Secciones

El milenario ritual con fuego y piedras volcánicas para sanación

El Temazcal es una práctica realizada por culturas indígenas de Mesoamérica y Norteamérica para desintoxicar el cuerpo y el espíritu.
E-mail Compartir

Mirian Mondaca

Ajeno al ruido caótico de la ciudad, Salvador revisa cada detalle de su cuidado Inipi; un domo construido con varas de madera flexibles cubiertas de mantas, que permanece incólume bajo la sombra de un árbol del patio de su hogar. Nada puede quedar al azar, porque, haciendo honor a su nombre, este joven se ha convertido en una verdadera salida para muchas personas que tienen los más diversos padecimientos, y que ven en el ritual del Temazcal un escape a sus males.

Fue el 2015 cuando Nicolás Salvador Ortiz comenzó a construir refugios para la sanación, poniendo en práctica lo aprendido en sus años de estudio con la agrupación Raíces de La Tierra, que está presente en diferentes países del mundo, entre ellos Chile. Con la mayoría de edad recién cumplida, el 2010, el joven experimentó por primera vez un Temazcal en Olmué para superar una depresión y significó un cambio radical en su vida.

A días de encabezar una nueva ceremonia de purificación como temazcalero, Salvador recuerda que tras la experiencia sintió que ese era el camino que debía seguir en su vida, ayudando también a los demás. "Tomé muchas pastillas que me daban los médicos, pero no me hacían nada (...) cuando empecé a ir a los Temazcales mejoré y ahora también ayudo a que las personas a lograr una sanación integral", señala el joven.

Iglesia lakota

El Temazcal consiste en un baño de vapor de hierbas que se realiza en el interior del Inipi, que en este caso, está confeccionado bajo la estructura de la cultura Lakota, que es un pueblo indígena norteamericano. La cúpula está rodeada de simbolismo, que la convierten en algo sagrado, en una "iglesia", comenta Salvador. Por eso, quien participa de la ceremonia debe hacerlo con total respeto y con la mente abierta a la meditación.

Cada centímetro del Inipi tiene su significado. Para los Lakota, cada una de las 16 varas de madera flexible (colihue o similar) que conforman su estructura representa a uno de los 16 espíritus sagrados de la tradición. Además, las cuatro filas de ramas verticales que envuelven la cúpula simbolizan a los cuatro mundos: el mineral, vegetal, animal y humano. En tanto, la última vara que se entrelaza en el techo con todas las verticales forma una estrella de ocho puntas, representando a los planetas y al universo. Finalmente, la estructura es tapada con mantas, dejando una especie de cabaña circular que -en el caso de la que existe en Quillota- mide cerca de cuatro metros de diámetro y un metro y medio de alto.

El Inipi confeccionado cuidadosamente por Salvador, tiene también cuatro puertas que están dispuestas en dirección a los cuatro puntos cardinales, y por ellas se introducirán las "abuelas" o piedras volcánicas calentadas. Éstas, "emiten rayos infrarojos y crean iones negativos que ayudan a tonificar órganos, huesos y músculos", indica.

En el centro de la cúpula se ubica un agujero donde se depositan las piedras volcánicas y sobre las que se vierten infusiones de hierbas medicinales. Con ellas, quienes ingresan al domo logran una desintoxicación por sudoración, ya que se abren los poros de la piel y las toxinas salen a través de la transpiración.

Toda la ceremonia, que dura dos horas, es guiada por el temazcalero, quien realiza una serie de cantos y reflexiones que inducen a la meditación, en un entorno cálido y totalmente a oscuras. Ese ambiente, para los Lakota, es la representación de un vientre materno, donde se encuentra un nuevo ser en total protección. Quien entra al Temazcal experimenta una especie de parto y eso se explica porque "dentro trabajamos el control emocional, del miedo y las frustraciones. Se deja atrás todo eso y el salir del Inipi es un renacer, es como volver a salir del útero de la madre", relata Salvador.

Beneficios

Aunque tiene un sinnúmero de cualidades, en un Temazcal no pueden participar quienes tengan instalado un marcapasos, hayan sufrido infartos o problemas cardiovasculares; las embarazadas antes de los 5 meses y después de los 7; y tampoco quienes sufran de enfermedades mentales serias, como demencia, psicosis, esquizofrenia o paranoia. En el caso de las mujeres en su período de menstruación y los menores de edad, se debe hacer con precaución.

Para las personas que no tienen limitantes, cuenta Salvador, ingresan al Inipi con trajes de baño y con algun pañuelo puesto en la cabeza para proteger el "tercer ojo". Allí, un grupo cercano a los 20 participantes sentados, y más tarde recostados, sienten cómo el calor dilata los poros de la piel, absorbiendo las propiedades benéficas de las hierbas.

Para más información se puede ingresar a las páginas de facebook "Cajara Creativa Taller" o "La vida de Salvador".