Secciones

Banda Luis Cruz Martínez, todo un legado forjado por décadas

Un referente artístico y marcial es este colectivo para Quellón. Son más de 30 años formando a jóvenes en su pasión instrumental que grafican en cada presentación que realizan ante una multitud que siempre reconoce su talento.
E-mail Compartir

Ricardo Mundaca I.

Lo que comenzó hace 30 años como una idea juvenil, hoy ha devenido en una sana práctica musical combinada con una dosis de marcialidad que aglutina jóvenes y estudiantes. La Banda Instrumental Luis Cruz Martínez se ha convertido en uno de los colectivos más apreciados de Quellón.

Su fundador, Juan Tecay Llancalahuén (59), asistente de la educación que oficia como inspector en la Escuela Eulogia Bórquez Pérez y quien además dirige este grupo, comenta respecto a su afición por la música que comenzó cuando tenía apenas 5 años.

"Recuerdo yo, mi papá tenía una flauta que tocaba para entretenernos. Éramos nueve hermanos, él tocaba en la noche y los hermanos nos reuníamos en torno a él sentados en el suelo. Yo creo que por ahí va el asunto que me ligó a la música", expresa.

Sobre la formación de la banda, la fuente describe que "la fundé en 1986 por iniciativa propia, apoyado por una persona de la población Cruz Roja, don Sergio Díaz Hernández, ya fallecido. En él encontré el apoyo necesario para echar a andar la banda".

Motivación

El monitor aclara que las motivaciones que tuvo para iniciar esta aventura se remontan a "cuando estudiaba en la Escuela 11, en la básica, me daba pena que no existiera nada ni nadie para resaltar las actividades patrias. Era muy triste para mí que no existiera algo así en Quellón".

Este sentimiento sirvió de impulso. Ya con poco más de 20 años se le metió la idea en la cabeza y buscó el apoyo necesario para conformar esta agrupación.

Juan Tecay reconoce que fue su anhelo haber pertenecido a alguna institución de las Fuerzas Armadas y de Orden el que gatilló este proyecto: "Para mí la Patria es lo principal, creo que ese es el motivo de vivir. A raíz de eso tomé la iniciativa de crear esto en Quellón, que pueda resaltar los valores patrios, nuestra bandera".

Rememora que comenzaron en una esquina, en la calle Ladrilleros y Balmaceda, donde se juntaba un grupo de jóvenes a conversar. "Por ahí nació. Les planteé la idea diciéndole a los chiquillos que hiciéramos algo para entretenernos en las tardes. Así nació la idea. Nos juntábamos también en una sede vecinal de la población Cruz Roja. Le comenté la idea al presidente de la junta de vecinos, el señor Hernández, quien nos dio su apoyo y nos prestó la sede", apunta.

Conseguir integrantes e instrumentos era otro desafío, Tecay Llancalahuén recuerda que "la primera vez nos juntamos 12 jóvenes a planificar cómo íbamos a reunir los instrumentos. Era complicado, como también el hecho de reunirse en esa época, todavía existían restricciones de reunión. Así que hablé con Carabineros y no hubo problema porque reconocieron que era algo positivo, y ahí ya se concretó la idea. De a poco fueron llegando más jóvenes".

Para financiarse, el instructor señala que hicieron beneficios y contaron con la buena voluntad del alcalde de la época, Juan Cárdenas. "Él acogió mi idea y dijo que nos ayudaría en todo lo que pudiera. Nos dijo que creía en el proyecto y que nos apoyaría de alguna manera, por último dándonos permiso para hacer fiestas para reunir fondos. Era difícil, y caro, conseguir instrumentos en ese tiempo", sentencia. Agrega que "los instrumentos fueron comprados en Santiago con el fruto de los beneficios".

Así dio sus primeros pasos la banda. "Compramos seis cajas, algunos pitos musicales, un bombo pequeño y una guaripola. Luego nos conseguimos un bombo de los que usan los grupos folclóricos. Estuvimos más de un año ensayando una vez a la semana, y para el 21 de mayo del año 88 nos presentamos en la plaza", manifiesta el inspector.

La fuente añade que el centro cívico "estaba lleno de tierra y agua por todos lados". Ese fue el debut en sociedad de la organización musical. El uniforme que emplearon en la oportunidad consistía en un blue jeans y una camisa escolar celeste. Para entonces la banda ya tenía más integrantes, cuya formación era de 6 cajas, 6 o 7 pitos, bombo, platillos y tambor mayor.

Recursos

El conjunto pasó a pertenecer formalmente a la Escuela Eulogia Bórquez Pérez en el 2001. A través de la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor se le entregarían recursos para su funcionamiento, lo que ocurre hasta la actualidad. Esos fondos se destinan a la compra de repuestos para el instrumental y la mantención la realiza el propio monitor desde ese mismo año, cuando se incorpora al establecimiento como inspector.

Por la misma época, el director de la banda asistió a un perfeccionamiento en la ciudad de Santiago, en la Fundación Andes, lo que implicó estar en la capital un mes con profesores de música, tanto de bandas instrumentales como de guerra, de quienes recibió cierta formación militar y de mantención de instrumentos.

En la actualidad, Juan Tecay especifica que el grupo "tiene 50 integrantes, ese es el tope. Tenemos una sección instrumental donde hay que equiparar los instrumentos". Una parte de los mismos son de la propia escuela que los acoge y el resto de la banda.

La instrucción de los chicos, como detalla el director, parte de cero. "Todo lo que es percusión, escalas básicas de instrumentos de viento, la hago yo mismo. En lo musical, más allá de eso, lo está realizando un monitor de música, Sergio Valderas, contratado por la Corporación", asegura. La formación militar es resorte del mismo director.

La selección de miembros del grupo es simple. "Los integrantes son jóvenes voluntarios que llegan solos", suma este amante de la música.

La única exigencia que se le hace a los prospectos es responsabilidad al cien por ciento y ser mayor de 12 años, no importando si son niños o niñas. De hecho, en la actualidad un poco más de la mitad de sus miembros son mujeres. "Tampoco es requisito pertenecer a la Escuela Eulogia Bórquez Pérez", señala la fuente.

La indumentaria que usan los jóvenes en las formaciones fue proporcionada también por el centro de enseñanza, la que consiste en chaqueta azul marino y pantalones negros para los muchachos, y falda plisada del mismo color para las damas. Las charreteras que complementan la tenida es un aporte del propio Tecay.

El tema de los ensayos no es menor. "La sección instrumental ensaya los sábados. Domingo, miércoles y viernes ensayo general. Esto es casi todo el año, entre marzo y noviembre. El lugar es en la propia escuela, incluyendo los pasillos", expresa Tecay.

Este nivel de preparación hace que la Banda Luis Cruz Martínez destaque en sus presentaciones. Participa activamente en las ceremonias cívico militares, Fiestas Patrias, aniversarios comunales.

Aclara el instructor que su banda es netamente para desfiles, no es que se haya formado para competir con otras similares. No obstante, obtuvieron un primer lugar en el encuentro de Los Andes el 2014, donde lograron ser elegidos como la mejor banda y tener el mejor tambor mayor. En 1996, en Machalí, lograron un primer lugar también como banda de guerra. Este año estuvieron en Lo Barnechea, Santiago, donde llegaron invitados por el municipio y participaron junto a otras bandas.

A futuro, Juan Tecay quiere cumplir su sueño de organizar un evento de nivel nacional de bandas en Quellón, aunque sabe que requerirá un esfuerzo y mucho apoyo para llevarlo a cabo. La última vez que se hizo algo similar en la comuna fue en 1999, cuando, según cuenta el director, "trajimos cerca de mil 500 jóvenes".

Integrantes

Un miembro de la banda, el trompetista Andrés Álvarez (18), ex alumno del Rayen Mapu, futuro estudiante de música y con 10 años en la agrupación, señala que "lo que más me gusta es la amistad con mis compañeros, me gusta la música y la familia que se vive acá dentro de la banda. He aprendido 'caleta' de música aquí".

En tanto, Polín Pinilla (13), quien lleva cuatro años en la banda, es intérprete del saxo soprano y alumna del Colegio Mon Mapu. Comenta que "es una experiencia súper buena, de unión familiar. Es buena la formación que dan aquí y también la entrega de los profesores".

Bautizada por los jóvenes que comenzaron con la idea como Banda de Guerra de Instrumental Luis Cruz Martínez, en honor al joven oficial chileno muerto en la batalla de La Concepción, mantienen viva la marcialidad de la agrupación que ha visto pasar por sus filas a más de un millar de jóvenes quelloninos.

"La primera vez nos juntamos 12 jóvenes a planificar cómo íbamos a reunir los instrumentos".

Juan Tecay,, fundador de la banda."