Sebastián Paredes

La seguidilla de temblores en la zona de Valparaíso y regiones cercanas no ha dejado a nadie indiferente en la zona central del país. Por el contrario, los especialistas en el tema juntan teorías de las posibilidades de que ocurra un movimiento de mayor intensidad en las áreas de mayor población del país.

Para el geógrafo Marco Cisterna, profesor de la Escuela de las Ciencias del Mar de la PUCV, "los sismos (...) son los denominados interplaca, los cuales son muy comunes en Chile y han generado los mayores terremotos de Chile, por ejemplo, el de Valdivia en 1960, el 27-F o el que ocurrió el año pasado (sic, 2015) en Illapel".

El especialista explica que los movimientos telúricos que ocurren en la interplaca son los que generan tsunamis y son los que están ocurriendo desde el sábado 22 de abril en la zona.

"Los sismos que se han registrado está ocurriendo en un lugar en donde por lo general ocurren grandes terremotos y tsunamis. Los que han ocurrido son pequeños y, por lo tanto, no son peligrosos", detalló Cisterna, quien llama a la población a estar alerta en torno a lo que podría llegar a pasar.

Tres opciones

Para el especialista de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la actual situación que envuelve al litoral central no deja de ser aislada ni extraña. Recuerda que desde el año 1985 en la zona frente a Valparaíso no se libera una gran cantidad de energía. En dicha oportunidad se registró un terremoto de 7,8 de magnitud Richter, dejando a más de 300 muertos a nivel nacional.

"Acá en la zona tenemos un gran problema que es que el 2010 se liberó una gran cantidad de energía desde San Antonio al sur con el terremoto de dicho año (8,8 Richter). (...) Ocurrió un terremoto de Illapel hacia el norte, en donde se liberó parcialmente la energía, pero en la zona frente a Valparaíso no se libera energía desde 1985 producto de un terremoto", aclaró Marco Cisternas.

Para el especialista, a raíz de los sismos registrados durante los últimos días existen tres opciones:

"La primera opción es que no pase nada, es decir que comience a disminuir la seguidilla de temblores. Sería la mejor de las opciones y si es que hay un terremoto sería en 50 años más, por ejemplo. La segunda opción es que con tanto movimiento se rompa el pedazo que está sin moverse desde 1985 entre San Antonio e Illapel, esto generaría un terremoto aproximada a la magnitud 8, lo cual generaría un tsunami menor, pero con alto grado de destrucción", señaló Cisterna.

Agregó el profesional que "la tercera posibilidad tiene que ver con el peor escenario y es que se repita el megaterremoto que se originó aquí en Valparaíso en 1730. En dicho año ocurrió un gran terremoto, aproximadamente de magnitud 9 en la escala de Richter, que generó un gran tsunami que inundó todo el Almendral e incluso causó destrucción en Japón; esto es el peor de los escenarios. Los tres son posibles, pero son escenarios al fin y al cabo".

Cisternas hace un alcance en referirse a la gran cantidad de energía que podría llegar a liberar en un terremoto de magnitud 9. "Un terremoto de dicha magnitud es 30 veces más fuerte que uno de grado 8. Es decir, tendría un gran poder de destrucción", aclaró.

Estar atentos

Dentro de todo lo malo que podría traer una situación como la de un posible megaterromoto, el geógrafo consignó que la seguidilla de temblores pone en alerta a la comunidad y eso es bueno porque un sismo de alta intensidad no nos pillará desprevenidos.

"Cuando pasó el terremoto del 2010 todos estábamos en otra. Nadie pensaba en los temblores y vino el terremoto; estábamos desprevenidos. Es bueno que los temblores estén en la agenda noticiosa porque así estamos preparados para actuar. No solo tenemos que estar preparados los ciudadanos, sino que también las autoridades", finalizó.

9 Richter, estimado, fue un terremoto con tsunami que se registró en esa zona en 1730.