Ricardo Mundaca I.

Aunque la longevidad pasó a ser parte de la normalidad en el siglo 21, no hay mucha gente en este planeta que cumpla 100 años en estos tiempos. Siempre es un acontecimiento cuando alguien se empina sobre el siglo de vida.

Un ejemplo de ello es una adorable anciana vecina de Quellón. Su nombre es Rosa Agüero Oyarzo y el 13 de abril apagó 100 velitas en una ceremonia familiar. Nació en El Rosario, comuna de Calbuco, aunque siempre cabe la duda si no fue anterior su venida al mundo, toda vez que en esos años mucha gente era inscrita tiempo después de nacer.

La abuela Rosa, como le dicen en la familia, tuvo una vida tranquila en su natal Calbuco. Siempre se dedicó a las labores de la casa y a la crianza y cuidado de su prolífica descendencia.

Ella misma señala que se casó José Eligio Paillán Vera, matrimonio realizado hace más de 80 años, que terminó el 4 de julio de 1988 cuando falleció su marido. Cuando le preguntamos por sus hijos, responde que tuvo 14, unos nacidos en Calbuco y otros en Puerto Aguirre, Región de Aysén, lugar donde vivió con sus seres queridos un período.

Nos cuenta que la mayor de todos cumplirá 80 años en septiembre y agrega enseguida que tiene 45 nietos. Tal vez por lo abultada de la cifra la señora Rosa ya perdió la cuenta, pero una de sus hijas arroja luces sobre la tremenda cantidad de bisnietos y tataranietos que tiene: 109 de los primeros y 53 de los segundos. Sí recuerda que el mayor de estos últimos tiene 27 años.

Hoy se encuentra viviendo en casa de sus hijos. La abuelita Rosa vive en Quellón desde el año 1982, cuando llegó proveniente desde la zona austral.

Físicamente se encuentra relativamente bien, salvo por una descompensación sufrida producto de una neumonía el año pasado, lo que le dejo sin fuerzas para caminar.

Sanita

Algo inédito en la pobladora es que a su edad no toma medicamentos y tampoco sufre de ninguna enfermedad crónica. Come en forma normal, pero sin sal. Es prácticamente autovalente. Duerme poco, como la mayoría de la gente de su edad y se declara feliz de su vida y que quiere vivir otros diez años.

Para entretenerse ve televisión, principalmente noticias donde pasan los textos por pantalla. Eso sí, es lectora habitual del Diario La Estrella, y lo hace sin lentes… Su familia le celebró el centenario con una cena en la casa de unos de sus hijos a la que asistieron medio centenar de parientes. Vino un hijo desde Puerto Aguirre y otro desde Comodoro Rivadavia (Argentina) con sus esposas.

Pueda ser que la abuela Rosa cumpla su sueño y podamos recordar en estas mismas páginas su aniversario numero 110. Nuestra lectora más longeva se lo merece.