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Fallan que joven causó tragedia por manejar ebrio

Accidente en Puqueldón le costó la vida a bombero de la comuna. El condenado arriesga 5 años de cárcel.
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Pedro Bárcena González

El informe de los peritos policiales, la prontitud de la prueba respiratoria y la proyección de alcoholemia realizada por el Servicio Médico Legal fueron los eslabones para acreditar la responsabilidad de un joven en el mortal accidente de un bombero lemuyano. El sujeto arriesga una pena de 5 años de presidio e inhabilitación perpetua para conducir vehículos.

En un juicio realizado en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro se desvirtuó la presunción de inocencia del acusado de iniciales C.F.V.P. (27), siendo condenado por el delito de manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte. Un siniestro registrado el 26 de marzo del 2016 que le costó la vida a Demetrio Véjar Paillán (31), voluntario de la Segunda Compañía de Puqueldón.

Tal como expuso el magistrado Claudio Ayala, quien presidió la sala, el conductor fue el responsable del accidente acaecido en la Ruta W-635, a la altura del sector Chulchuy, donde el móvil chocó y por proyección volcó. La víctima salió eyectada, falleciendo en el lugar producto de los graves politraumatismos que sufrió.

Graduación alcohólica

Uno de los puntos que estuvo en discusión fue la graduación alcohólica del chofer, ya que el alcotest que se le efectuó a la media hora de ocurrida la tragedia marcó 0,99, mientras que la alcoholemia a la que fue sometido más de cuatro horas después del incidente registró 0,33 gramos de alcohol por litro de sangre.

De acuerdo al fiscal Javier Calisto, quien instruyó la parte acusadora durante la audiencia, la demora en aplicar este examen llevó a esta diferencia. "El traslado fue desde Puqueldón hasta el Hospital de Castro para que se hiciera esta prueba, lo que marca una larga distancia y tiempo de conectividad. Por ello, presentamos una proyección que demuestra la ebriedad del conductor", aclaró.

Asimismo, los sentenciadores no acogieron la postura de la defensa representada por el abogado Juan Manuel Castro, quien apuntaba una discusión en la causalidad del accidente, recalcando que "la víctima se expuso al riesgo al viajar como copiloto y sin su cinturón de seguridad".

Además, el profesional argumentó que el día de los hechos en la carretera existía gravilla suelta que habría influido en este resultado. "Con alcohol o sin este, las consecuencias habrían sido iguales", acotó en sus alegatos.

Los jueces estimaron que la prueba logró sustentar los cargos y fijó para este miércoles el fallo contra el operario acuícola, quien junto a la pena corporal que arriesga como la prohibición de manejar de por vida, puede sufrir el comiso de su auto.