Pedro Bárcena González
En sendas resoluciones emitidas en los últimos días por el Tribunal Oral en lo Penal de la capital provincial, dos antisociales fueron sentenciados a penas que suman cerca de 17 años de cárcel, por su responsabilidad en diversos delitos de apropiación perpetrados en Castro y en Quellón.
En el caso más gravoso, un comerciante identificado con las iniciales A.A.C.T. (31) fue condenado a 10 años y un día de presidio por un robo a una cabaña emplazada en el sector Gamboa Alto, como también por su participación en el asalto a una familia valdiviana en esa misma localidad castreña. A esta pena única se sumó su autoría en la receptación de un auto robado a otra turista.
El fiscal de la causa, Javier Calisto, destacó que se lograra un veredicto condenatorio por tres de los cuatro delitos por los cuales acusó -solamente fue absuelto por el ilícito de mantener especies destinadas a cometer robos-, aunque enfatizó que la sanción pudo ser mayor.
"Se analizará la sentencia, puesto que tenemos la convicción que la pena debía ser superior, más allá que esta sea de cumplimiento efectivo. Por eso, se está analizando la posibilidad de un recurso de nulidad", acotó el persecutor, quien al inicio del juicio invocó más de 21 años de reclusión para el delincuente por el hechos acaecidos entre el 18 y 21 de febrero pasado.
Eso sí, el abogado fue claro en señalar el valor del testimonio de las víctimas para crear certeza en los sentenciadores. Tanto los afectados por los robos con violencia y en lugar destinado a la habitación, cometidos en las cabañas ubicadas en el sector Camino a La Montaña, como la dueña del vehículo sustraído en Ancud y que provenía de Viña del Mar, entregaron antecedentes valiosos para llegar a este resultado.
Por su parte, el defensor Juan Manuel Castro, al igual que el Ministerio Público, se encuentra estudiando el fallo para un eventual requerimiento de alzada, en especial, considerando que solicitó la absolución argumentando que la prueba se obtuvo con infracción de garantías fundamentales. Igualmente, enfatizó que esta misma evidencia era insuficiente para acreditar la participación de su representado.
Hurtos y robos
Por su parte, en las últimas horas el mismo tribunal también condenó a otro joven por su intervención en cuatro atracos perpetrados en Quellón, en los cuales se apoderó de dos celulares y más de un millón 800 mil pesos.
Los jueces sentenciaron al sujeto a dos penas de 61 días de presidio por los hurtos de un par de celulares perpetrados en el Cesfam de Quellón y un local de comida rápida; mientras que a 541 días y 5 años y un día de reclusión por los robos en lugar no habitado y con intimidación, consumados en dos establecimiento de juegos electrónicos de la misma ciudad.
La fiscal Karen Rosas especificó que reconoció la atenuante de colaboración sustancial del acusado por la comisión de los delitos menos gravosos, "ya que se estimó que su declaración sirvió para esclarecer los hechos", apuntó. Sin embargo, esta aminorante no fue introducida por los otros ilícitos.
A su vez, la profesional manifestó que pese a que pedían una sanción superior -cercana a los 15 años de cárcel por los cuatro hechos delictivos-, esta circunstancia que se acogió y la recalificación de uno de los hechos -de robo con violencia a lugar no habitado- llevaron a este escenario penal. Eso sí, destacó que "se acreditaron las acciones delictivas y la participación".
Defensor
El defensor penal de Quellón, Ignacio Díaz, en cuanto al caso del sur de la Isla reconoció que "estoy viendo la opción de recurrir de nulidad, ya que no consideramos que procedía la configuración del robo con intimidación, al no existir elementos para establecer esa figura penal".