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Roberto Volpi, recordado cantor que hoy es chofer de una micro

Su primer álbum fue disco de oro a los tres meses de lanzamiento y hoy es conductor del transporte colectivo. A pesar que sus presentaciones ahora son esporádicas, aún tiene proyectos, pues no esconde que su gran pasión es la música.
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Ricardo Mundaca Izquierdo

Roberto Volpi Faúndez es un hombre sencillo que pasa su vida tras el volante de una máquina de la locomoción colectiva en Quellón. Su recorrido de la línea 2 del sistema de transporte público del sur de la Isla se inicia en la cercana localidad de Cheter para recorrer la parte urbana, pasando por la parte alta de la ciudad, y llegar finalmente al Hito Cero de Punta de Lapas, donde comienza el recorrido inverso hacia su destino. Pero lo suyo es la música.

Los cientos de pasajeros que suben a su micro no imaginan, o no saben, que quien los conduce a sus lugares de trabajo, estudio, trámites u hogares es un artista de tomo y lomo. Un compositor nato, un artista, que antes de llegar a Quellón tuvo una historia destacada en el mundo artístico y discográfico de los años '80.

Roberto vino al mundo hace 59 años en la localidad de Galpones, específicamente en los cerros de Filoco, comuna de Pitrufquén, Región de La Araucanía. Casado, padre de tres hijos, señala que arribó al principal puerto chilote en 1984. "Vine al Festival del Erizo que lo hacía en esos años la Pesquera Palacios y la persona que me trajo fue Pedro Roa, propietario de Radio Quellón", expone.

Las raíces de su canto, que él define como popular, las ubica en su entorno familiar. "Mi abuela era cantora, mis tíos también y siempre mi sueño era, cuando salía a rodear los animales, cantar. Le ayudaba a mi abuela a cantar en las fiestas", comparte.

El paso hacia otros escenarios los dio siendo apenas un veinteañero: "Después que salí del servicio militar incursioné en algunas peñas en Temuco, cuando era jodido, a fines de los '70". Su encuentro con la industria fue en esa época a través de "uno de los hermanos Huerta, integrante de los Llaneros de la Frontera; me ubicó para ser telonero en una gira que ellos hicieron. Esa fue mi primera incursión en público, grande, masiva", menciona.

Volpi no reconoce muchas influencias de otros artistas en su obra. "No tanto, porque el folclor que yo hago, y hacía, no se hacía en esos años. No hay que olvidar que el folclor era solamente cuecas y tonadas", apunta.

Destaca, eso sí, a algunas figuras que lo motivaron. "Hubo un cantor que anduvo en esa gira, que fue Benedicto "Piojo" Salinas. Él me enseñó, en parte, lo que es el canto popular; luego con Pedro Yáñez y el finado Santos Rubio". Rememora al cantor que aquella gira, que abarcó desde Concepción a Puerto Montt, la componían 32 artistas, todos importantes nombres de la música popular, tropical o ranchera, entre los que figuraban Guadalupe del Carmen, Ramón Rímac, Los Luceros del Valle, Los Reales del Valle, Los Hermanos Campos, entre otros.

sello y discos

El repertorio de Roberto Volpi se basaba en creaciones propias. "Yo ya tenía canciones, parte de las cuales fueron grabadas posteriormente en la primera producción para EMI Odeón, y otras que todavía las canto, como "El buey" y otras canciones jocosas que nunca las quise grabar para no matarlas, que la gente siempre me pide en los shows", asegura.

Cantor popular de raíz folclórica con un corte picaresco, esa es la definición que hace de su arte, mismo que lo llevó a ser considerado por una compañía discográfica transnacional. "Grabé tres discos para EMI y uno que grabé en Argentina, más artesanal pero igual se vendió harto en la Patagonia", asevera.

Del primer álbum para ese sello, "Canto a mi tierra", lanzado en 1985 en formato cassette, Volpi rememora que en tres meses se vendieron 10 mil copias, lo que para la época significaba disco de oro. Luego lo siguieron otros dos registros: "A la gente de mi tierra", de 1987, y al año siguiente lanzó "Yo soy del campo".

Su último álbum fue "Raíces", ya de forma independiente. Si bien los últimos discos lanzados no tuvieron el impacto comercial del primero, es destacable la carrera discográfica de este hombre que confiesa que en esa época no sabía leer ni escribir. "Las canciones las componía en mi cabeza y las memorizaba", revela. Con el tiempo y ayudado por un amigo, aprendió el secreto de la palabras escritas calcando las letras del diario.

Su incursión en la industria discográfica le permitió acceder a la televisión y a un mundo que no vislumbraba. "La EMI me mandó al programa 'Éxito', del 'Pollo' Fuentes y después fui al 'Festival de la una' de Enrique Maluenda, en TVN. También estuve en 'Chilenazo', que animaba Jorge Rencoret. Toda esta exposición me valió conocer el país entero, desde la frontera con Perú hasta la Patagonia chileno-argentina", catalogó.

Su peregrinar constante por escenarios del país se mantuvo hasta hace unos cinco años. Ahora es más esporádico, comparte, y cuenta que el año pasado asistió al encuentro de Cerro Castillo, en la Región de Magallanes, evento de raíces chilotas al que ya ha asistido dos años consecutivos. También participó en citas en Curacautín y anduvo hace poco por San Vicente de Tagua Tagua. A todos estos espectáculos va solo con su guitarra.

plata

Hace recuerdos del dinero que ganó en su época de esplendor. "Tuve hartos amigos mientas tuve plata. Yo siempre digo que llegué a grabar casi por accidente, entonces no estaba preparado para haber salido del campo, donde no tenía nada. La primera plata que me pagó el sello, en esos años, fueron 100 mil pesos y puta que era plata", evoca.

Agrega riendo el cantor: "Yo andaba solo en Santiago y encontré a unos amigos, entre comillas, y jodieron las cien lucas en una noche". Ese desenfreno y un representante hicieron el resto. "No me arrepiento de nada. Conocí a gente muy valiosa, como los Quelentaro, Eduardo y Gastón Guzmán, siempre fue mi deseo conocerlos. Con ellos hicimos una gira juntos, y después los traje a Quellón", apuntó.

En cuanto a las motivaciones que tuvo para venirse al sur de la Isla, Volpi hace una confesión: "Si yo seguía en Temuco iba a morir alcoholizado. No era alcohólico, pero sí tomaba después de los shows. Coincidió que vine a Quellón a hacer una actuación, y de aquí me fui a hacer una actuación a Valdivia para la Semana Valdiviana, luego a la Universidad de Concepción, después a Punta Arenas y volví a Quellón. Me fui a actuar a Temuco, y salí altiro de allá, y me vine".

Añade Roberto que nunca fue su idea quedarse en Chiloé, sino que quería dejar pasar el tiempo para establecerse en algún lugar. "Y finalmente me establecí aquí", acota. Se casó con una quellonina y tiene tres hijos, dos mujeres y un hombre, el menor.

Junto a la música que nunca ha dejado, Volpi ha explorado otros rubros para vivir. "Trabajé en una pesquera y anduve en la pesca", habla. Hace 10 años está dedicado a la locomoción colectiva, manejando una liebre de la línea 2. "Me va bien, no tengo deudas", dice.

Está planeando un proyecto artístico con un amigo argentino para recorrer la Carretera Austral con una carpa para 200 personas. Por el momento descarta volver a grabar otro disco. "Ya no es lo mismo que antes", subraya, y hace recuerdos que EMI Odeón peleó para quedarse con él en su elenco. "Yo iba a grabar con CBS (hoy Sony Music) o con el sello Sol de América. En ese tiempo, como no sabía leer ni escribir, el primer contrato lo tuvo que firmar Víctor Castro, mi guitarrista", suma.

De ese momento histórico en la vida de cualquier artista han pasado 32 años. Roberto Volpi, el cantor popular, picaresco, armó una familia en la Isla. Tiene esposa, hijos, casa propia y está feliz con su vida y con lo que hace. Tiene un sueño que lo motiva. "Voy a juntar plata para armar un taller y enseñarle a los niños lo que es la poesía popular", adelanta el autor de más de 200 canciones.

Este esforzado músico, que nació chicharra, concluye que "voy a cantar hasta que el último que me escuche me diga 'ya no te quiero escuchar más'".

"Grabé tres discos para EMI y uno que grabé en Argentina, más artesanal pero igual se vendió harto en la Patagonia".

Roberto Volpi,, cantor popular."

"Tuve hartos amigos mientas tuve plata. Yo siempre digo que llegué a grabar casi por accidente, entonces no estaba preparado para haber salido del campo".

Roberto Volpi,

cantor popular."

59 años tiene el artista oriundo de Pitrufquén, La Araucanía.

1984 llegó a la Isla Grande, sin pensar que se radicaría.

200 canciones y más son de su autoría, sostiene Volpi.