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Familia de aspirante a carabinero fallecido no claudica por justicia

Padres de Sebastián Pinuer esperan que la Corte Suprema se pronuncie por el caso.
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Pedro Bárcena González

Desgastados, sensibles, pero sin abandonar su lucha por justicia se encuentran los padres de Sebastián Pinuer (19), el aspirante de Carabineros que falleció tras una tortuosa jornada de entrenamiento de febrero del 2011. El quemchino y su compañero Julio Ulloa (22) no soportaron las instrucciones a más de 33 grados en el campo de adiestramiento que la policía uniformada tiene en Curacaví, Región Metropolitana.

Pese a que han transcurrido más de seis años desde la muerte de su hijo y que se dictó una condena de tres años de pena remitida contra cuatro tenientes por cuasidelito de homicidio, la pareja chilota está a la espera que la Corte Suprema se pronuncie por este caso, en búsqueda de sanción que aguardan "sea ejemplar" y grafique "el daño provocado".

Así lo manifestó Diego Pinuer, padre del joven, quien junto a su esposa, Sandra Barría, llegaron a Castro a apoyar la causa de Claudio Manquemilla, el chonchino desaparecido y muerto hace seis años en enigmáticas circunstancias.

El funcionario de la policía uniformada, quien siente como una llaga las aristas que marcaron la muerte de su hijo al ser parte de la institución, no dudó en calificar de injusta la sentencia del Segundo Juzgado Militar de Santiago, esperando que se apliquen sanciones más severas, más al considerar que el sumario interno no aplicó castigos contra los instructores.

"Acá estamos en presencia de un hecho en que Carabineros comete una negligencia inexcusable, investiga, juzga y perdona. Claramente no hemos tenido justicia y buscamos una explicación de lo que sucedió dentro de un caso en que están todos coludidos", aclaró el vecino.

Es más, la fuente recalcó que tuvo una reunión con el director general de Carabineros en retiro Gustavo González Jure, quien lideraba la institución al momento de la indagatoria de la causa, en la cual "no nos dijo nada, eludió todo y no se hizo cargo de lo sucedido".

Ante esta verdadera bofetada, la madre del joven fallecido sumó que "todas las puertas se nos han cerrado. Entregamos a mi hijo sano en Carabineros y lo devolvieron en un cajón... nunca lo cuidaron como osaron decir".

Dentro de esta realidad, Pinuer agregó que los hechos que marcaron la muerte de Sebastián tienen ribetes dramáticos, ya que el supuesto calentamiento en que se vio sometido por 40 minutos le provocó una deshidratación con consecuencias fatales, sin que se conozcan otros alcances de estas prácticas.

"Mi hijo jugó por cinco años rugby, era capaz de trotar entre Castro y Chonchi sin problemas... era sano y capacitado, pero en una semana que lo dejamos en la Escuela de Carabineros y se muere", relató el angustiado padre.

Explicaciones

Bajo este contexto y aguardando que no quede impune este caso, la familia quemchina no bajará los brazos en búsqueda de justicia.

"Pese a todos los malos ratos que hemos vivido, las humillaciones al no tener explicaciones por lo sucedido, seguiremos adelante... no le podemos regalar esto, no creemos en el fallo dictado y tenemos fundamentos que todo es una mentira", enfatizó Diego Pinuer.

La familia isleña está siendo asesorada por el abogado Rubén Jerez, quien recurrió de casación a la Corte Suprema esperando que se retomen las circunstancias del caso, se ponderen las pruebas presentadas y se logre una sanción justa contra los responsables de la muerte de estos jóvenes.

19 años tenía el joven quemchino fallecido en una jornada de entrenamiento.