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El diseñador gráfico que sale al rescate de la cultura chilota

Su "jueee" ya es famoso en buena parte del sur de Chile y se abre paso a nivel nacional. Gracias a su personaje que publica en las redes sociales, el cómic insular está en su mejor momento.
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Hernán Osses Suárez

Con solamente 30 años, Víctor Alarcón Pérez ya se ha hecho de un nombre en el mundo del cómic chileno. Y es que el creador de "Chilotito", ese popular personaje de las caricaturas se ha abierto un espacio en internet para rescatar la cultura isleña.

El tradicional "juee..." que se puede ver en tazones o en calcomanías en la parte de atrás de los autos es su creación. En parte, nació de la necesidad, pero también de su relación con la Isla y su idea de rescatar el patrimonio chilote.

-¿Eres chilote, de dónde?

-Soy de Castro. Me crecí en el barrio Gamboa y toda mi colegiatura fue en este sector, la enseñanza media la hice en el Liceo Galvarino Riveros.

-¿Eras de esos estudiantes buenos para dibujar?

-Claro, generalmente en algún curso hay una o dos personas que se destacan por dibujar. En mi caso, siempre fui ese personaje.

-¿Qué te gustaba dibujar?

-En los ramos de las artes plásticas, yo era el chiche del profe, porque era el responsable, el que cumplía con las tareas, dibujaba los monos de la tele. En el liceo empecé a participar en concursos y talleres extraprogramáticos.

-Entonces, estudiar diseño gráfico fue algo natural.

-Siempre me decían que iba a estudiar algo con la línea de la arquitectura. Después por recomendaciones de algunos parientes, alguien saltó con el diseño gráfico. Era práctico porque la carrera iba a abrir en Puerto Montt. En ese tiempo poca gente sabía de qué se trataba y hasta el día de hoy poca gente sabe.

-¿Cuál era tu idea una vez egresado?

-Yo ni siquiera entendía muy bien de que se trataba el diseño, pero sabía que tenía las aptitudes. En el camino fui entendiendo más. No era solo dibujar. Hay un tema más de fondo que se reduce a conceptualizar las ideas. Me cambió harto la perspectiva de lo que generalmente un dibujante hace. Uno cree que es inspiración inmediata, pero en el diseño usas más metodología. En el caso de los cómics no dibujo lo que me salga, sino que trato de analizar la idea.

-¿Te gustaban los cómics?

-Recuerdo que en el liceo dibujaba algunos cómics, pero con la base que te enseñan en el colegio. Después pasé harto tiempo sin hacer cómic, pero en la carrera igual nos pasaron cómic, para tener una mayor base.

Surgimiento

-¿Cuándo se te prende la ampolleta y nace "Chilotito"?

-Para mi tesis había que detectar una problemática. Y mi tesis era que la identidad cultural se estaba perdiendo debido a la modernización. No había soportes que rescaten ese tema. Entonces, esa era la solución, hacer algo entretenido que ayude a la conservación de la identidad cultural. Ni siquiera fue altiro, en mi proyecto hice un juego de tablero dedicado a la mitología.

-Entonces, ¿"Chilotito" cuándo nace?

-Es parte de la necesidad de generar algún tipo de ingreso para mí. Ahí surgió la idea de crear una revista entretenida que tuviera contenido y que se sustentara con publicidad. Al principio, la mayoría no lo entendía y no recibí mucho apoyo. La idea era buena, pero al publicarlo comencé a entender cómo funcionaban las redes sociales. El primer año fue crear material y también la forma en que pagar el tiempo que le dedicaba. Había que generar ingresos que compensen las horas que le dedicas. Hay una satisfacción personal, pero si no paras la olla, no funciona.

-¿En qué te inspiraste para plasmar este personaje?

-No nació como un personaje. Comencé a hacer cómic, pero coincidía que los primeros personajes siempre eran como el mismo, en este caso "Chilotito". La gente sola lo fue adoptando. Después fui dándole una forma más terminada al personaje principal y a los demás. Todo basado en historias o anécdotas o en las tallas con los amigos. La historia nacía de la conversación y la fui mezclando con la contingencia.

-Tú tratas de rescatar la cultura chilota, cuando hay algunos que incluso tratan de ocultarla, que no se note que son chilotes.

-Ese es un punto importante. Cuando era chico alguien te molestaba porque eras de campo, yo me sentía avergonzado porque si alguien te molesta y el resto se burla y no tienes experiencia en el tema, es difícil. El trabajo del "Chilotito" ha sido importante. Ahora significa ser bacán, un orgullo el haber pasado mi infancia, no sé, tirándome de los cerros con un pedazo de cholguán. La gente siente cariño por el personaje.

-¿Cómo ha sido la respuesta del público?

-Buena. La primera vez que postulé al Festival Costumbrista (Chilote, en Castro) tenía una gama de productos. Mucha gente llegaba a conocer al autor, porque mantuve un perfil de anonimato. Fue algo que me sorprendió, mucha gente me felicitaba porque mucha gente había pasado tardes de risas o alguna ilustración le había provocado nostalgia.

tazones

-¿Cuándo saltas con al marketing?

-Nació con la primera Navidad después que había nacido "Chilotito". La primera idea fue la del tazón. "Agreguémosle el 'jueee' al 'Chilotito'", pensé. Es algo que la gente estaba pidiendo, tener algo para llegar al hogar. Eso es entretenido, crear productos del personaje.

-¿Qué sientes cuando vez a un auto que tiene en la parte de atrás pegado el "jueee"?

-Igual es divertido porque ese tipo de productos le saca la sonrisa a cualquiera que lo reconozca. A la vez, la gente se siente orgullosa de portar el personaje, porque identifica a muchas personas.

-En 2015 tu trabajo fue reconocido por el FIC (Festival Internacional del Cómic).

-Un amigo me comentó que me habían nominado a un festival que hacen todos los años de cómic. Comenzamos a promocionarlo para la votación. Luego el jurado daba otro porcentaje de los votos. Pero el hecho de que ya haya sido nominado era bueno, porque estaba entre los top del país. Después me tocó ganar. Los medios acá me recibieron súper bien y aparecieron las primeras publicaciones en el diario.

-¿Cuáles son tus planes para el futuro?

-El año pasado publicamos un primer ejemplar de cómic y lo hemos estado distribuyendo en los puntos de venta. En el caso de Puerto Montt, el punto de venta oficial es la boutique del Teatro Diego Rivera. Durante el verano estoy en los festivales costumbristas. Quiero ver la posibilidad de abrir una cocina y bar del "Chilotito" en Castro, porque queremos llegar directamente al público.

"Para mi tesis había que detectar una problemática. Y mi tesis era que la identidad cultural se estaba perdiendo debido a la modernización"."