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¿Cómo elegir el disfraz ideal para halloween?

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Hablar con los niños

Montserrat Sepúlveda, sicopedagoga de la red de salud UC Christus, afirma que al pensar en el disfraz ideal de Halloween, la primera recomendación es hablar con el niño y preguntarle: "¿De qué te quieres disfrazar? ¿Qué te gustaría hacer? ¿Quieres celebrar Halloween?". Añade que algunos progenitores aprovechan esta instancia para compartir más con sus hijos y en ocasiones, incluso diseñan juntos un disfraz y planean un maquillaje original para ese día.


No imponer un disfraz

En cuanto a la temática que tendrá el disfraz de Halloween, algunos padres rechazan vestir a sus hijos de personajes terroríficos, especialmente cuando son más pequeños y prefieren que utilicen otro tipo de vestuario. En este punto, Sepúlveda recomienda dejar que el niño decida. "Si el niño se quiere disfrazar de bruja o de vampiro y no le da susto, ojalá que como papás lo apoyen", dice . Añade que son los padres quienes le pueden dar una connotación negativa al vestuario y no los niños.


Ojo con asustar a los hijos con su disfraz

En esta fiesta no es extraño ver algunos padres hasta mejor caracterizados que sus hijos, pidiendo dulces. Para algunos puede parecer ridículo que los adultos se hagan parte de Halloween, porque se asocia este tipo de celebración a los más pequeños, algo que Sepúlveda no comparte. "Me parece que es súper entretenido que los padres se hagan partícipes, pero hay que tener cuidado porque hay papás con mucha producción que terminan asustando a los niños".

[psicología y salud]

Sepa cómo enfrentar la bogifobia: el miedo a monstruos y fantasmas

Halloween es la fecha ideal para que aparezcan síntomas de este mal. Expertos recomiendan recalcar a los niños que los personajes de las películas están disfrazados. Para los grandes con este padecimiento, el consejo es buscar contención.
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Camila Espinoza López

El 31 de octubre, las calles se llenarán de terroríficos personajes, ya que muchos niños saldrán caracterizados de sus casas en busca de "dulces o travesuras" y otros tantos adultos irán a fiestas disfrazados de hombres lobos y fantasmas. Y es que Halloween puede resultar divertido para muchos pequeños que recibirán dulces y se vestirán de Minions vampiros.

Sin embargo, esta misma jornada puede convertirse en un día de angustia para quienes padecen bogifobia: el miedo persistente a figuras sobrenaturales, personajes mitológicos y a películas de terror.

"El miedo es una emoción básica en los seres humanos y, muchas veces, es un acontecimiento invalidante en circunstancias de la vida diaria, lo que imposibilita a muchos para llevar una vida normal", explica el sicólogo clínico, Rodrigo Pereira Faúndez, docente de la Universidad Bernardo O'Higgins.

"Los niños no son la excepción a esta realidad, ya que en ellos la prevalencia se da entre los tres y ocho años y es un mecanismo de defensa frente a una situación vivida como amenazante", recalca.

No exponer

El docente dice que para ayudar a quienes padecen bogifobia, "la idea es no exponerse a este tipo de circunstancias como películas de terror, celebraciones, situaciones que puedan causar temor o miedo irracional, lo que conlleva después a pesadillas en el ciclo del sueño".

Una opinión distinta manifiesta Luis Pino, experto de la escuela de Sicología de la Universidad de Las Américas, quien plantea que Halloween "es una buena fiesta u oportunidad para que los niños que sufren de este problema se disfracen y estén junto a otros. Van estar acompañados y contenidos por un adulto".

El especialista añade que, al personificar a una figura, el niño podría enfrentar sus miedos recurrentes, por ejemplo, a la oscuridad o la noche. Si se encuentra en la calle, disfrazado y entretenido, podría olvidarse de la sensación de temor a medida que pasa el tiempo. "Halloween racionaliza los miedos", dice.

Explicar y explicar

Montserrat Sepúlveda, sicopedagoga de la red de salud UC Christus, afirma que para ayudar a los más pequeños es importante que los adultos les dejen claro que los seres sobrenaturales y monstruos de película no existen.

"Hay que explicarles que todo lo que ven en la tele es maquillaje, que es falso y que eso no existe, desde que son súper chiquititos. Todo depende de cómo se les hable", acota la profesional.

Sepúlveda añade que los niños "no tienen la madurez para trabajar sus emociones", por lo cuál deben contar con el apoyo de los padres y adultos de su entorno.

Las amenazas

La experta afirma que en ocasiones los padres cometen el error de instalar ciertos miedos en sus hijos, por ejemplo, para lograr que se porten bien. Por ejemplo, los amenazan con criaturas que pueden resultar aterradoras o con personajes míticos como "el viejo del saco" o con los payasos asesinos.

"Sin duda que eso es negativo. Estás implantando miedo con algo que no tiene por qué ser", recalca Sepúlveda a La Estrella.

Seguridad y apoyo

Un punto clave para enfrentar la bogifobia o incluso prevenir que en la infancia se desarrolle este mal es que los niños sientan un fuerte apoyo de sus padres.

"Hay que segurizar al niño y que, cuando se sienta mal, que cuente con la presencia de un adulto", aclara Pino.

El especialista agrega que, en el caso de los adultos que tengan esta fobia, puede ser útil apoyarse en otra persona que los acompañe en momentos angustia, por ejemplo, si están viendo una película de terror o si la encuentran cambiando canales del televisor.

La clave, apunta el experto, es "acompañar y contener".

"Hay que explicarles que todo lo que ven en la tele es maquillaje, que es falso y que eso no existe, desde que son súper chiquititos. Todo depende de cómo se les hable".

Montserrat Sepúlveda, psicopedagoga"