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Jóvenes chilotes solidarizan con la gran tragedia forestal del país

En su primera ida a la Zona de Catástrofe la brigada que mantiene Conaf en Butalcura combatió las llamas en Vichuquén. Desde ayer estos esforzados isleños cumplen labores en Emprendrado, donde falleció un bombero.
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M. Eugenia Núñez G.

Enfocados en que muchos compatriotas necesitan con urgencia de su ayuda, 18 integrantes de la brigada forestal que mantiene la Conaf en Butalcura, Chiloé, viajaron por segunda vez a combatir la triste cifra récord de incendios forestales registrados en las regiones del centro y el sur que ha enfrentado a nuestro país en una de las peores catástrofes de su historia.

16 hombres y 2 mujeres, más dos conductores y una manipuladora de alimentos, componen este conjunto de valientes isleños, cuyas edades fluctúan entre los 18 y 45 años.

El grupo que ya cumplió labores por diez días en diversos siniestros. Primero estuvo en la zona de San Antonio, en la Quinta Región de Valparaíso, y posteriormente en Vichuquén, Maule, donde murieron tres brigadistas de Conaf, regresando a la Isla por cuatro días a descansar y recomponer energías para sumarse desde ayer al combate forestal, esta vez en Empedrado, también en la Séptima Región.

Tal área se mantiene con alerta roja desde el 22 de enero, que según el reporte de la Onemi registra una superficie consumida, solo en el siniestro de Las Máquinas, de más de 25 mil hectáreas y que ayer cobró la vida de un voluntario de Bomberos que murió tras quedar atrapado mientras rescataba una familia. Además, hasta allá llegó el avión SuperTanker.

Al respecto, el jefe de la brigada forestal chilota, José Marín, indica que esta experiencia los ha puesto a prueba, una porque la fuerza del viento provoca que las llamas avancen muy rápido y también por ser testigos del dolor que están pasando miles de compatriotas que ven cómo sus viviendas, campos y animales son consumidos por las llamas.

"La mayoría de los muchachos son nuevos, entonces la experiencia es buena en cuanto al trabajo, más porque trabajamos en equipo. Fuimos en nuestro primer viaje a una zona de mucho conflicto donde se registró el accidente de los brigadistas que murieron mientras combatían un incendio en Vichuquén; sin embargo, lo tomaron bien y seguimos con nuestra labor, hemos salido sin ninguna lesión y hemos vuelto sanos y salvos", explica el encargado.

Agrega que pese a lo peligroso que reviste para la vida humana, esta emergencia que contabiliza a la fecha 160 mil hectáreas de vegetación calcinadas y cientos de familias evacuadas, los jóvenes han recibido una formación física y sicológica para enfrentar estos eventos.

"Personalmente he estado en muchas emergencias, pero esta es la primera que me toca con tanta superficie afectada, estamos todos preparados y contamos con los conocimientos necesarios para poder enfrentarlo", relata Marín, quien añade que la jornada de trabajo es de 10 horas diarias.

la jefa

Lo anterior es compartido por la jefa de cuadrilla, Gloria Lépez, quien asevera que están felices de poder aportar con "sus manos" en esta tragedia.

"Lo importante es ayudar, para ello nos han capacitado y estamos preparados para enfrentar lo que está pasando en el norte, esta labor nos gusta, tenemos vocación de servicio, además es importante el poder ayudar a quien lo necesita", aclara la isleña, quien suma que "la experiencia genera mucha adrenalina, es dramático ver como se destruye la naturaleza, los animales y que la gente sufre por la pérdida de sus casas".

Todos estos chilotes ingresaron a la brigada forestal en noviembre pasado y se mantendrán en ella hasta marzo e inclusive hasta abril, si es que las emergencias lo ameritan, muchos de ellos cumpliendo por primera vez esta labor, como Daniela Larrea.

"Debuté con el incendio en el norte y nos ha ayudado muchísimo para aprender, además que hemos enfrentado esto muy unidos como grupo, es bien duro sí, porque es harto trabajo, se necesita harta fuerza y de una buena condición física", sostiene la joven de 18 años.

En lo íntimo, la ancuditana puntualiza que "es lamentable por lo que está pasando tanta gente, cómo las llamas arrasan con todo, por ello sacamos fortaleza de muchas partes para ayudar y sobrellevar el sufrimiento que se ve, da impotencia cómo la gente pierde sus bienes que tanto les costó en solo minutos, por lo mismo es que ello nos motiva más a combatir el fuego y colaborar en que esto se acabe".

Por su parte, Tirso Pezo, que también es bombero, asegura que esto ha sido una gran experiencia, añadiendo que es un trabajo que lo tiene muy incentivado, sobre todo por el compañerismo que se ha generado, a pesar que deben enfrentar temperaturas extremas.

"El tipo de terreno en el norte es muy diferente al de acá para trabajar, tiene mucho desnivel, quebradas y cerros muy empinados, lo que en cierta medida dificulta la labor, a ello hay que sumarle las altas temperaturas, pero a pesar de todo lo anterior, estamos felices de poder aportar", afirma.

En tanto, el quemchino Erwin Weisser comparte que esta es su primera experiencia como brigadista y que el ánimo sigue intacto a pesar de la magnitud de la emergencia.

"Las jornadas son agotadoras sobre todo por el calor, por lo mismo andamos siempre hidratados; sin embargo, y a pesar que estamos preparados para estos siniestros, fue chocante que tres brigadistas murieran en servicio, eso no es fácil; ahora como chilotes estamos orgullosos de ser parte de esta cruzada solidaria", recalca.

Tradición

Otros de los integrantes de este grupo es Gabriel Barrientos, quien desde pequeño acompañó a su padre a trabajar al predio de Conaf en Butalcura. "Siempre quise ser brigadista y ahora que cumplí los 18 años me sumé, siempre me gustó porque veía a mi papá trabajar junto a otros y cómo combatían los incendios", acota el joven.

En tanto su progenitor (del mismo nombre) y que hoy se desempeña como encargado de operaciones de la brigada forestal sostiene que "estoy muy orgulloso, él era un niño cuando venía conmigo a trabajar y lo vestíamos de brigadista".

Equipo de seguridad y radio, botas de combate, casco, guantes y una mochila donde portan agua son parte del equipamiento que el Corporación Nacional de Emergencia les proporciona. Además, una vez que ingresan a la brigada, los acondicionan físicamente y también trabajan la parte emocional para sobrellevar una emergencia de estas características.

"La brigada 1051 de Chiloé es muy profesional, muy antigua y con mucha experiencia en combate de incendios duros. Diariamente tienen jornadas de motivación, de aspectos de seguridad y preparación física. En cuanto a lo emocional hay apoyo sicológico cuando eso se requiere", esgrime Hernán Rivera, jefe provincial de la Conaf.

La brigada forestal de Chiloé deberá retornar a la provincia el próximo 4 de febrero, para su descanso, y quizá regresar... si la tragedia continúa.

"La mayoría de los muchachos son nuevos, entonces la experiencia que están teniendo es buena en cuanto a trabajo, más aún porque somos un equipo".

José Marín, jefe de la brigada forestal chilota."

"Lo importante es ayudar, para ello nos han capacitado y estamos preparados para enfrentar lo que está pasando en el norte".

Gloria Lépez,, jefa de cuadrilla."

10 días estarán en la Región del Maule los integrantes de esta brigada.

10 horas diarias trabajan estos jóvenes en el combate de los incendios forestales.

18 son los integrantes de la brigada 1051, 16 de ellos son hombres y dos son mujeres.