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Obrero arriesga 20 años de cárcel por ultrajes a nietas

Caso se registró en Ancud y el acusado niega responsabilidad. Defensa expuso que el sujeto es impotente y que relato de las niñas fue inducido por la madre.
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Pedro Bárcena González

A una pena de 20 años de cárcel se expone un obrero forestal acusado de ultrajar por más de cuatro años a dos de sus nietas. Un aberrante caso de agresión sexual que tuvo como epicentro la población Vista Hermosa de Ancud, con ramificación en el sector Alerce Sur de la capital regional.

Desde la jornada de ayer se realiza el juicio contra el sujeto de iniciales J.A.T.B. (57), quien aseguró que nunca tuvo contacto con las menores. Sin embargo, la versión de las propias niñitas como las pruebas periciales reunidas en la indagatoria lo sindican como el único imputado de los delitos reiterados de violación y abuso en contexto de violencia intrafamiliar.

Tanto el fiscal Jorge Raddatz, como la abogada querellante Vanessa Aránguiz, dieron cuenta de cuatro hechos relacionados con la participación del abuelo de las víctimas, ya sea en el domicilio del trabajador en el norte de la Isla, en los momentos en que lo visitaban, como también en la misma casa de las afectadas en Puerto Montt.

En la acusación se describe que las menores sufrieron los ataques, desde que tenían apenas 5 y 7 años. Un calvario que se habría prolongado entre marzo del 2010 y abril del 2014, en Ancud. Mientras que también existiría un episodio de violencia contra ambas en mayo del 2014, en su vivienda en el continente.

Sufrimiento

El persecutor calificó como "costoso y difícil" todo el proceso vivido por las víctimas y la denuncia del caso, indicando que sufrieron al estar involucrado un ser querido. Además, recalcó que "ambas no dijeron nada inicialmente por miedo", pero al ocurrir un episodio de mayor violencia una reveló todo a su madre. Sin embargo, la mujer, apenas dos meses después y tras el relato de la otra afectada, decidió concretar el denuncio, en agosto del 2014.

"Lo que dicen las niñas está probado, dando cuenta de todo el sufrimiento que pasaron, algo que no es inventado", señaló el abogado, sumando que se respalda con otros testimonios y prueba pericial para sustentar su teoría.

En tanto, la jurista del Programa Reparación y Justicia, quien representa a las afectadas, manifestó que ellas "sindican como autor a su abuelo paterno, quien era un referente, una figura protectora y de confianza, pero que traspasó esos límites generando todo este daño contra las menores".

Asimismo, la profesional explicó que en esta causa se repite la dinámica abusiva tan presente en la Isla, apuntando a un factor clave: el silenciamiento. Por cuatro años habrían mantenido esto oculto las niñas, debido al vínculo estrecho que tenían con su abuelo y por miedo al quiebre familiar. No obstante, se atrevieron a develar los hechos. Una secuencia de agresiones que el mismo acusado refuta.

Odiosidad

En estrado, el obrero resaltó que "lo que dicen las niñas es falso, nunca las toqué", añadiendo que estas imputaciones derivan de la odiosidad en su contra por parte de la madre de las pequeñas, a quien acusó de malos tratos contra su hijo y padre de las víctimas, como también hacia las niñitas.

Así también lo expuso el defensor Luis Mora, invocando la absolución de su representado. "Pensamos que el autor (de las agresiones sexuales) es un tercero", expresó, sumando que las afectadas "presentan un relato aprendido e introducido por la madre".

A su vez, en lo que constituye una de sus bases probatorias para llegar a esta conclusión, el abogado sostuvo que el obrero tras sufrir un accidente laboral quedó impotente sexualmente, "por lo cual es imposible que haya cometido el delito", concluyó.

La fuente adelantó que existe un peritaje que demuestra el daño orgánico de su cliente que impide que tenga erecciones. Un escenario que su esposa también confirmaría.

Bajo estas aristas avanza el juicio que hoy tiene su segunda jornada de pruebas, etapa que se extendería al menos hasta el martes, todo para crear convicción en la sala presidida por el magistrado Cristian Rojas.

Reos se despliegan en el sector Lillo para desarmar barcaza abandonada

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Con la participación de tres internos de la cárcel de Castro y tres funcionarios de Gendarmería, avanzan las labores de desmantelamiento de la barcaza abandonada en el sector costero, contiguo al pasaje Lillo en la capital chilota. Lo que era un foco de delincuencia e insalubridad está siendo intervenido dentro de un proyecto de reinserción social.

A paso firme y aprovechando la disponibilidad de despliegue que dan las mareas, el contingente que comenzó a trabajar el martes ya está enfocado en desarmar el casco de la embarcación que por más de una década estuvo en el sector, siendo utilizada por antisociales para drogarse, beber alcohol y hasta alojar, generando la inseguridad de los vecinos.

El equipo está siendo guiado por el sargento primero Marcelo Arriagada, jefe de mantención de la unidad penal, y cuenta con el respaldo de un operario de la Naviera Ulloa. "Nos hemos encontrado con harta basura, botellas, cajas de vino y colchones... hasta un carné", indicó el funcionario, explicando que toda la descarga de desechos se realiza por medio de un camión municipal.

Uno de los reclusos que interviene en las faenas, Pascual Villegas, recalcó que "me presenté de manera voluntaria para esta oportunidad y nos eligieron a tres considerando nuestra conducta y participación en la unidad". Además, valoró la iniciativa, inédita dentro de las acciones de reinserción en la zona.

"Acá hay un tema de confianza, ya que no tenemos tanta custodia. Algunos podrán pensar que uno puede escapar, pero no es así, con esto demostramos una mejor visión de nosotros y que podemos aportar a la sociedad", aclaró el joven.

Ayuda

Más allá que el grupo cuente con herramientas, siempre el apoyo es bienvenido. Una motosierra aparece como un equipo que ayudaría al progreso de las faenas, señalaron los encargados.

Eso sí, los mismos vecinos y la Armada se han sumado entregando ayuda. Por ello, empanadas y hasta una "sopita" fueron ofrecidos para estos trabajadores.