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Impulsan el trabajo con frutales menores por el cambio climático

Grosella, zarzaparrilla, arándanos, frambuesa y murta son algunas de las especies que un grupo de productores locales está evaluando su rendimiento en conjunto con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
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Carolina Larenas Faúndez

Lluvias intensas en corto tiempo, un aumento de temperatura y períodos de sequía son algunos de los efectos del cambio climático observados en la zona y, si bien representa una complicación sobre todo para la agricultura, también puede convertirse en una oportunidad con la utilización de otro tipo de productos y nuevas prácticas.

Grosella, zarzaparrilla, arándanos, frambuesa y murta son algunas de las especies con las que un grupo de productores locales está trabajando, con el fin de evaluar sus ventajas y potencialidades para la agricultura familiar campesina.

Se trata de un programa del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) que nació hace dos años y que está pronto a iniciar su fase de evaluación, en el que participan agricultores de siete comunas de la provincia a través de transferencia tecnológica.

Según lo explicado por el subdirector del INIA, Butalcura, Gabriel Peña, este trabajo con los frutales menores está orientado en dos áreas: un grupo de transferencia tecnológica y otro territorial que es financiado con recursos de la Subsecretaría de Agricultura.

En este sentido, el profesional comentó que "debemos apuntar a diversificar nuestra agricultura explotando nuestros recursos silvestres e identitarios como también aprovechando el cambio climático con nuevos rubros e innovadoras prácticas productivas en donde la investigación y transferencia tecnológica sean herramientas que ayuden en una agricultura del siglo XXI".

A juicio del funcionario, Chiloé tiene el potencial para convertirse en un modelo de desarrollo inteligente para la industria agroalimentaria y es por eso que se está trabajando en el tema de los frutales menores con algunas variedades nativas y otras introducidas.

"Por lo que respecta al trabajo que día a día estamos desarrollando, hoy estamos trabajando fuertemente en lo que es transferencia tecnológica para el mejoramiento productivo de lo que es el cultivo de papas, hortalizas y ahora también estamos con nuevas especies y variedades de berries que permitan aprovechar las condiciones agroclimáticas con las que cuenta Chiloé", detalló el profesional.

Igualmente, expuso que "eso de la mano del cambio climático que estamos viviendo. Las lluvias se están haciendo más intensas en ciertos períodos, pero también se están extendiendo los períodos de sequía o déficit hídrico y eso también está generando oportunidades productivas de tener nuevas líneas y nuevos rubros de trabajo para los agricultores".

Bajo este prisma, el subdirector del INIA Butalcura afirmó que "en ese sentido, estamos instalando un ensayo experimental en riego de frutales que comenzó el año pasado y que este año se deja en pleno funcionamiento para ser evaluado".

Por otro lado, agregó que "tenemos también un jardín de variedades de especies y variedades nativas y otras que son introducidas que está siendo reformulado de berries y frutales menores en pos de ser evaluado su nivel productivo y también cuáles son sus posibilidades de empaquetamiento como prototipo comercial a futuro".

Solo en Curaco de Vélez, Quemchi y Puqueldón no llega este programa, sobre todo por la cobertura económica.

"El trabajo con los hortaliceros, o más bien con los grupos hortofrutícolas, se está desarrollando en siete comunas de las diez de Chiloé. Nos faltan los recursos para seguir formando grupos, pero esperamos el próximo año poder avanzar en eso también", describió la misma fuente.

Además, expresó que "tenemos hoy en día alrededor de 110 a 115 productores hortofrutícolas con los cuales estamos trabajando y más de 60 asesores técnicos que también forman un grupo, ya que este trabajo de transferencia tecnológica se desarrolla en conjunto con los asesores, no podemos dejar de lado el potencial que ellos tienen en esta labor".

ejemplo

Hace más de 15 años que Egor Vargas trabaja con frutales menores en el sector de Huillinco, principalmente murta, aunque también cuenta con grosellas, frutilla, frambuesa y arándanos, los que tiene distribuidos en tres cuartos de hectárea.

"Uno de mis pensamientos en el tema de la fruta fue que en Chile en la zona norte la mayor parte de la superficie cultivable está dedicada a la fruta y acá en Chiloé eso no pasa, yo soy el único que cultiva murta, el resto las sacan de las que crecen de forma espontánea", aseguró el productor del sector El Roble.

Igualmente, relató que "con el INIA venimos conversando hace 2 años. Yo partí con la murta, pero ahora tengo grosellas, arándanos, frutilla y frambuesa", sumando que "el tema de los frutales tiene potencial en Chiloé, sobre todo cuando se trabaja con productos elaborados como mermeladas o conservas".

El productor también manifestó que inicialmente comenzó con 20 variedades de murta hasta llegar a seis que se adaptan mejor a las condiciones de la provincia, las que eligió por elementos como el tamaño del fruto, el frondosidad y adaptación al frío.

"Llevo años trabajando con la murta y solo este año pude cosechar para suplir la demanda. Otras veces tenía que comprar el producto a otras personas de sectores como Cucao", puntualizó, dando cuenta que en esta cosecha que terminó hace algunos días logró contar con mil kilos del fruto.

Vargas también espera que muchas otras personas se sumen a este trabajo con los frutales, ya que piensa que la actividad tiene potencial y también mercado, tanto dentro de la provincia como también fuera de ella.

Otras líneas

No solo en el tema de los frutales menores se centra el trabajo del INIA en Chiloé, sino que también se está potenciando el rubro hortícola y para ello cuenta con un profesional de apoyo en Butalcura y además un convenio con la empresa Arava que le ha permitido tener un ensayo en un invernadero y algunas muestras para transferencia tecnológica para el cultivo de hortalizas.

A su vez, hace cerca de dos años el INIA Butalcura y el INIA Remehue están trabajando en conjunto con el Ministerio de Agricultura para levantar una línea de proyectos que permitan concretar la probatoria de sello de origen para distintos productos de la Región de Los Lagos, entre ellos la papa nativa y el ajo chilote.

Para ello, el INIA espera entregar en el corto plazo un dossier con estos antecedentes al Gobierno Regional y a las instancias de financiamiento para sensibilizar en torno a las potencialidades que tendría Chiloé al contar con el sello de origen para las papas y el ajo.

"Debemos apuntar a diversificar nuestra agricultura".

Gabriel Peña,, subdirector del INIA Butalcura."

"Yo partí con la murta, pero ahora también tengo grosellas, arándanos, frutilla y frambuesa",

Egor Vargas,

producto chonchino."