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Acreditan que buzo agredió hasta con una manguera a su hijito en Castro

Sujeto arriesga 5 años de cárcel por bestiales castigos registrados en el sector Aguantao.
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Pedro Bárcena González

Tras salir del hospital donde fue internado por su grave estado, apenas pronunciaba palabras. Los horrores que vivió este niño con apenas 6 años en su "hogar" en el sector Aguantao de Castro lo mantenían atrapado en un infierno. Sin embargo, sus mismos dichos, contenidos pero fehacientes, escuetos pero convincentes, se constituyeron en base para acreditar la pesadilla que sufrió. Un calvario marcado por los golpes, desprotección y vulneración integral de parte de su padre.

Este dramático caso que quedó en evidencia en junio del 2014 cuando el pequeño, con una desnutrición severa, pesando apenas 13 kilos, ingresó al Augusto Riffart, lleno de cicatrices e incubando una neumonía, tuvo ayer la primera señal firme de justicia.

La sala del Tribunal Oral en lo Penal de la capital chilota presidida por la magistrado Loreto Yáñez acreditó de manera unánime la responsabilidad del progenitor del niño en el delito continuado de lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar (VIF). Un veredicto sustentado por la declaración del menor, seis testigos, peritos e informes periciales.

Tal como expuso la jueza en la audiencia, se confirmó la autoría de este buzo de iniciales J.A.V.M. en "los malos tratos físicos contra la víctima, a quien agredió con objetos contundentes, especialmente una manguera", en fechas indeterminadas entre enero del 2013 y junio del 2014.

Según el fiscal Luis Barría, quien instruyó la última fase procesal de esta causa, todo esto "se trata de un cruel maltrato infantil", en el cual el propio afectado "se refirió -en el juicio- cómo lo agredía el acusado y hasta mostró sus lesiones al tribunal".

El persecutor puso énfasis en la versión entregada por el infante, ya que "espontáneamente indicó que fue su papá quien lo golpeó. Una declaración impactante, en la que aún demostraba el temor por volver a esa casa". Hoy se encuentra viviendo con una tía.

El Ministerio Público solicitó 5 años de cárcel efectiva para el hombre de mar. Además, invocó la agravante de reincidencia específica. "No se debe otorgar una pena sustitutiva", recalcó Barría, considerando la conducta anterior y posterior del acusado, ya que presenta dos condenas anteriores por VIF y luego de este caso otra por manejo en estado de ebriedad.

Los otros dos acusadores coincidieron con este quántum. Vanessa Aránguiz, abogada del Programa Reparación y Justicia que representa a la víctima, insistió en esta sanción dentro de un caso en que "el menor sindica claramente a su padre como el responsable"; mientras que Milton Cuevas, quien representa a la abuela del niño, aseveró que en el fallo debe estar graficado el enorme daño sufrido por el escolar.

"El menor mostró las lesiones que tiene en el cuerpo. ¿Cómo pueden durar más de tres años? Son cicatrices físicas que cuestan sanar, pero ¿cómo serán las cicatrices sicológicas y emocionales, por la violencia ejercida por su padre, las cuales redundan en su actuar y forma de vida?", acotó el profesional.

Defensa

En tanto, el defensor Filippo Corvalán, quien solicitó la absolución de su representado aludiendo al escaso rigor probatorio para vincularlo a la autoría de las lesiones y argumentando una "negligencia transgeneracional" en torno al pequeño, pidió que se descarte la agravante y se aplique la pena en el mínimo legal.

Bajo este contexto, el jurista se situó en una sentencia de 541 días de presidio, aduciendo como cumplimiento la remisión condicional, o de manera subsidiara la reclusión nocturna domiciliaria.

Toda esta información será evaluada por los sentenciadores que entregarán su fallo este sábado.

Valoración

Positivamente valoró este veredicto la abogada querellante Vanessa Aránguiz, aunque aseguró que "esperamos que la pena que se aplique sea efectiva". Además, destacó que "son pocos los delitos de maltrato habitual que llegan a esta instancia", enfatizando que esto deja de manifiesto que "pegarle a un niño constituye un delito grave".