En el papel, la Universidad de Chile era favorita. Venía de ganar en Valparaíso, está peleando el título del Transición y por nombres la balanza se cargaba hacia el Centro Deportivo Azul.
Por eso, Wanderers debía hacer un partido casi perfecto si quería quedarse con la final. Y lo hizo. Fue contundente, directo, aprovechó los errores laicos y le atacó sus puntos débiles para ganar 3-1 y consagrarse como el nuevo monarca de la Copa Chile.
Los caturros fueron contundentes en el área rival y con eso lograron amarrar un partido que nunca pareció complicárseles, porque la U de Hoyos estuvo lejos de sus mejores presentaciones.
A los 27' el partido ya se le enredaba a los universitarios. En ese instante Mauricio Pinilla debió abandonar la cancha por un problema muscular. Ingresó Isaac Díaz, que poco hizo en el tiempo que estuvo en cancha.
Más aún, siete minutos más tarde, Enzo Gutiérrez comenzaba a cimentar la victoria caturra. Tras una serie de rebotes, el exjugador azul agarró de lleno una pelota en el área grande y le dio con fuerza. Johnny Herrera tiene una reacción lenta y el balón se va a dormir al fondo del arco.
Ahí se le comenzó a abrir el partido a los dirigidos por Nicolás Córdova, aunque Hoyos mandó a la cancha a David Pizarro para cambiar la historia. El problema es que la U siguió cometiendo errores en defensa y lo aprovechó Jean Paul Pineda. El jugador formado en Palestino recibió un balón en área chica cargado por izquierda y liquidó a Johnny Herrera para poner el 2-0.
A los 69' Gonzalo Jara cometió penal a Luis Pavez -que ganó toda la tarde por su franja izquierda- y un minuto más tarde Enzo Gutiérrez lo cambió por gol. Era el 3-0 y la Copa Chile comenzaba a caminar hacia Valparaíso.
Descuento
Al final hubo incertidumbre sí. David Pizarro anotó el descuento a los 73' y luego la U estuvo cerca del segundo, incluso de la raya la sacaron los defensas caturros, pero nada pasó, la mesa estaba servida para la vuelta olímpica de Wanderers.
Pitazo final y los abrazos de los porteños que logran la tercera Copa Chile de su historia, tras las conseguidas en 1959 y 1961. Además, un grito de desahogo para un equipo que ha luchado este semestre por escapar del descenso, pero que este torneo conseguido hoy 11 de noviembre le da el aire necesitado bajo el mando de Nicolás Córdova.