, "quienes dieron cuenta como fueron los hechos", apuntó, agregando que se estableció la intervención de un imputado y las simples motivaciones que desencadenaron la tragedia.

"(El acusado) Habría apuñalado a Colivoro frente a la Escuela Oriente para obtener el alcohol que portaba la víctima", detalló la profesional, argumentando que existiría evidencia para acreditar el delito y la participación culpable del joven en el homicidio.

Un postura claramente diferente manifestó el defensor Rodrigo Rojas, quien representa al sujeto domiciliado en Quellón, quien se acogió a su derecho de guardar silencio durante el inicio del juicio oral.

Estándar

Para el jurista esta extensa indagatoria que incluyó múltiples diligencias "derivó en la imputación preliminar de varias personas y luego se llega a mi defendido por medio de solo dos declaraciones", aclaró.

Bajo este escenario, la fuente recalcó que la prueba del Ministerio Público "es insuficiente para derribar la presunción de inocencia". Es más, explicó que tras dos años de pericias apenas se arriba a estos dos testigos como base probatoria, "quienes no estaban en buenas condiciones etílicas para dar una declaración fiel", acotó.

Puntualizó que solamente se arribó a la sindicación de su cliente por sus características físicas y después de un año de ocurridos los hechos. Por ello, sentenció que "no se podrá derribar el estándar elevado de la duda razonable", ante lo cual solicitó la absolución.

Estas aristas disímiles se observaron desde los albores de la audiencia. Mientras la fiscal buscó situar los hechos y establecer la violencia en la agresión recibida por el ofendido, preparando el camino para sus testigos principales, el defensor no incidentó mayormente en la muerte del obrero, pero sí dejó de manifiesto que el daño causado por el deceso de Colivoro no tendría mayor extensión, debido a la adicción alcohólica de la víctima y el supuesto escaso aporte económico que entregaba para el hogar.

El juicio sigue hoy con la exposición del resto de la veintena de testigos y peritos fijados para crear convicción en la sala presidida por el juez Cristian Rojas.

Conviviente

La conviente por 25 años de la víctima reconoció que el alcoholismo consumió a su pareja y que salía por días a beber, principalmente en la calle. Eso sucedió durante la fatal jornada de agosto, en la cual cambió su vida. "Con su muerte se destruyó todo mi hogar. Mi hijo que estaba estudiando tuvo que congelar... pero logramos salir adelante", recalcó

4 años de internación en régimen cerrado arriesga el joven acusado.

14 meses después del asesinato fue formalizado el imputado.