El vicepresidente de la República, Mario Fernández, se trasladó ayer a algunas localidades afectadas por las intensas lluvias registradas en el norte. La emergencia ha dejado damnificados, aislados y viviendas destruidas en las regiones de Atacama y Coquimbo, según reportó la Oficina Nacional de Emergencia.
El personero llegó a La Serena, para luego sobrevolar los poblados más golpeados por las inundaciones. Posteriormente se reunió con el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, quien está coordinando diferentes despliegues en la zona.
En la oportunidad, el vicepresidente rechazó el eventual decreto de un estado de catástrofe. "La declaración de un estado de excepción constitucional de catástrofe no procede, para ello se requiere un estado de calamidad pública y no hay calamidad pública que la Constitución exige", planteó.
Sin embargo, la autoridad del Ejecutivo se mostró abierto a que La Moneda anuncie un estado específico que permita a los alcaldes de las comunas más afectadas acceder a recursos adicionales. Además, Fernández indicaba que el escenario "más complicado" era el del suministro de agua potable para Ovalle, debido a la rotura de una de las paredes del embalse Recoleta.
Y aunque se pensó que el corte del servicio sería de una semana, este se restablecería en cerca de un 80% en esta jornada.
"Si bien nuestras norias se encuentran profundamente dañadas, hemos logrado poner en marcha, tras varias horas de trabajo, dos drenes que nos permiten comenzar a producir agua potable, para que los hogares tengan agua este domingo", expuso el gerente general de Aguas del Valle, Andrés Nazer.
Además confirmó la información emitida por el ministro Undurraga, quien anunció el inicio de una investigación sobre la construcción de la pared que cedió en el embalse Recoleta.
En cuanto a la afectación general al cierre se registran 2 personas fallecidas, 2.196 damnificados, 1.916 albergados correspondientes a 1.464 en la Región de Atacama y 452 en la Región de Coquimbo, un total de 14.614 clientes sin suministro eléctrico y 94.680 clientes sin agua potable, entre Atacama y O'Higgins.