Secciones

Temporales también dañaron a la catedral

Tras los fuertes sistemas frontales de agosto, la iglesia cabecera de la Diócesis de Ancud se llueve. Un tema que los fieles temen podría llegar a mayores.
E-mail Compartir

César Cárdenas Ruiz

Con las intensas lluvias de las últimas semanas en la zona, las goteras han aparecido en la Catedral San Carlos de Ancud, filtraciones que de no ponerse remedio a tiempo pueden terminar dañando parte de la estructura del centro de la ciudad.

Mientras se han hecho presentes las precipitaciones, baldes de plástico han formado parte del mobiliario del templo, recipientes que han servido para recoger el agua que ocasionalmente cae en el interior del recinto católico.

La situación ha generado la preocupación tanto de los feligreses que asistentes constantemente al templo, como de otros vecinos de la comuna del Pudeto, quienes han manifestado la importancia de que los ancuditanos se unan para juntar los recursos que permitan el arreglo de estas goteras que, aunque parecen mínimas, podrían desencadenar en otros tipo de problemas.

"Me parece que es importante ofrecer toda nuestra ayuda al Obispado de Ancud, porque a veces es cierto que el dinero escasea, por eso debemos tratar de trabajar todos juntos para solucionar estos problemas como han sido estas goteras, para que nuestra catedral no sufra otros daños por la caída de agua", indicó Sandra Almonacid, devota de la iglesia cabecera de la diócesis de Chiloé, Palena y Guaitecas.

En representación de la comunidad, Adriana Gallardo, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas de Ancud, lamentó estos hechos, enfatizando que es necesario buscar todo tipo de alternativas que permitan contar con los medios para hacer frente a estas anomalías.

"Lamentable que nuestra catedral esté goteándose, porque yo me recuerdo que se hicieron unas reparaciones no hace mucho tiempo, yo creo que la Iglesia debe ver el tema; a nivel comunal yo creo que deben haber proyectos seguramente de mejoramiento y eso habrá que verlo porque es nuestra única catedral que tenemos", manifestó la dirigenta.

Es de conocimiento general, el terremoto 9,5 Richter y maremoto de 1960 causaron importantes daños estructurales en Chiloé y particularmente en el norte de la Isla. Como consecuencia del cataclismo, se consideró que la antigua catedral corría el riesgo de desplomarse, ante las trizaduras de paredes y el inclinamiento de la torre; con esto se tomó la polémica decisión de que fuera dinamitada, acabando así con una sólida edificación de 70 metros de altura que incluso servía de guía para los navegantes.

Casi cincuenta años después, en octubre del 2010, se dio inicio a la campaña y proyecto de reconstrucción de la fachada y torre de la Catedral San Carlos de Borromeo de Ancud, iniciativa que se hizo extensiva a las diferentes comunidades católicas pertenecientes a la jurisdicción del obispado, las que incluyen territorios de tres provincias y dos regiones del país.

En este sentido, el obispo Juan María Aburto restó dramatismo a lo acontecido con estas goteras; no obstante, subrayó que el problema ya se está intentando solventar, al igual que otro tipo de ajustes que se están llevando a cabo en esta iglesia chilota.

"La catedral, al igual que todas las casas de Chiloé, sufre las inclemencias del mal tiempo; los vientos y las lluvias que hemos tenido también nos han afectado a nosotros; y, como en las casas, también aparecen goteras que antes no habían, y hay de todos modos que seguir arreglando, se está avanzando poco a poco", consignó el prelado.

Junto con esto la autoridad eclesiástica enfatizó que aún está pendiente una serie de refacciones en dicho edificio religioso: "De repente, lo que se pensaba estaba arreglado, hay que seguir mejorándolo pero estamos creo en buen camino, se ha ido afirmando también el techo de cobre que es valioso de la catedral".

Sumó monseñor Agurto que es importante la colaboración de todos aquellos que puedan hacerlo. "Seguirán los trabajos de mejoramiento y hermoseamiento de la catedral, hay que hacer toda una reinstalación de la red eléctrica, hay también que instalar una reja exterior, y también los ventanales del frontis del pórtico de la catedral que son trabajos que están pendientes", manifestó.

Advirtió el jefe diocesano que todo ello "significa costos, por eso animamos a la colaboración de quienes puedan ayudarnos en eso".

"Lamentable que nuestra catedral esté goteándose, porque yo me recuerdo que se hicieron unas reparaciones no hace mucho tiempo, yo creo que la Iglesia debe ver el tema".

Adriana Gallardo,, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas de Ancud."

Hablan por los problemas en el templo


Sandra Almonacidad, feligresa

"Ojalá no sigan habiendo más problemas en la catedral, y si los hay, que ojalá se puedan solucionar de buena manera. Quizás lo de las goteras parece un tema menor, pero como comunidad debemos unirnos para colaborar con nuestro patrimonio", mencionó.


Adriana Gallardo, pdta. de la Unión Comunal de JJ.VV. Urbanas de Ancud

"Yo espero que se solucione esta situación y ahí estaremos para colaborar si ellos así lo necesitan. Este es un espacio donde los vecinos cada domingo van, y los tiempos no han estado muy buenos como para decir que los vecinos puedan dispersarse hacia otros sectores", consignó.

"Animamos a la colaboración de quienes puedan ayudarnos en eso".

Juan María Aburto,, obispo de Ancud."


Juan María Agurto, obispo de Ancud

"Tratamos de juntar los pesos y los aportes que se van dando en las colectas, alcancías, de a poquito para el mantenimiento. Pero hay también un grupo, una asociación acá de amigos, que está ayudando y hace también a veces unos beneficios", aseveró el prelado.