Invocan 5 años de cárcel para buzo por agresiones a su hijito
Ya se fijó la prueba para el próximo juicio oral contra el hombre de mar sindicado como responsable de los reiterados y crueles ataques contra niño en el sector rural de Aguantao, comuna de Castro. Un caso que provocó revuelo nacional.
26 testigos y cuatro peritos, más la presentación de una veintena de informes documentales, constituirán la base probatoria que se exhibirá en el juicio contra un buzo sindicado como responsable de constantes maltratos contra su hijo. Una pesadilla que se habría extendido desde que el menor tenía apenas 5 años y que tuvo como epicentro su hogar, en el sector Aguantao de la comuna de Castro.
El caso que provocó revuelo nacional, después que la víctima fuese literalmente rescatada en paupérrimas condiciones de salud, exhibiendo una avanzada desnutrición y claras lesiones en su cuerpo, entró en su fase judicial decisiva. En los últimos días se realizó una audiencia en que se fijaron las pruebas que se presentarán a los sentenciadores.
En la misma sesión, los acusadores coincidieron en la solicitud de 5 años de presidio contra el hombre de mar, identificado con las iniciales J.A.V.M., quien enfrenta cargos por el delito reiterado de lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar.
Los hechos, como expuso el fiscal de la causa, Luis Barría, se "prolongaron entre el año 2012 (diciembre) y el 2014 (junio), en los momentos en que el menor permanecía bajo el cuidado de su padre".
Es más, el persecutor describe en su acusación que el infante fue agredido hasta con elementos contundentes como cinturones y mangueras, sufriendo excoriaciones y lesiones costrosas en los brazos y piernas, como también múltiples equimosis lineales, hematomas y heridas contusas en el cuero cabelludo.
Agravante
Asimismo, el abogado fue enfático en señalar que los antecedentes de la causa "permitieron establecer que el padre del niño sería el autor de estas agresiones reiteradas", existiendo el agravante de la reincidencia específica de delitos de la misma especie, ya que el sujeto tiene una condena anterior por VIF.
Más allá de invocar la misma pena que el Ministerio Público, la curadora ad litem que representa al menor como querellante, Vanessa Aránguiz, sumó episodios más crudos en su acusación revelando que dentro de los "castigos" hacia el menor estaba la privación de alimentos, "llevando a la víctima a consumir tierra, comer lombrices y alimentarse de la basura que la familia producía".
Asimismo, la profesional del Programa Reparación y Justicia expuso como antecedente que el pequeño fue amarrado en la bodega y hasta quemado con cigarrillos.
Todos estos datos redundan en la enorme extensión del mal causado, factor que incluye el imputador fiscal y particular. Dentro de estos últimos se encuentra como querellante el abogado Milton Cuevas, quien representa a la abuela del menor.
De acuerdo a lo manifestado por el jurista, "este caso se trata de un maltrato habitual que provocó signos evidentes en el niño. Fue agredido y hasta amarrado, situaciones que describen los médicos y testigos, una serie de lesiones que hasta pueden calificarse casi como una tortura. El daño físico y sicológico es muy fuerte, por eso se pidió el máximo legal por este delito".
Intervención
Junto con destacar que las pruebas se concentran en el buzo mariscador, el abogado no descarta "otras formas de participación" de los integrantes de la familia. Sostuvo que este escenario de violencia "era una situación conocida por todos" y que solo quedó en evidencia por su delicado estado que obligó a su traslado al Hospital Augusto Riffart.
Después de la fijación de la prueba de los intervinientes solo resta aguardar el inicio del juicio que fue programado para el 12 de mayo en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro.
"Este caso se trata de un maltrato habitual que provocó signos evidentes en el niño".
Milton Cuevas,, abogado querellante en, esta causa."
Absolución
El defensor Filippo Corvalán representa al hombre de mar acusado de este delito reiterado y sostuvo que solicitará la absolución de su representado. "Las lesiones que sufrió el niño tienen su origen en otra época, no se puede acreditar la participación y responsabilidad en las mismas de mi cliente. En el tiempo en que sucedieron estos hechos el menor estuvo a cargo de otras personas", aclaró.
Asimismo, el profesional explicó que se fijó la misma prueba de la Fiscalía, "la cual será suficiente para dar cuenta que el padre de la víctima no tuvo participación en las lesiones. Incluso, desde el comienzo de la causa el imputado ha declarado que no es el autor".
13 kilos apenas pesaba el niño cuando fue internado con 6 años en el hospital.