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Denuncia y estudio revelan crisis por la basura en Zona Típica de Iglesia de Detif

Investigación realizada por profesionales de la Universidad de Chile midió 30 toneladas en el área.
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Carolina Larenas Faúndez

Una denuncia por el estado en que se encuentra el borde costero de Detif debido a la presencia de basura realizó la organización no gubernamental Defendamos Chiloé al Consejo de Monumentos Nacionales, acción que llega justo cuando se dieron a conocer los alcances de "Estudio para la generación de un modelo predictivo de residuos en tres playas de Chiloé, mediante teledetección cuantitativa" que determinó la presencia de a lo menos 30 toneladas de desperdicios en esa zona.

Una visita de inspección solicitó Defendamos Chiloé al organismo con el fin de tomar las medidas que la ley permite, de manera de concretar denuncias en las entidades que deben velar porque semejantes daños sean prevenidos y no sigan ocurriendo.

Felipe Montiel, representante del Consejo de Monumentos en Chiloé, confirmó que existe esta denuncia y como CMN visitarán la zona lo más pronto posible para verificarla y determinar si la basura está dentro de la Zona Típica aledaña a la Iglesia Apóstol Santiago, Patrimonio de la Humanidad.

La presencia de desperdicios en esta y otras playas lemuyanas no es un tema nuevo para las autoridades comunales y si bien se han concretado operativos de limpieza vinculandos a los vecinos y empresas de la zona, cada nuevo temporal vuelve a evidenciar un problema, que a juicio del alcalde de Puqueldón, Pedro Montecinos (pro UDI), se debe abordar de manera integral.

"Desde que asumí en el período anterior que vengo planteando este problema de los volúmenes de plumavit que llegan a nuestras playas, hemos dado cuenta de esto a la Armada y hemos tenido reuniones con los vecinos y empresas, pero si el Estado no hace algo esto se va a convertir en un problema mayor", expuso el jefe comunal.

Lo anterior, considerando también los resultados del trabajo realizado por profesionales del Laboratorio para el Análisis de la Biósfera de la Universidad de Chile, encargado por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC).

Cristian Matter, director del Laboratorio para el Análisis de la Biósfera de la Universidad de Chile, explicó que la idea de este estudio nace de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, que les planteó la inquietud de determinar la basura de las playas de Chiloé a partir de imágenes satelitales.

"Nosotros como academia tomamos el desafío y transformamos esa idea para entregar como resultado una cartografía que pudiera entregar una superficie en la que aparezca si es que hay basura y cuánta basura hay y eso fue el resultado que obtuvimos", sostuvo el ingeniero en recursos naturales renovables.

Además, el profesional comentó que "nosotros desde enero que estamos visitando la zona, tenemos imágenes satelitales con la mejor resolución que hay en el mercado para un área de 160 kilómetros cuadrados, pero con un detalle de 30 centímetros en toda la escena en la que nosotros pudimos caracterizar diferentes playas".

En este sentido, detalló que "lo que hicimos fue generar un modelo que prediga la cantidad de superficie que hay y si es posible separar la basura y lo que nosotros logramos separar fue plumavit de otras basuras, pero no estamos hablando de otras basuras que son propiamente tal de un proceso productivo es basura antropogénica marina: zapatos, gorros, botellas, pero también cabos, tubos de lubricantes de motores, entre otras cosas".

Si bien es un dato variable dependiendo de la playa, dentro de los hallazgos que entregó la información satelital se encuentra que en promedio existe un kilo de basura por metro cuadrado.

Junto con la playa de Detif, esta investigación se realizó en los bordes costeros de Punta Apabón en la comuna de Puqueldón y Punta Cuem en Quinchao.

"Hay un problema porque nosotros con el satélite no podemos ver que hay debajo, por ejemplo en Detif, la playa tiene muchas piedras y hay basura que está enterrada debajo de estas piedras y eso nosotros no lo podemos cuantificar y esas pequeñas cuevas al fondo de la playa tampoco lo podemos analizar", describió el director de la investigación.

Con la presentación de los resultados del estudio que se concretará este mes en Puerto Montt y Castro concluye esta investigación del equipo de ingenieros en recursos naturales renovables que comenzó en diciembre de 2016, pero la idea es seguir trabajando con el fin de generar un catastro de todas la playas y sobre todo las tasas de flujo por las que la basura llega a esos lugares.

A su vez, Juan Ladrón de Guevara, director de la ASCC, indicó que este proyecto nació "a través de un convenio de colaboración entre la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático y el LAB (Laboratorio para el Análisis de la Biósfera) del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables, Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile y se realizó en un período de 12 meses".

El objetivo agregó fue "monitorear la tasa de contaminación de playas sumidero de Chiloé utilizando imágenes satelitales multiespectrales y un modelo de clasificación supervisada. Además, se recorrió diferentes playas de Chiloé y se reconoció los principales tipos de residuos y actividades económicas cercanas a las playas con mayor acceso vehicular".

De acuerdo al directivo, para este trabajo se recorrieron aproximadamente 250 kilómetros vía terrestre, en que se visitó un total de 23 playas de Chiloé, donde se pudo constatar que muchas de estas presentan una difícil accesibilidad terrestre.

"En terreno, se hizo registro fotográfico y se georreferenció diferentes materiales naturales como arenas, conchas marinas, así como residuos antrópicos tales como boyas de plumavit, boyas plásticas de diferentes colores, cabos y cuerdas de diferentes colores y dimensiones, entre otros", puntualizó la misma fuente.

Este proyecto tuvo un costo total que asciende a 34 millones 452 pesos, el que fue financiado con aportes de la agencia (ASCC) por $25.462.000 y un aporte no pecuniario por parte de la universidad, que corresponde a utilización de espacios, servidores, equipos, instrumental y laboratorio.

Asimismo, el director de la agencia manifiestó que "tomando en consideración los buenos resultados que se han obtenido, se está realizando un segundo proyecto llamado 'Estudio para el monitoreo del flujo de basura que vara en las playas de Chiloé determinando la tasa de contaminación y el volumen de residuos'. Este segundo estudio tiene como objetivo complementar el modelo generado anteriormente para validar la tasa de generación del residuo".

Ladrón de Guevara mencionó que "se busca cuantificar los costos de un sistema de gestión que permita determinar si existe un potencial negocio de valorización de estos residuos, y si no resulta atractivo para una o más empresas, la idea es determinar los costos de la limpieza con el fin de generar políticas de largo plazo a costo de los municipios o gobiernos regionales en conjunto con otros actores como salmoneros, pescadores, mitilicultores".

Lo anterior, añadió, a través de un Acuerdo Voluntario de Producción Limpia (APL), que es el instrumento de gestión productiva y ambiental que la agencia pone a disposición para implementar iniciativas público-privadas para el desarrollo sustentable de las empresas y los territorios.

"Hace tiempo vengo planteando este problema de los volúmenes de plumavit que llegan a nuestras playas".

Pedro Montecinos,, alcalde de Puqueldón."

"Tenemos imágenes satelitales con la mejor resolución que hay en el mercado".

Cristian Matter, investigador."

Campaña

Mallil en la comuna de Quinchao fue una de las tres playas analizadas como parte del estudio efectuado por la Universidad de Chile, pero también es un sector que la Capitanía de Puerto de Achao estableció como prioritario dentro de sus campañas de limpieza. Incluso, en los últimos días se concretó una limpieza, lo que permitió retirar 11 metros cúbicos de desperdicios, tal como lo explicó el capitán de puerto, Fernando Toro.

1 kilo de basura por metro cuadrado existe en las playas en promedio.

250 kilómetros consideró la investigación realizada por el Laboratorio de Análisis de la Biósfera.