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Vecinos crecen junto al recuerdo del terremoto

Hoy se cumplen 57 años del megasismo y maremoto que arrasó Ancud. Tras la catástrofe nació la población Inés de Bazán, cuyos pobladores luchan para que esta fecha y sus alcances no queden en el olvido.
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César Cárdenas Ruiz

Simplemente el mayor movimiento telúrico jamás registrado por algún instrumento científico en toda la historia de la humanidad. El 22 de mayo de 1960 la onda destructiva alcanzo las costas de Ancud y la ciudad del río Pudeto fue destruida por el más grande tsunami que ha azotado las costas del océano Pacífico.

Han pasado 57 años desde aquel día, cuando una gran cantidad de familias comenzaron una nueva vida en un barrio diferente para ellos: la población Inés de Bazán. Pasadas las 15.30 horas de esa fatídica fecha, se generó el comienzo del cambio más radical para muchos habitantes de la comuna, producto de la catástrofe que arrasó con la costanera de Ancud, desde calle Cochrane hasta Lechagua.

El barrio La Arena quedó completamente sumergido entre las aguas. Actualmente, en dicho lugar se levanta población Fátima.

Ancud, que en ese instante albergaba a unos 5 mil habitantes, no sufrió tanta destrucción causada por el movimiento de la tierra, sino que fue el mar el que provocó el enorme daño.

La población Inés de Bazán se formó como consecuencia de este maremoto. La gente que perdió sus viviendas ocupó esas casas que les entregó la autoridad.

Familias como los Calderón Viveros, Alvarado, Rojas, Ruiz, Águila Pizarro, escribieron su nombre en la historia de Ancud. Pero a pesar del esfuerzo de estos vecinos por mantener esta fecha como una de las más importantes en el recuerdo de los ancuditanos, aseguran que con el pasar de los años, la comunidad cada vez memoriza menos este hecho.

Cambio

María Calisto, vivía por aquellos años en donde actualmente funciona el BancoEstado. Por aquel entonces tenía 26 años y recuerda que "arrendaba una casa con mis tres hijos y mi esposo cuando empezó el terremoto". Luego vino la destrucción.

Sin embargo, la isleña enfatiza que tras el megasismo, "el cambio fue bonito". Agrega que "me entregó la casa la señora Laura, que era la visitadora social de la población y entonces fuimos a vivir cinco familias en esa casa, después del terremoto".

Con nostalgia esta jefa de hogar añade que "hay distintas formas de recordar el terremoto, no sé porque la gente se ha ido olvidando de esta fecha, yo no me olvido".

A este relato se une el de Juan Antonio Ruiz, quien rebobina la memoria y cuenta que al momento de la catástrofe ya se encontraba casado y con hijos, trabajando en la histórica Panadería Ortloff. Se empinaba por sobre los 30 años y asegura que el recuerdo no es grato, pero que es un capítulo de la historia que no se puede olvidar.

"El recuerdo es completamente amargo, cuando vino la mar mis hijos se encontraban en una iglesia con las monjitas del 'Puente Matadero' para allá, entonces mi señora los fue a buscar corriendo y yo estaba trabajando, así que tuve que dejar el trabajo y arrancar".

En su versión suma que debido a la desesperación, incluso extravió a uno de sus hijos temiendo lo peor.

"El mar empezó a salir en la tarde, algunos de mis hijos se fueron con sus abuelitas, perdimos a uno de mis chicos, no sabíamos dónde se había ido, fuimos arriba hasta Carabineros, ahí había tipo un campamento porque estaba lleno de fogatas y toda la gente estaba allí, pero mi hijo no estaba ahí. Vinimos cerca de la Iglesia San Francisco y había una abuelita que tenía a mi niño. De ahí vinimos a una de estas casa que estaban con el puro cascaron", rememora.

Juan es claro al señalar que han sido los propios ancuditanos quienes le han ido restando importancia a esta fecha: "Se ha olvidado, a veces por la ignorancia de la gente, no sé por qué más, yo creo que todo esto está olvidado ya".

Responsabilidad

Por su parte, Óscar Andrade, presidente de la Junta de Vecinos Inés de Bazán, indica que cada año estos pobladores mantienen viva la tradición de conmemorar esta fecha que marcó el inicio de este sector en la comuna de Ancud, a través de diferentes actividades.

"El lunes es la ceremonia oficial en la cual tenemos invitadas a distinguidas autoridades de la comuna, a los vecinos con los cuales vamos a conmemorar estos 57 años de historia de esta importante población como lo es Inés de Bazán", arguye.

Respecto a la relevancia que este día adquiere en la historia de Ancud, el comunicador expresa que "la mayoría de la gente que habita acá, estuvo presente y vivió esta tragedia y tiene una historia que contar a raíz de esto. En lo que es la comuna propiamente tal, yo creo que con el pasar de los años se ha ido olvidando un poco, pero nosotros tenemos la responsabilidad al menos en este sector poblacional de revivir lamentablemente este hecho, y por lo tanto al nacer esta población, conlleva a la celebración de lo que ya he relatado".

Además de la población Inés de Bazán, después del terremoto se formó el sector Fátima por necesidades de vivienda. Lentamente se fueron ocupando terrenos, cuentan nuestros relatores. Antes solamente había unas pocas casas. La gente misma fue levantando sus hogares en Fátima y se hacían mingas para este proceso, donde los vecinos de manera mancomunada y sin diferencias sociales se ayudaban.