Como constantemente lo manifiesta, Arturo Vidal quiere jugarlo todo. Y otra vez lo dejó en claro previo al duelo amistoso ante Rumania, el último antes del inicio de la Copa Confederaciones.
El volante chileno había encendido las alarmas la mañana de ayer al ser separado del plantel para entrenar de manera diferenciada, al igual que el lesionado Claudio Bravo, donde solamente realizó trabajos de regeneración, sin intensidad.
Por lo mismo, su presencia en el compromiso ante los rumanos generó incertidumbre. Sin embargo, fue el mismo Vidal quien se encargó de aclarar la situación y aseverar que está disponible para ingresar al terreno de juego mañana.
"Todo tranquilo, ya estoy bien. Mañana (lunes) volveré a trabajar con normalidad. Ante Rumania quiero jugar", sostuvo el mediocampista, descartando cualquier tipo de lesión.
Le decisión de Juan Antonio Pizzi y su cuerpo técnico de entrenar aparte al formado en Colo Colo se debió netamente a un tema preventivo y de descanso, más que una situación delicada.
Las declaraciones de Vidal se dieron en medio del arribo de la Roja a la ciudad rumana de Cluj, donde alistarán el compromiso amistoso que está pactado para este martes a las 14 horas.
Recuperación
A ello se suma, la recuperación de Marcelo Díaz, quien venía lesionado del amistoso de hace más de una semana ante Burkina Faso en el Estadio Nacional.
El volante del Celta de Vigo sesionó normal con el resto del plantel y dependiendo de su evolución física, lo más probable es que sume minutos en el amistoso del martes.
Tras el viaje de ayer de la selección nacional, la jornada de hoy considera un entrenamiento de reconocimiento de la cancha en el Cluj Arena y la habitual y oficial conferencia de Pizzi.