"Sexting": lo bueno y lo malo de mandar fotos eróticas por la web
Psicóloga indica que el envío de mensajes e imágenes sensuales puede mejorar la satisfacción sexual de una pareja adulta. En tanto, en los adolescentes sería un inminente peligro, según la Brigada del Cibercrimen de la PDI.
Gabriela y su esposo Héctor son una pareja que día a día debe lidiar con la distancia, producto de sus trabajos. El estar separados por varios días los llevó a buscar un método que mantuviera la pasión en su relación. Es así como comenzaron a practicar el sexting, que es el acto de mandar mensajes de texto, videos y fotografías con un alto contenido erótico.
"Primero nos empezamos a mandar mensajes medios cochinones (ríe). Y con el paso del tiempo, llegamos a las fotografías", indica Gabriela.
"Igual al principio da un poco de pudor, pero cuando entiendes el juego y es con la persona que amas, que en este caso es mi señora, se pasa muy bien", comenta, por su parte, Héctor.
-¿Tomaban resguardos?
Gabriela responde: "Claro. Por ejemplo, mis hijas siempre quieren ver monitos en mi celular. Por eso decidí ponerle clave, por si acaso. Aunque la mayoría de las veces, terminaba de hablar con Héctor y borraba todo".
Su marido añade que "uno igual se pasa el rollo con el tema de las imágenes. Hay que ser súper cuidadoso en ese ámbito porque si pinchas a otra persona en WhatsApp y le envías la foto sin querer, en ese mismo instante, te convertiste en la nueva burla de internet".
La técnica que utiliza esta pareja es muy común entre los adultos. Así lo reafirma la psicóloga clínica y académica de la Universidad San Sebastián, Paula Díaz.
"Creemos que el sexting puede ser una práctica que facilita para algunos el acercamiento a otro, el establecimiento efectivo de relaciones de pareja y el mostrar atributos que se piensa que pueden ser interesantes para el otro".
Adolescentes
Según cifras de la Policía de Investigaciones, solo como un ejemplo: más del 50% de las personas que practican el sexting en Concepción son mujeres, y de esas, el 35% son adolescentes.
Las circunstancias que llevarían a un joven a seguir esta "moda" son diversas. Sin embargo, Paula Díaz, explica que primordialmente se debe a la aceptación de sus pares.
"Se encuentran en una etapa de descubrimiento personal, de establecer sus propios límites, necesidades e identidad. El sexting le permitirá causar una determinada impresión entre sus pares. Puede llegar a sentirse admirado, le permitirá definirse como un sujeto atractivo", puntualiza la profesional.
No obstante, la psicóloga apunta que durante este proceso el adolescente se debe poner límites. "Si se trata de fotografías, por ejemplo, de semi desnudez, solo sugerentes, podríamos mirarlo como una parte de su desarrollo en que sale a relucir su narcisismo, que desea mostrarse y exponerse a su audiencia imaginaria; pero si las imágenes son de un alto contenido sexual, explícito y que comparte en las redes sociales, podemos pensar en un joven que cree y siente que es ese el medio para atraer al otro, incluso de encontrar cariño y amor", indica.
exposición
La pregunta que surge con respecto al sexting es ¿a qué se exponen los adolescentes?
En este punto, es clave aclarar que una vez que se suben las fotografías a la web, se pierde el control de su reproducción. Por esto, la psicóloga de la USS es clara en señalar que "un adolescente medio, se expone sin evaluar ni diferenciar entre aquello que puede ser potencialmente dañino. Se deja llevar por sus emociones, por sus impulsos, por la satisfacción inmediata de necesidades que esto conlleva, poniendo a prueba sus propios límites".
Al respecto, agrega que las consecuencias de la exposición pueden ser tan graves que algunos jóvenes llegan a arriesgar hasta su integridad física. "Si sus fotografías o proposiciones llegan a manos de personas inescrupulosas, se genera el riesgo de abuso e incluso explotación, chantajes que pueden derivar en riesgos como escapar de sus casas, o incluso, suicidios, al verse involucrados en una situación de la cual no pueden escapar".
el delito
En torno al sexting se podrían producir dos delitos puntuales, que son la filtración de información y la pornografía infantil.
En este punto, el subinspector de la Brigada del Cibercrimen de la PDI penquista, Felipe Barra, comenta que "el delito de pornografía infantil tiene una pena bastante elevada y el delito de la filtración propiamente tal es un presidio menor en cualquiera de sus grados. Sin embargo, si acarrea una extorsión, aumenta a un presidio menor en su grado máximo".
La recomendación que entregan los funcionarios de la policía civil frente a la exposición que se genera con el sexting es a no subir ni videos ni tampoco fotografías con contenido sexual.
En el caso que se haya producido una filtración por parte de terceras personas es muy importante realizar la denuncia lo antes posible. "En caso de robo de PC o teléfono, la persona debe hacer la denuncia respectiva y, además, hacer hincapié en el tipo de información que contiene (...) Posteriormente, cuando se produce la filtración de datos, también se debe denunciar este delito. Esto se realiza en la Brigada de Cibercrimen o en la unidad policial más cercana", comenta el subinspector.
-¿Cuál es el alcance que la unidad tiene en estos casos?
-Es clave dejar en claro que bajar esos datos de internet es imposible. Lo que nosotros hacemos es rastrear el origen de la imagen, por ejemplo, y saber quién filtró en un principio la fotografía. Esto lo realizamos, mediante nuestras técnicas de investigación.
-¿Y cuál es el número de denuncias que tienen al respecto?
-Desde el año pasado a la fecha, hemos recibido cinco denuncias derechamente por el delito de filtración de información. Este número es pequeño, porque básicamente somos una brigada nueva que no tiene más de un año, pero en Santiago, por ejemplo, esta cifra es cinco por semana".
"Los adolescentes lo hacen para ser aceptados".
Paula Díaz,, psicóloga."
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