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"Cirujano Videla" acerca la salud a vecinos aislados de Quellón

La Estrella participó de un operativo a bordo del buque médico dental en la isla Laitec, comprobando el gran aporte que realizan los profesionales y el reconocimiento de la comunidad por esta labor.
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Ricardo Mundaca I.

Después de más de una década prestando servicios, el actual Patrullero Médico Dental PMD-74 Cirujano Videla, espera este año potenciar su acercamiento con las comunidades más aisladas de la provincia. Y en un reciente operativo en la isla Laitec, comuna de Quellón, así lo comprobaron.

El buque construido en los astilleros de Asmar en 1994 y que sirvió un tiempo bajo el nombre de PSG Morel, zarpó con personal del Departamento de Salud Municipal y del Hospital de Quellón.

Los funcionarios fueron recibidos por el comandante de la embarcación, capitán de corbeta Carlos Cerda Espejo. Dentro del contingente se encuentran la médico invitada Patricia Veloso y su colega Javier Zegpi, quien participa en su primera incursión en la ronda naval. A ellos se une la dentista Gabriela Cañete.

Zegpi (27), quien realizó sus estudios en la Universidad Católica, reconoce que "había esperado harto tiempo para hacer esta ronda, para conocer una cosa tan particular como es el buque". Explica que existe un cupo titular para un médico general de zona, pero que el profesional está con licencia razón por la cual él se sumó al operativo.

Desembarco

Tras una navegación de veinte minutos, el navío ancla frente al sector donde se emplaza la posta rural de Laitec. En la sala de espera ya hay algunos lugareños esperando a ser atendidos. Una de ellos es Adriana Cumín, quien a pesar de ser oriunda de la vecina isla de Cailín, está inscrita acá y viene a este sector ya que le queda más cerca.

"Me traen en una panga y después me vienen a buscar. Vengo a ver a la matrona y al médico. Vengo siempre que hay ronda", aclara, añadiendo que "atienden muy bien y es positivo que se hagan estas rondas del barco".

Mientras espera que lleguen sus pacientes, para trasladarlos al buque y atenderlos allí, la dentista egresada de la Universidad de La Frontera, se da tiempo de expresar su impresión del sistema.

"Pertenezco al Servicio de Salud Chiloé y este me manda destinada al buque", aclara Cañete, próxima a cumplir tres años embarcada en el Videla: "Es una experiencia sacrificada, por el hecho de dejar familia, pero la satisfacción de atender a los pacientes que están más aislados es gratificante. Eso compensa lo otro".

La profesional resaltó que la salud bucal en las zonas insulares por lo general es bien precaria, "más que nada la gente no tiene acceso a tratamientos y tampoco tienen mucho conocimiento respecto a la salud e higiene bucal", detalla.

Destaca la fuente que por esa razón los facultativos del área hacen una labor de educación desde los niños de básica. "Les entregamos a veces pasta y cepillo para que de chicos hagan el hábito de limpiarse los dientes, se hagan controles y consulten al dentista. Hay mucha gente desdentada y con un índice de caries altísimo", explica.

La joven realiza atenciones a nivel primario a bordo del buque, en un contenedor habilitado como clínica dental. Allí realiza tapaduras, extracciones, eventualmente urgencias y los controles a los niños y embarazadas. Los casos más complejos o que requieran especialistas, son derivados al centro de salud más cercano.

Un veterano de estos operativos es el tecnólogo médico de la Universidad de Chile, Fernando Muñoz, quien comenta que "llevo en el buque desde que empezó el proyecto, voy a cumplir diez años a bordo. Acá, dentro de la dotación, somos uno solo tanto marinos como el equipo médico. Estamos en la misma función de servir a la comunidad".

Su misión la califica como específica, enfocada "en los exámenes de laboratorio y la toma de radiografías. Ahora acercamos la tecnología a la gente de las islas y le tomamos toda la batería de exámenes a enfermos crónicos, morbilidad, pruebas hematológicas, orina y rayos, que en algunos casos las informamos en el momento, así los pacientes no tienen que ir a los hospitales".

Usuarios

Quienes mejor pueden hablar del buque médico-dental de la Armada son los usuarios.

María Velásquez y Jorge Llaitureo son un matrimonio de adultos mayores de Laitec. Declaran tener 7 hijos, 12 nietos y 4 bisnietos. "Venimos a retirar los medicamentos, para el asma y el pulmón. Yo soy hipertensa pero él no", dice la mujer.

Respecto a la atención de los profesionales del patrullero, el jefe de hogar añade que es "buena porque atienden rápido". Su esposa suma que una vez subió al buque para hacerse una radiografía.

Otro ejemplo lo constituyen Romina Huenchufil y sus dos pequeños que la acompañan. "Mi hijo viene a la ronda del barco para ver a la dentista y yo vengo a control con la matrona", enfatiza. Declara que la atienden muy bien y no se pierden la visita.

Historia

En tanto, el comandante Carlos Cerda recuerda la historia de la embarcación, señalando que este es el segundo barco con ese nombre, cumpliéndose 50 años del concepto rondas médicas.

"Esta es una unión entre los servicios de Salud, el antiguo Llanchipal (Llanquihue, Chiloé y Palena), que luego se separó en Reloncaví y Chiloé, más la Armada, la Quinta Zona Naval. 50 años de estar prestando cerca de 6 mil atenciones medicas en el año, en promedio", detalla el oficial.

Explica la fuente que este convenio implica que la autoridad marítima coloca el equipamiento, el buque, personal y los traslados, mientras que los servicios de Salud a los profesionales que prestan las atenciones médicas, odontológicas, pequeñas cirugías y toma de exámenes.

El área de jurisdicción del PMD 74 comprende desde su base, Puerto Montt, hasta la alejada caleta Inío, al extremo sur de la Isla Grande.

"Tenemos un calendario anual definido, pero estamos sujetos a los requerimientos que tengan los servicios de Salud", apunta el capitán de corbeta.

Las rondas médicas se dividen en tres. La primera semana de cada mes vamos al sector centro-norte de la provincia: Quinchao, islas Butachauques, Dalcahue, Achao e ínsulas cercanas como Caguach, Tac, Voigue. Posteriormente, se dirigen al área de Quellón: Inío, Laitec, San José, Queilen. La tercera semana pasan a buscar al personal médico a Ayacara y zarpan a las Desertores; la última el buque está en Puerto Montt para mantención.

En cuanto a la vida a bordo del personal médico, el jefe naval expresa que "es tanta la unión y cohesión que tenemos que al final somos todos uno. Eso es lo lindo que se da en este buque. Uno que viene de estar en otro tipo de buque, o en otro ámbito de la institución, llega acá y se da cuenta que cambiamos los cañones por jeringas, Rayos X".

El uniformado resalta que "la gente que está a bordo lleva a veces más tiempo del que lleva uno. Algunos llevan 10 años y conocen la terminología naval, se acomodan al buque y se produce una sinergia que se traduce en un servicio muy bonito a la comunidad".

Misión

Cerca de 160 días en al año se mantiene embarcado el contingente del "Cirujano Videla", lo que implica el alejamiento de las familias. "Ese sacrificio se ve recompensado con la satisfacción de cumplir la misión", comenta el capitán, reflexionando sobre el rol de la Armada.

Argumenta que en este escenario existen dos pilares: "Uno naval, de prepararse para la defensa del país, y el otro, que se mantiene permanente en tiempos de paz, que es la expresión del Estado en el mar".

"La Armada es una institución fundamental del Estado, y es la única que puede cumplir esta función de apoyo a las zonas que están más aisladas", concluye. Y este buque lo corrobora fehacientemente.

"Es tanta la unión que tenemos que al final somos todos uno. Eso es lo lindo que se da en este buque".

Carlos Cerda Espejo,

comandante del patrullero médico dental"