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La "cicatriz" en el corazón de Castro empieza a ser borrada

Avanzan las faenas de demolición de las estructuras calcinadas que dejó el megaincendio que arrasó con la multitienda Dimarsa y farmacia Cruz Verde. Pasaron más de 10 meses para que los escombros empiecen a ser removidos.
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Pedro Bárcena González

Carlos Torres es uno de los miles de turistas que se han fotografiado junto a la iglesia patrimonial San Francisco de Castro. "Es hermosa, todo un símbolo arquitectónico, realza la ciudad", confiesa con entusiasmo. Sin embargo, en su enfoque aparece una imagen que ensucia su postal. Las ruinas de un voraz incendio registrado hace más de 10 meses enturbian la gráfica. Un golpe al turismo local y un riesgo para la comunidad ante eventuales derrumbes que, eso sí, parece quedar atrás.

El 28 de abril del año pasado, el fuego se ensañó con las dependencias de la multitienda Dimarsa y la farmacia Cruz Verde. Por más de seis horas, unos 400 bomberos trabajaron para contener las llamas e impedir que se extendieran por toda la cuadra. Un siniestro en pleno corazón de Castro que dejó dos voluntarios lesionados, millonarias pérdidas materiales y amenazó el templo Patrimonio de la Humanidad.

Cuando parecía que los escombros serían otro "atractivo" para la ciudad y en medio de la mayor afluencia de visitantes, comenzaron los trabajos de limpieza en la intersección de las calles San Martín y Latorre. Las faenas emergieron tibiamente y en estos días se han potenciado, justo cuando la paciencia de vecinos y comerciantes de la zona se empezaba a acabar por los malos olores que expelían los desechos y el peligro de colapsos estructurales.

Faenas

Tal como indicó Héctor Galdames, encargado de la empresa que trabaja en el sector, las labores de remoción de restos "se encuentra con un avance de cerca de un 80 por ciento. Llegamos el 14 de febrero, somos cinco personas a cargo de las obras y en estos momentos el progreso es evidente, con la intención de solo dejar el hormigón".

El dueño de la firma Demoliciones Galdames, proveniente de Puerto Montt, tras ser contratada por Dimarsa, enfatizó que el trabajo no ha estado exento de complicaciones, en especial por el emplazamiento del edificio destruido.

"Los accesos son complejos, por el espacio y porque transita mucha gente. Estamos en verano y esto se acentúa, por lo cual hemos tenido que trabajar desde muy temprano para evitar estos inconvenientes y todo sea más expedito", aclaró la fuente, agregando que se entró a la última etapa de su labor.

"Nos falta retirar los restos que existen en el subterráneo, por lo que esperamos seguir unos 10 días más en la zona y dejar todo listo para que luego la empresa evalúe lo que se hará en el lugar", apuntó el empresario.

El despliegue de los obreros y una maquinaria menor es el avance inicial para la esperada reposición de este punto neurálgico de la ciudad del Gamboa, después del incendio. Costó este primer paso. Varias reuniones debieron pasar entre la dueña del inmueble siniestrado, Silvia Brown, y ejecutivos de la multitienda, desde donde se originó el siniestro.

Complejo

La misma propietaria reconoció que el acercamiento entre las partes es difícil. Nadie quiere dar su brazo a torcer, especialmente porque no se trata de un simple retiro de escombros. La inversión en despeje y remoción es alta. Es más, la pobladora castreña enfatizó que "se debió hacer un trabajo con profesionales técnicos para evaluar la forma de trabajar, ya que hay estructuras grandes que analizar y mover".

Asimismo, la fuente que avaluó en más de 2 mil 300 millones de pesos las pérdidas en infraestructura por la acción inclemente de las llamas, resaltó que tardó en hallarse respuestas no por su responsabilidad. Aseguró que el siniestro comenzó en la multitienda y que de esta parte debían aguardarse las acciones para agilizar todo el proceso de limpieza.

Por parte de la empresa Dimarsa, se encuentran a la espera del término de las faenas de retiro de escombros para evaluar los próximos pasos a seguir. No obstante, proyectos a corto plazo para reponer el edificio y reactivar el dinamismo de ventas en la capital provincial parecen lejanos.

Según Andrés Latorre, gerente de ventas de la firma con casa matriz en Puerto Montt, estos movimientos que se observan en el sitio del suceso derivan "de las conversaciones que tuvimos con la dueña y el acuerdo de limpiar el lugar". Después de eso, existe un gran vacío.

El ejecutivo comentó que "se tienen que analizar futuros proyectos. Dimarsa tiene varias iniciativas en la zona, pero por esta situación que existe en Castro no se tiene nada planeado hasta ahora. Tampoco existen plazos estimativos como para tener un proyecto". Además, reconoció que el 2016 las pérdidas económicas fueron cuantiosas, y que este 2017 "igual será muy difícil de salvar" en las ventas.

Anteproyecto

Más allá de las pesimistas expectativas de Latorre, las reuniones entre la firma y la dueña del recinto continúan por estos días, con el objeto de materializar la anhelada reposición del edificio.

Es más, trascendió que existiría un anteproyecto ingresado a la Dirección de Obras Municipales del consistorio de Castro, el cual se encontraría en etapa de revisión de diseño. Sin embargo, todo se realiza entre tiras y aflojas, sin que exista claridad en plazos para una reconstrucción.

Bajo este escenario, se prevé que pasará otro buen lapso de tiempo, ya no con numerosos escombros calcinados colgando a la vista de las personas, sino con un espacio céntrico abandonado a su suerte, como una verdadera "cicatriz" para el entorno arquitectónico castreño.

"Hay un 80% de avance. Esperamos seguir unos 10 días más en la zona".

Héctor Galdames,, titular de la empresa de demolición."