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Viudas le dan un nuevo sentido a sus vidas al agruparse en Quellón

Los Años Dorados se llama el colectivo que sesiona desde marzo de este año en la excasa parroquial. A pesar que un sacerdote las instó a reunirse, el grupo está abierto a mujeres de distintos credos y edades.
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Ricardo Mundaca izquierdo

Una agrupación de mujeres quelloninas, autodenominadas Los Años Dorados, están demostrando que ni la edad ni la soledad son sinónimos de inactividad. Mucho menos pensar en retirarse a los cuarteles de invierno. Por el contrario, de la mano del cura párroco de la comuna, el sacerdote Carlos Cárdenas Velázquez, las vecinas que han visto partir a sus maridos se han organizado para hacer más llevaderas sus vidas.

Una treintena de viudas, condición sine qua non para participar del grupo, y que en su mayoría están viviendo en la tercera edad, han decidido darle un giro a su existencia. Desde marzo de este año le dan vida a este particular colectivo. Su coordinadora, Isabel Bello, en este estado civil desde hace 19 años, explica que "esta organización nace a raíz de una petición de nuestro cura párroco que sintió la inquietud y la necesidad que las viudas de Quellón nos agrupáramos para compartir vivencias".

El primer encuentro fue el 24 de marzo de este año. "Partimos con 13 señoras viudas y por unanimidad le pusimos el nombre de Los Años Dorados. Si bien el padre Carlos me nominó como coordinadora, igual se llevó a votación y fue aceptado por todas las presentes en esa primera reunión", comenta la misma pobladora.

Otra integrante de la agrupación, Blanca Saldivia, viuda hace dos décadas, tercia en la conversación y menciona que "yo paso a ser como la segunda de ella, soy como la secretaria. Entre las dos organizamos y conversamos sobre lo que tenemos que hacer". Agrega que es Isabel la que se encarga de avisarle a las demás damas cuando se van a reunir: "Las llama a todas para saber cuántas van a asistir el día de la reunión". La fecha establecida para que se junten las viudas quelloninas es el cuarto viernes de cada mes y lo hacen en un salón de la que era la casa parroquial.

"Es un espacio que nos pasó el padre Carlos, muy cómodo, calentito, donde hay una cocina comedor grande, así que no pasamos frío y tenemos hasta servicio", acota la coordinadora del grupo.

El gestor de la iniciativa en Quellón, el presbítero Carlos Cárdenas, aclara que la idea no es de él, sino que la experiencia de agrupar a las viudas nace en Chonchi por iniciativa del sacerdote José Contreras allá por 1995. "En Chiloé hay una gran cantidad de mujeres en esa condición y pueden aportar mucho a la Iglesia. El hecho de juntarse, compartir la vida, reírse, hacer actividades, es una experiencia positiva. De ahí nace esta necesidad como Iglesia de darles un espacio y compartir con ellas", asevera el párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.

La fuente reflexiona y suma que en cualquier momento de la vida se hace necesario el contacto con otras personas. "Acá en Quellón, desde que comenzamos, en tres o cuatro encuentros, ha sido una linda experiencia y se nos ha ido sumando más gente", apunta el religioso.

Cárdenas comenta que para sumarse al grupo Los Años Dorados no es condición que la integrante sea católica: "Más allá del credo, la idea es poder juntarse", enfatiza. Claro que sí hay un requisito que explica la señora Isabel: "Las viudas no pueden estar pololeando, no pueden tener pareja, esa es la condición para integrarse al grupo".

festivas

El sacerdote relata que en las reuniones han conversado de la vida, la situación personal de cada una, los intereses que tienen. Incluso, detalla, celebraron el Día de la Madre y han tenido hasta veladas de karaoke. "Yo he tratado de acompañarlas siempre, pero la idea es que comiencen a juntarse solitas, lideradas por la señora Isabel y Blanquita", adelanta el padre Carlos.

"Ha sido tan bien acogido esto, que cada vez se van sumando más viudas. Ya somos 30 personas y va a ir en aumento", enfatiza Isabel Bello. Ella misma añade: "Conocemos a otras personas, nace una amistad y un aprecio que con el tiempo se va a ir acrecentando. Esto es como una familia, donde compartimos nuestras penas y alegrías ".

El párroco de Quellón interviene consignando: "El mayor sentido de esto es el compartir. Estamos en una sociedad donde todo va muy rápido, donde se usa mucho la tecnología, pero poco el hablar directamente, mirándonos a la cara. Esa es la instancia que ellas han encontrado acá".

Independiente de lo anterior, las encargadas manifiestan que la finalidad del grupo tiene que ver con desarrollar ayuda social. "Yo expuse eso ante la asamblea, lo de hacer obras sociales, especialmente con adultos mayores abandonados, visitarlos". indica la coordinadora.

En cuanto a las características de las integrantes, Blanca Saldivia cataloga que "hay todo tipo de mujeres. Jóvenes, adultas, adultas mayores. No hay un límite de edad. Las puertas están abiertas para todas las que quieran integrarse y la verdad es que estamos muy motivadas con la respuesta que hemos tenido". "Están encantadas, felices, no hayan la hora que llegue la fecha del mes siguiente para participar", suma Isabel.

Entre 54 y 91 años tienen las viudas pertenecientes al colectivo, eso no obsta para que, guardando las diferencias de personalidad, todas ellas participan con el mismo espíritu y entusiasmo de las dos dirigentas. El cura incluso menciona que "es muy alentador que se atrevan a cantar en un karaoke, que tengan la capacidad de reírse de ellas mismas, es divertido".

Aportes

Por el momento no contemplan pagar una cuota, sino que la idea por ahora es mantener el sistema de aportes individuales cuando se reúnen. Cada una lleva algo y lo comparten todo. "También, cuando se encargan cosas, si se debe pagar algo dividimos el gasto y cada una gustosa asume una parte", enuncia.

Uno desafío futuro de la organización es juntarse con otros grupos de este estilo, como el que funciona en Chonchi. "También visitar parroquias de la provincia para instar a la gente que formen sus propias agrupaciones", vislumbra el religioso.

Recalca Cárdenas lo "impagable que es darle instancias como esta a mujeres que quizás están tristes o solas, o sin un mayor sentido en sus vidas. Es lindo ver como se reencantan con la vida (…). Hoy, cuando están en otra parada de la vida, carretean, se ríen igual, pueden aportar y ser útiles".

Estas dos viudas que representan a sus compañeras ponen todo el empeño en sacar adelante la agrupación. Ambas tienen sus historias de vida: Isabel Bello, profesora normalista, exencargada de la biblioteca municipal quellonina, tuvo tres hijos. Blanca Saldivia fue comerciante, enviudó y prosiguió sus estudios medios. Rindió la

Prueba de Aptitud Académica y estudió podología en Temuco; crió a dos hijos.

Hoy, ambas damas en la plenitud de la tercera edad, vuelcan su energía y experiencia en darle vida a un grupo de mujeres cuyo estado civil no puede encasillarlas como carga, o confinarlas a una vida enclaustrada en sus hogares. Hacen un llamado a las viudas de Quellón a que se integren al grupo asegurando que van a ser todas bienvenidas. En la excasa parroquial de Nuestra Señora del Carmen, el último viernes de cada mes, a las 18 horas, estarán estas mujeres pasándolo bien y disfrutando los años dorados. La verdad es que tienen cuerda para rato.

"Conocemos a otras personas, nace una amistad y un aprecio que con el tiempo se va a ir acrecentando. Esto es como una familia".

Isabel Bello,, coordinadora de Los Años Dorados"

"El mayor sentido de esto es el compartir. Estamos en una sociedad donde todo va muy rápido, donde se usa mucho la tecnología, pero poco el hablar directamente, mirándonos a la cara".

Carlos Cárdenas,, párroco de Quellón."

"Hay todo tipo de mujeres. Jóvenes, adultas, adultas mayores. No hay un límite de edad. Las puertas están abiertas para todas las que quieran integrarse y la verdad es que estamos muy motivadas con la respuesta que hemos tenido".

Blanca Saldivia,, integrante de Los Años Dorados."

30 integrantes actualmente forman Los Años Dorados. Inicialmente eran 13.