Nicolás Labra - Medios Regionales

Hay un tipo de penal que se lo cobran solamente a los equipos grandes. En el contexto de la Conmebol, es un penal que suele beneficiar a Brasil y Argentina cuando actúan de local. Ayer le ocurrió a Chile.

En una sanción más que dudosa, el brasileño Sandro Ricci concedió la pena máxima a la Albiceleste y Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, no falló a los 16 minutos.

Pese al gol, antes y después, la Roja comandó el juego. Ni siquiera la atronadora pifia de los locales en el himno chileno amilanó a los pupilos de Juan Antonio Pizzi. La fórmula fue sencilla: cuando había que presionar la salida trasandina iban hasta tres jugadores chilenos a quitarla.

Y así cortar los circuitos fue más fácil, considerando que a la pelea iban solo Javier Mascherano y Lucas Biglia. Chile lo tuvo primero por intermedio de José Pedro Fuenzalida, pero su gol, a los 6 minutos, estaba viciado por offside. Argentina tuvo una más. Fue un tiro de Sergio Agüero a los 17', el que dio fuera de la malla.

En el mediocampo comandaba Charles Aránguiz, imperial en el quite, la generación y el despliegue físico. El 'Príncipe' destacó eso sí por la poca compañía que le brindó el 'Tucu' Hernández. Con Arturo Vidal probablemente la historia hubiera sido distinta, aunque la verdad es que la cancha conspiró en que los dos equipos no pudieran desplegar un fútbol rápido y pulcro.

no salió

En el segundo lapso Chile intensificó el control del juego y tuvo más chances para igualarlo. Las más claras aparecieron a los 64 minutos. Un carrerón de Alexis terminó en falta al borde de la medialuna. El propio Sánchez reventó el travesaño.

Tras cartón, un desborde de Beausejour pilló a Nicolás Castillo -quien reemplazó al "Chapa"- y Sergio Romero la salvó después de que se lo soltara el balón.

Tuvo otra Castillo y Alexis también tuvo otro tiro libre. El final del encuentro fue un testimonio de los tiempos modernos. Un público silente, pifiando porque Argentina no atacaba y atónito ante lo que hacía Chile.

En los últimos cinco minutos la Roja encajonó a los trasandinos en su propia área. Los de Bauza defendían con los 11 en su área. En Buenos Aires. En el Monumental de River, otrora templo del fútbol trasandino.

Chile perdió, pero superó en todas las facetas del juego a los trasandinos. Un penal dudoso inclinó la balanza. Chile tiene que ganar todos sus duelos de local para pensar en Rusia. El fútbol lo mantiene intacto.