Quemchinos sorprenden con curanto al hoyo en el mar
El pionero emprendimiento que nació del seno de una familia del sector de Tubildad invita a degustar las bondades de esta preparación en la tranquilidad de una balsa flotante dispuesta a 100 metros de la costa.
Distante a 5,4 kilómetros del poblado de Quemchi, se ubica el pequeño caserío costero de Tubildad, ahí y rodeado de las bondades naturales de la zona, una familia se la ha jugado con un particular emprendimiento: curanto al hoyo en el mar.
La aventura comienza arriba de una lancha y al navegar cinco minutos por las tranquilas aguas se desembarca en una llamativa construcción flotante en cuyo interior se prepara este plato que es uno de los más característicos de la zona.
Esta verdadera balsa flotante, posee en su interior una cavidad que cuenta con todos los medios de seguridad aprobados, entre otros por la Armada, donde se prepara esta y otras comidas tan típicas de la rica gastronomía insular.
Tres sacos de mariscos, 15 kilos de papas para los chapaleles y milcaos, además de longaniza, carne ahumada y pollo, fueron los ingredientes que dieron vida al primer curanto al hoyo en el mar, que fue degustado por turistas que motivados por esta aventura se dejaron embrujar por el emprendimiento Chiloé Mil Paisajes.
"Esta idea la estábamos pensando con la familia hace mucho tiempo porque sin duda es algo innovador y al mismo tiempo para presentarle al visitante algo distinto. Este turismo flotante como lo hemos llamado consiste en trasladar al mar las actividades que uno habitualmente hace en tierra", explica Polinia Mansilla, gestora de esta actividad productiva.
La plataforma que fue diseñada por un ingeniero naval, que fue bautizada como Caleuche y distante a 100 metros de la costa, cuenta también con los permisos municipales para funcionar. En su interior también hay largas mesas que simulan un gran comedor con vista a la bahía y una cocina en la cual cuatro mujeres amasan los chapaleles y milcaos.
"El servicio completo que entregamos consiste en que el turista vea y participe desde el inicio en la preparación del curanto, que vea cómo se calientan las piedras, que ayude a colocar los mariscos, las carnes y lo mejor que aprenda de nuestra cultura, asimismo mientras dura el cocimiento que es más menos de una hora, se les ofrece una degustación de productos frescos que se levantan directamente de las líneas de choritos, cholgas y choro maltón, entonces ellos mismos sacan la cantidad de mariscos que quieren servirse", señala la quemchina.
Todo lo anterior que está amenizado con folclor chilote, suma además a un costado del pequeño embarcadero una tienda con la venta de productos gourmet que la misma dueña de casa prepara, como pastas de ajos y de especies, a ellos se suman los tejidos con lana chilota y un invernadero a través del cual saca parte de los insumos para el pebre criaturero del curanto como es el cilantro, además de las ensaladas de lechuga y tomate.
Al respecto, Marilyn Ulloa, jefa de cocina del emprendiento marítimo, destaca la importancia de contar con este tipo de actividades, pues además de ser innovadoras contribuyen positivamente en el rescate de la cultura insular.
"Para nosotras que somos todas del sector es muy bueno que se impulse este tipo de emprendimiento porque además de ser innovador, realza la cultura insular y atrae turistas a la zona que vienen a conocernos porque les llama mucho la atención de cómo se hace un curanto al hoyo en el mar", afirma la oriunda de Huite.
Valoración
En esta primera aventura a la plataforma Caleuche, llegaron turistas nacionales y extranjeros, como la brasileña Marcia Almeyda, quien confidencia que quedó encantada con el lugar.
"Esto ha sido una experiencia particular, cuando escuchamos de esta actividad en Castro quisimos venir de inmediato porque nos pareció interesante no sólo por lo novedoso de comer en el mar, sino también porque el curanto nunca lo hemos probado, esto es tan diferente a lo que en mi país existe que lo encuentro demasiado bello", sostiene la mujer.
Una opinión similar expresa su pareja, Eduardo Pons, quien argumenta que "esta es una apuesta diferente y entretenida, es maravilloso el tener la posibilidad de pasar un día en el mar".
En la más de una hora de cocción del curanto, los asistentes tuvieron la posibilidad también de degustar ostras con vino blanco y bailar una que otra tonada.
"Quisimos venir a Tubilidad porque se nos presentó una alternativa bastante diferente a lo tradicional, uno cuando viene a Chiloé viene con la idea fija de comer un curanto y qué mejor que sea en el mar y apreciando la naturaleza del lugar", puntualiza el santiaguino Carlos Figueroa.
Lo anterior es compartido también por la capitalina Carola Montoya, quien acota que "es un proyecto diferente, parece que es el primero de este tipo en Chiloé, más está acompañado de un entorno maravilloso que invitan a quedarse, disfrutar y no querer irse".
Otro quien también valora la puesta en marcha de este emprendimiento marítimo fue el alcalde de Quemchi, Gustavo Lobos, quien subraya la importancia de contar en la comuna con una iniciativa de estas características y la posibilidad de incluirla en la próxima época estival dentro del calendario de actividades.
"Estoy impresionado por la idea de estos emprendedores, cuando me invitaron a conocerlo no me imaginaba que me iba a encontrar con un curanto flotante, esta es una idea que hay que potenciar más aún porque es la primera vez que se hace en Chiloé, a mi me interesa potenciarlo como una de las actividades turísticas de la comuna", acusa el edil.
Los interesados en participar de esta aventura sobre el mar pueden comunicarse al teléfono 974729182 o al mail turismochiloemilpaisajes@gmail.com.
"Las bases de la balsa son de fierro galvanizado, especial para el agua salada y en el comedor se puso planchas de terciado grueso".
Polinia Mansilla,, emprendedora quemchina"