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Operativo por secuestro deja cinco detenidos en Chiloé

Efectivos de la BIRO de Rancagua se trasladaron a Castro y Quellón para capturar a los sujetos involucrados en el ataque contra un comerciante, quien fue esposado, encapuchado y golpeado antes que lo liberaran, previo pago de $5 millones.
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Pedro Bárcena González

Un trabajo de inteligencia que incluyó seguimientos, interceptaciones telefónicas, análisis de imágenes y el estudio de movimientos bancarios impulsó a personal de la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) de Rancagua a trasladarse a Chiloé para detener en las últimas horas a cincos sujetos vinculados al secuestro calificado de un comerciante de la capital de la Región de O'Higgins.

Por más de dos semanas se desarrollaron las diligencias de la policía experta hasta dar con el paradero de dos mujeres y tres hombres, quienes estarían involucrados en el violento ataque contra la víctima de 35 años, la que recibió una salvaje golpiza y fue retenido por unas seis horas, antes de ser liberado previo depósito de 5 millones de pesos.

Este inusual caso delictivo con chilotes participantes se produjo la mañana del 17 de julio pasado, en los momentos en que el afectado se reunió con uno de los imputados para materializar la venta de un camión. Sin embargo, el también transportista nunca pensó que el negocio se transformaría en una pesadilla.

Tal como expresó el subprefecto Marcelo Urrea, titular de la BIRO rancagüina, "el punto de reunión fue el acceso sur de la ciudad, donde esperaba el presunto comprador del vehículo de carga, quien provenía desde Quellón y estaba acompañado por otras cuatro personas".

La víctima abordó el móvil y comenzó a sufrir los embates de sus agresores. Como habría declarado el propio afectado, su contacto le criticó el hecho que una anterior venta no haya prosperado por tratarse de una máquina clonada. Pero de los insultos no tardaron en llegar los golpes.

Salvaje

Según fuentes ligadas a la indagatoria, el joven fue esposado y encapuchado para luego ser remitido a un sector eriazo donde recibió una bestial golpiza. Es más, como recalcó el jefe policial "sufrió golpes en la cabeza, las extremidades y el tórax, hasta indicó que le aplicaron electricidad mediante electroshock para exigirle el dinero".

En un comienzo eran $6 millones los que pedían los delincuentes. Incluso, como agregó el oficial "al contactarse con la familia del comerciante, esta lo escuchó gritar producto de las agresiones, reflejando la gravedad de lo sucedido y que corría peligro su vida".

Bajo este escenario, los parientes del comerciante realizaron cuatro depósitos -por un millón menos de lo exigido- en tres cuentas RUT del BancoEstado, ante lo cual los antisociales decidieron soltarlo en plena carretera en las cercanías de San Fernando, en la misma Región de O'Higgins, después de un calvario de seis horas.

Junto con recopilar antecedentes de la víctima, quien habría reconocido por un set fotográfico a uno de los cinco sujetos que intervinieron en su secuestro, los detectives desarrollaron pesquisas en el sitio del suceso, empadronaron a eventuales testigos como cercanos al joven afectado. Además, contaron con una evidencia clave: el computador del presunto autor intelectual del ilícito.

En un parque cercano al punto en que fue abordado el transportista se halló un bolso con este notebook, en el cual "aparecía un mapa total de la familia de la víctima", advirtió Urrea, sumando que esto reflejaría la planificación del ataque, aunque también la desprolijidad de sus autores. Ello, porque en el mismo bolso había antecedentes del sospechoso y su número telefónico. Datos que fueron periciados por la policía logrando dar con su paradero.

Requerimiento

Con todos estos datos, el fiscal de la causa, Lucio Ugás, solicitó una orden verbal de detención de este sujeto domiciliado en Quellón, lo cual fue concretado por los efectivos policiales con apoyo de la Avanzada de la Policía de Investigaciones local.

Esta aprehensión catapultó la captura de otros dos involucrados en esta ciudad porteña, como la detención posterior de un hombre y una mujer en Castro, quienes fueron puestos a disposición de la justicia durante la jornada de ayer, en los tribunales de ambas ciudades, donde se acreditó la legalidad del procedimiento policial (ver recuadro).

"La mayoría tiene antecedentes por diversos delitos, como receptación, robos en lugar habitado y con intimidación", acotó el subprefecto, agregando que al cierre de la edición buscaban materializar otras dos órdenes de captura por este caso.

En tanto, el fiscal Ugás se encontraba a la espera del arribo de los imputados para proceder a la formalización de ellos, en principio por el delito de secuestro calificado por existir un rescate por medio del pago de dinero. Un ilícito que se sanciona con pena de crimen.

"Estos constituyen delitos excepcionales que generan alto impacto social y dentro del sistema de justicia que actúa de forma implacable para combatirlos al atentar contra la libertad de las personas", acotó el persecutor, quien destacó el trabajo investigativo que permitió reunir los antecedentes necesarios para la captura de este grupo proveniente de Chiloé.

Control

En los juzgados de garantía de Castro y Quellón se controló durante la jornada de este viernes la detención de los sospechosos por este caso. Tal como indicó el fiscal Luis Barría, por la pareja de jóvenes capturada en la capital chilota, "se acreditó la legalidad de la aprehensión que fue gatillada por una orden judicial. Además, se dio traslado a los imputados por parte de Gendarmería hasta el Tribunal de Rancagua". En tanto, el defensor Filippo Corvalán reconoció que no se incidentó el procedimiento, aclarando que "se dio cumplimiento al exhorto" para su derivación a la capital de O'Higgins para su formalización por esta causa. Asimismo, la fiscal jefa de Quellón, Karen Rosas, reiteró que "se declaró ajustada a derecho la detención de los dos hombres y una mujer mayor, procediéndose a su posterior traslado".