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"Vamos a exigir mucha mayor eficacia en los gobiernos regionales"

El postulante asegura que los municipios son "las manos del Estado". Dice que, si vuelve a La Moneda, descentralizará e impulsará que las autoridades locales gestionen mejor: "Que no utilicen los recursos en turismo para los concejales".
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Luis Alberto Pino Gumucio

La vorágine de la campaña aún le deja tiempo para adentrarse, explica, en un libro "provocador, desafiante". En el escritorio de su oficina de la comuna de Las Condes, en Santiago, con el encapotado cielo capitalino que advierte del inminente frente de agua de fondo, Sebastián Piñera parece emocionarse cuando desarrolla la idea de la lectura que lo ocupa estos días de frenesí electoral.

"Es una reinterpretación de la historia de la humanidad (...). Lo que hace este libro es cuestionar las tesis tradicionales, que son como verdades oficiales", dice el candidato de Chile Vamos, ex Presidente y, hasta ahora, sólido líder de las encuestas.

Se trata de Homo Deus, el bestseller del israelí Yuval Noah Harari. En esta obra, Harari asegura que los viejos demonios que atribularon a la humanidad hoy son manejables y que, si de preocuparse se trata, debiera ser por la cantidad de gente que quedará al margen por la irrupción de nuevas tecnologías.

- Es una reflexión interesante para la política, ¿no?

- Muy interesante, porque la política, como la vida, requiere renovarse. Y la política, en Chile, está pasando por un momento crítico. Más de lo mismo no sirve; requiere un renacimiento, una modernización para cerrar esta brecha que existe entre los políticos y los ciudadanos y entre los ciudadanos y los políticos.

- ¿Y cuáles son esas verdades absolutas que replantearse?

- Hay que validar la esencia de la democracia, que es que la soberanía reside en la gente, en las familias, en las personas, quienes delegan parte de esa soberanía en sus representantes, pero no toda. La política moderna tiene que ser mucho más horizontal, hay que escuchar mejor y con más atención a la gente. Tenemos una ciudadanía muy distinta a la que teníamos hace 30 años; está mucho mejor informada, más empoderada, exigente, impaciente, a veces demasiado consciente de sus derechos y no tanto de sus deberes.

- ¿Se trata de hacer política con la "voz de la calle"?

- Ese fue un grave error de la Nueva Mayoría. La voz de la calle no es la voz de la gente. Normalmente, los grupos que están en la calle son los más vociferantes, menos reflexivos, más impetuosos. Hay que escucharlos, pero no confundir la voz de la calle con la voz de la gente, que normalmente es mucho más prudente y moderada. Cuando uno cree que la calle representa a la gente, entra por un camino que lleva a grandes errores, a la lógica de la retroexcavadora, la improvisación, el extremismo. Lo que Chile necesita es lo contrario, reemplazar la retroexcavadora por la cultura del diálogo, de los acuerdos, de la amistad cívica.

- En esa lógica, ¿habría validado como un interlocutor legítimo al líder de No + AFP?

Un Presidente tiene que ser como un buen padre de familia, tiene que escuchar a todos sus hijos, quererlos a todos, pero no dejarse llevar por los más gritones, sino que priorizar a aquellos que tienen más necesidades. Un buen Presidente tiene que ser capaz de resistir a los grupos de presión.

- Plantea volver a una lógica de acuerdos, pero si es electo, va a lidiar con un Congreso proporcional y bastante más fraccionado.

- Es verdad, el nuevo sistema electoral es más representativo, pero también conduce a un Congreso más fraccionado. Es muy importante tener la madurez y la capacidad de plantearle a los chilenos que hay áreas donde tenemos diferencias, las que tenemos que discutir democrática y pacíficamente (...). Como a comienzos de los 90, cuando en forma ejemplar recuperamos la democracia y logramos un período de gran progreso.

- En materia de descentralización, su programa dice: "Distribuiremos poder desde Santiago hacia regiones y desde las regiones a las comunidades locales". ¿Qué poder transferiría y cómo?

- Estoy absolutamente convencido de que para que Chile se desarrolle integralmente tenemos que desarrollar nuestras regiones, para que escojan su camino y aprovechen en plenitud su potencial. Vamos a hacer una transferencia verdadera y rápida de atribuciones, funciones y recursos desde el gobierno central hacia los gobiernos regionales y comunales. Quiero trabajar hombro con hombro con los alcaldes, que son los que están más cerca de la gente.

¿A qué funciones y a qué atribuciones se refiere?

- No sólo a atribuciones, funciones y recursos, que es la parte grata. También vamos a exigir mucha mayor eficacia en los gobiernos regionales y comunales; mayor transparencia, fiscalización y participación. Hay muchas funciones que están en el gobierno central, como pavimentar las calles. Eso es mejor que esté en manos del gobierno regional e, incluso, comunal. Reparar veredas, calles, plazas y parques. Si está en una autoridad central, distante y lejana de los problemas, las soluciones van a ser más tardías y menos eficaces; si está cerca de la autoridad que vive y siente esos problemas, las soluciones van a ser más rápidas y eficaces.

En mi gobierno hicimos un enorme esfuerzo por potenciar las regiones. Hicimos una gran transferencia de funciones y atribuciones, así como un enorme esfuerzo por transferir más recursos. El Fondo Nacional de Desarrollo Regional creció cerca de 60%.

- Lo que propone, entonces, es una profundización....

- Es una profundización y un perfeccionamiento. Estoy absolutamente convencido de lo que decía Octavio Paz, quien, cuando hablaba del Estado, hablaba del "ogro filantrópico". Filantrópico, porque se supone que el Estado ayuda a la gente, y ogro, porque para muchos es un ente ajeno, distante, hostil. Queremos darle un rostro humano.

- Su compromiso entonces no pasa necesariamente por crear más regiones.

- Pasa por crear verdaderos gobiernos regionales, que estén cerca de la gente, escuchen a la gente, promuevan la participación, que estén cerca de los problemas, que los sientan como propios y que sean más eficaces en las soluciones. Los municipios son las manos del Estado. Cuando una persona tiene un problema, no habla con el intendente ni con el ministro, va a hablar con el alcalde o el concejal; por tanto, tenemos que potenciar las manos del Estado. Eso significa dar a los municipios más funciones, atribuciones y recursos, pero también exigirles mucho más. Mejor gestión, que utilicen bien los recursos, no en turismo para los concejales, sino en mejorar la calidad de vida de la gente.

- ¿Se refiere a recursos nuevos o a reasignaciones?

- A medida que crezca el tamaño de la economía y los recursos fiscales, queremos que una cuota importante vaya a los gobiernos regionales y comunales. Pero también vamos a reasignar muchos recursos que hoy son administrados centralizadamente. ¿Cuánto va a ser eso? Va a depender de la capacidad de poner de pie y en marcha la economía.

-Eso es por concepto de crecimiento. ¿Tiene algún número por reasignaciones?

- Por reasignación quisiéramos que los presupuestos de los gobiernos regionales y comunales crezcan al doble de velocidad que el presupuesto central.

- Usted propone transferir poder a las comunidades. ¿Plantearía cambios en la legislación que rige las consultas ciudadanas para los proyectos que se someten al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (Seia)?

- Todos los países necesitan un buen Seia, compatibilizar el desarrollo con la protección del medio ambiente. El sistema chileno no está funcionando bien, porque muchas veces no protege adecuadamente la naturaleza y es muy engorroso, burocrático y lento para aprobar los proyectos de inversión. Sí, contemplamos una modernización del Seia que incluye una participación más activa y oportuna de las comunidades. Por supuesto que no es lo mismo evaluar una central hidroeléctrica que proyectos pequeños. A veces, la legislación en Chile no hace esa distinción y somete al mismo rigor proyectos de muy distinta naturaleza.

- ¿Dispondría una participación vinculante de las comunidades?

- La participación de la comunidad es fundamental, pero también se requieren estudios técnicos y evaluación profesional (...). No creo que tengamos que someter todo a plebiscito, pero la participación ciudadana es fundamental.

- ¿Qué modificaciones haría al Seia para concretarlo?

- Hoy, el Seia, lo que evalúa es el impacto sobre el medio ambiente y la naturaleza, pero también tiene que evaluar el impacto sobre las comunidades. Para eso estamos estudiando distintos mecanismos.

- ¿Qué propone para vigorizar la inversión extranjera?

- No solamente la inversión extranjera, también la inversión nacional, que lleva cuatro años consecutivos cayendo de forma extraordinariamente preocupante. Y eso está frenando la capacidad de desarrollo. Los mismos factores que afectan la inversión extranjera, afectan la nacional. Tenemos que crear ese clima de confianza, de mayor optimismo, eso es lo que mueve la inversión. Hoy estamos permanentemente discutiéndolo todo, incluyendo las tres malas reformas que ha hecho este gobierno: la tributaria, que fue un freno al crecimiento y a la inversión; la laboral, que ha sido un freno a la creación de empleo y a la mejora de los salarios; y la educacional, que ha sido un atentado a la libertad y a la calidad de la educación.

- Su programa contempla el plan Chile 2026, que consiste en invertir hasta US$ 20 mil millones, durante ocho años, en Obras Públicas. Eso suena a inversión pública.

- Contempla inversión pública y privada. Chile está muy atrasado en infraestructura. Estamos hablando de carreteras, puentes, puertos, aeropuertos, embalses e infraestructura, estamos muy atrasados en eso. Es un esfuerzo para obras de infraestructura que no solamente se va a referir a lo tradicional, sino que también para nuestro sistema de transporte público, en más y mejores hospitales, más y mejor inversión tecnológica, en banda ancha, en fibra óptica.

- De esos US$ 20 mil millones, ¿cuánto se ejecutaría en regiones?

- La mayor parte, más de la mitad de esas inversiones, va a ser en regiones.

- Su programa dice que generararán "un nuevo sistema tributario". ¿Cambiará la reforma vigente?

- La reforma tributaria de este gobierno ha sido un desastre y lo que ha provocado es freno al crecimiento, a la inversión, a la creación de empleo y no ha permitido mayores recursos fiscales. Buscaba recaudar US$ 8 mil millones adicionales, pero el impacto en menor crecimiento nos va a significar perder US$ 12 mil millones. Por tanto, vamos a buscar un perfeccionamiento de la reforma.

- Y con la reforma laboral, ¿hará cambios?

- La reforma laboral que implementó este gobierno no es una reforma laboral, es una reforma sindical, que le quitó las atribuciones y la libertad a los trabajadores y se la transfirió a los sindicatos. No está mirando al mundo que viene. Se calcula que con la tecnología que hoy existe se va a poder reemplazar la mitad de los trabajos que hoy hacen los seres humanos. Pero esa revolución tecnológica va a crear nuevos trabajos y la pregunta que tenemos que hacernos es de qué lado quiere estar Chile, dónde se destruyen los trabajos o dónde se crean (...). Además, vamos a tener que enfrentar muchos otros desafíos, como el envejecimiento de la población y el calentamiento global.

¿Qué propone para enfrentar el calentamiento global?

-Hemos seguido muy de cerca los estudios que están haciendo la Universidad de Chile y la Universidad Católica, que tienen un modelo adecuado a la realidad chilena. Dividen a Chile en cinco macroregiones y anticipan cuáles son los cambios que va a sufrir cada región. Está claro que vamos a tener un grave problema de agua y una de las cosas que tenemos que hacer para prepararnos es utilizar con mayor inteligencia el agua. Chile es un país inmensamente rico en agua, pero el 84% del agua dulce que corre por nuestros ríos se pierde en el mar.

- Más allá del acceso a la educación superior, ¿qué propone para mejorar la calidad?

- Vamos a establecer un sistema de acreditación mucho más exigente, para que el que quiera prestar servicios de educación a nivel de universidad, tenga que acreditarse no una vez y después dormirse en los laureles, sino que demostrar que mantiene los estándares de forma permanente. El que no cumpla con esos sistemas de acreditación, no va a poder recibir recursos públicos.

- Para establecer los estándares de calidad, ¿de dónde se formará opinión?

-Hay universidades que han demostrado que se puede entregar educación de gran calidad sin costos prohibitivos. Lo que ocurre en el sistema universitario de países del norte de Europa, es un ejemplo. Lo que ocurre en Alemania, que ha sabido combinar lo que se llama la educación dual, es decir, la educación teórica con la educación práctica, a nivel de empresas. Además, es muy importante que los estudiantes entiendan que tienen muchos derechos, pero también muchas obligaciones. Cuando un estudiante recibe una beca o un préstamo subsidiado, también tiene la obligación de estudiar, entregar lo mejor de sí, no pasar en huelga, no tomarse ni destruir su establecimiento.

- En términos de educación escolar, ¿reinstalará la selección y el copago?

- Los padres tienen derecho a elegir la educación de sus hijos. Y mientras el Estado no sea capaz de dar educación de calidad, también tienen derecho a aportar para mejorar la calidad de la educación de sus hijos. Eso es algo que, sin duda, vamos a querer reestablecer. (...). Sí, somos partidarios de que, de forma voluntaria y sin que signifique exclusión, los padres puedan aportar para mejorar la calidad de la educación de sus hijos.

"Hay funciones en el gobierno central, como pavimentar calles. Eso es mejor que esté en manos del gobierno regional e, incluso, comunal"."

"Más de la mitad de esas inversiones (los US$ 20 mil millones del plan Chile 2026), va a ser en regiones"."